Hay más demanda y menos ofertas de alquileres en la ciudad en un mercado intervenido por la nueva ley. Los aumentos están por encima del 40 por ciento. Reclamos de los inquilinos.
La nueva ley de alquileres en la ciudad está generando un crecimiento aún mayor al habitual en la demanda de viviendas para rentar y disminuyendo la oferta ante la “incertidumbre” que le genera al propietario no saber, por ejemplo, cuanto cobrará el segundo y tercer año de contrato.
Es que con la Ley N° 27551 los contratos se extienden tres años (antes eran dos) y el aumento en el precio del alquiler se determina a través de un mix entre el aumento recibido por el sector de empleados públicos y el costo de vida, en un índice que dará a conocer el Banco Central el próximo 1 de junio.
La retracción en la oferta de propiedades en alquiler se debe a que “el propietario no sabe qué va a pasar en tres años, ya que el índice recién se va a conocer el 1 de junio. Y a eso hay que sumarle el congelamiento en los precios que llevó un año. Entonces la gente retiró las propiedades del alquiler y muchos las pusieron a la venta”, explicó el presidente del Colegio de Martilleros local, Miguel Donsini.
A su entender, la nueva norma genera “complicaciones para ambas partes, locador y locatario, pero el mayor perjuicio lo sufre el inquilino porque el propietario prefiere salir del mercado y vender”.
Y como el mercado se autorregula, ante la falta de oferta suben los precios de los alquileres, que este año crecieron en el orden “del 40 por ciento”, ya que ante la incertidumbre el propietario opta por “cubrirse”.
Además, como consecuencia de esos aumentos, “ahora creció la proporción de lo que insume un alquiler en el grupo familiar: antes era del orden del 25 por ciento, hoy llega al 40 por ciento”, añadió.
En la misma sintonía se expresó el martillero Gastón Martínez Arrechea y advirtió que “hay menos oferta de alquileres, en parte por la incertidumbre que genera la ley para el propietario, que tiene la propiedad ocupada por 3 años sin saber cuánto va a cobrar el segundo y tercer año”.
Además, recordó que Mar del Plata históricamente “presentó problemas en cuanto a la oferta de determinadas unidades” y en la actualidad muchos propietarios optan “por vender o alquilar temporariamente. Quizás con una semana cubren los gastos”. También señaló que “la rentabilidad hoy es baja”.
Otra vereda
En tanto, los precios de los alquileres en Buenos Aires se dispararon un 67 por ciento respecto al año anterior, a un promedio de unos 35.000 pesos al mes (USD 377). Así, la renta sube dos veces más rápido que los sueldos y muy por encima de otros precios.
“Nadie imaginaba una suba por arriba de 60 por ciento, no estaba en los planes de nadie”, dijo Leandro Molina, director comercial de ZonaProp, una de las principales plataformas de bienes raíces en línea en Argentina.
En parte, la misma se debió a la creciente inflación en Argentina.
En la vereda de enfrente, desde “Inquilines Mar del Plata” consideraron que “la nueva ley de alquileres puso en discusión la forma en que se alquila, porque a ningún martillero le conviene que se estiren por 36, a ellos les conviene más rotación”, opinó el referente de la asociación Sebastián Oliver.
Así, muchos inquilinos optan por “alquilar en forma directa por los altos costos, entonces se sacan del medio a las inmobiliarias” y esa nueva modalidad se canaliza a través de las redes sociales.
Además, denunció que en el último año el precio de los alquileres aumentó “entre un 60 y 65 por ciento, en el marco de la pandemia, por lo que mucha gente tiene menor capacidad de pago y se complejiza la situación”.
“El problema es el acceso a la vivienda”, opinó Oliver, que también se preguntó que porcentaje de viviendas ociosas tiene Mar del Plata.