Son los valores disponibles en los balnearios hasta octubre o noviembre. Sin valores de referencia, el abanico de precios para toda la temporada es tan amplio como los servicios ofrecidos.
Se aproxima octubre y los balnearios de la ciudad no solo comienzan a trazar el clásico paisaje pre-temporada de carpas a medio armar, sino que también, ya con las tarifas disponibles, empiezan a abrir los canales de consulta y reserva de cara a un verano que muchos operadores turísticos advierten que estará marcado por la incertidumbre económica.
Así, y tras una recorrida por diferentes zonas de la costa marplatense, LA CAPITAL verificó que alquilar una carpa esta temporada en Mar del Plata saldrá entre $45.000 y $99.000, mientras que las sombrillas estarán entre los $25.000 y $36.000.
Estos precios corresponden a las tarifas promocionales disponibles hasta octubre o noviembre, y en la amplia mayoría de los balnearios consultados, el pago de las mismas permite congelar el valor ante posibles futuros aumentos.
Al igual que en otros rubros, el pago con tarjeta o a través de cuotas en efectivo son facilidades que atraen y que pocos clientes dejan pasar. La financiación suele variar entre los tres, seis o doce meses y de abonar con plástico, corre un interés de 1% mensual.
Pese a que la mayoría de los valores están sujetos a posibles incrementos a medida que se acerque diciembre, donde menos certezas hay es en el alquiler de carpa por quincena. En los pocos balnearios en los que los valores de ese modo de contratación ya están cerrados, los valores varían entre los $20.000 y $43.000.
En relación a los valores promocionales de septiembre 2018, el aumento ronda entre un 60% y un 85% en algunos establecimientos. El importante incremento está atado a las dos corridas cambiarias que tuvieron lugar en un año: una a mediados de septiembre del año pasado y la otra, tras las PASO presidenciales de agosto.
La amplitud en los valores también está vinculada a los diferentes servicios que ofrece cada balneario, muchos de los cuales en los últimos años han mutado a clubes de playa que ofrecen a clientes ya no sólo sombra para disfrutar de la jornada de playa, sino también acceso a gimnasio, espacio de recreación y juegos, spa, variedad gastronómica, entre otras atracciones.
A su vez, la recesión económica del último año, sumado a los vaivenes económicos del último mes y medio, marcaron un mes clave en lo que respecta a la planificación de la temporada. En septiembre, llegaron a la ciudad operadores turísticos del interior del país para comenzar a armar los paquetes vacacionales que ya están siendo ofrecidos en las provincias. Con extrema cautela, y en búsqueda de un equilibrio entre el mantenimiento del rubro y una oferta competitiva, los sectores locales marcaron precios en medio de una implosión económica.
Ante un escenario con pocas certezas y con un abanico de amplias ofertas, tal como ocurrió el año pasado, desde la Cámara Empresaria de Bares, Restaurantes y Afines (Cebra) optaron por no dar valores de referencia, algo que sí hizo, por ejemplo, el Colegio de Martilleros y Corredores Públicos de Mar del Plata, que la semana pasada recomendó a todos los propietarios de inmuebles e inmobiliarias aplicar un aumento de no más del 30% en los alquileres de este verano. Habrá que ver luego, claro está, si el anuncio se agota en un mero gesto o si efectivamente se termina reflejando en los valores que ofrecerá el sector.
Abanico de precios y servicios
El abanico de precios para toda la temporada es tan amplio como los servicios ofrecidos y, según el relevamiento realizado por LA CAPITAL, parten de los 45.000 pesos en las zonas más accesibles de Punta Mogotes, pasan por 70.000 en La Perla y llegan a los 99 mil pesos en Playa Grande. Al sur del faro, las carpas con dos cocheras cotizan alrededor de los 70 mil pesos.
La diferencia de precios encuentra su principal explicación en el tipo de servicio que cada establecimiento ofrece, además de otros factores vinculados a la cercanía del centro u otros puntos claves en la oferta hotelera.
Es que, de un tiempo a esta parte, los administradores de balnearios comenzaron a incorporar servicios que van más allá de las comodidades que cualquier familia espera en un día de playa. Además de garantizarse sombra y un reparo del viento, hoy en día, a la hora de elegir dónde alquilar durante la temporada, entran en juego otras variables que influyen tanto en el disfrute como en el precio final.
Gimnasio, servicios de spa, sala de juegos, pileta, staff de recreación, canchas de vóley, fútbol, tenis, son sólo algunas de las atracciones que hoy compiten (o se complementan) con clásicos como la arena y el mar.
– “La temporada no va a ser tan mala pero tampoco excelente”