El 14 de mayo vencen los mandatos de los actuales titulares. Desde el organismo señalaron que todavía no se abrió el registro de postulantes a ese cargo, por lo que existe el riesgo de que la oficina quede sin funcionamiento.
La Defensoría del Pueblo de General Pueyrredon podría quedar acéfala en dos semanas, advirtió este lunes Daniel Barragán, uno de los dos defensores del pueblo que quedan en el distrito.
Cabe recordar que a finales de diciembre el Concejo Deliberante aprobó la reforma de la Defensoría del Pueblo y estableció que ya no habrá tres defensores, sino solo uno, que será definido por mayoría simple del cuerpo.
En General Pueyrredon quedan dos defensores oficiales, ya que Fernando Rizzi asumió como secretario de Educación del municipio y quedaron a cargo de la dependencia los otros dos restantes: Barragán y Luis Salomón.
“El 14 de mayo vence nuestro mandato ”, señaló Barragán en diálogo con LA CAPITAL y recordó que “cuando a fines del año pasado se cambió la ordenanza, se estableció que se abriría un registro de postulantes para elegir un nuevo defensor”.
Sin embargo, el defensor del pueblo advirtió que “faltan 15 días y ya los plazos que establece la ordenanza, que son alrededor de 28 días, no se han cumplido”.
En este sentido, agregó que por el momento no cuentan “con información de parte de la presidencia del Concejo Deliberante sobre si se realizará la elección, si se prorrogarán los mandatos o, lo que aparentemente pareciera que va a suceder, es que la Defensoría del Pueblo quedaría sin defensores”. “Quedaría acéfala a partir del día 15 de mayo”, alertó Barragán.
Seguidamente, advirtió que si eso ocurre “todo el trabajo que se realiza en la Defensoría, dejaría de hacerse”. “El vecino y la vecina que vienen a la Defensoría en procura de que defendamos los derechos que no pueden ejercer dejarían de tener quien los escuche porque no habría más defensor del pueblo hasta tanto el Concejo Deliberante decida hacer la elección que la ordenanza establece”, dijo.
Previamente, el defensor del pueblo había recordado que el organismo que dirige desde hace más de cinco años es una “mediadora para alcanzar las soluciones” en todo lo que tiene relación “con los servicios que presta el municipio y todo está ligado a ese tipo de actividades”.
Asimismo, en una entrevista con este medio había advertido que en los últimos meses crecieron los reclamos por servicios deficientes de la comuna en distintos barrios de la ciudad.
Frente a este panorama recalcó que “sin defensor no hay Defensoría” y que si la oficina queda acéfala “quedarán los empleados que quedan, que son 5, y no habría más funcionamiento”.
Daniel Barragán, defensor del Pueblo.
En este contexto, Barragán volvió a mostrarse en desacuerdo con la reducción de la Defensoría que estableció que en vez de tres defensores oficiales pase a haber uno. “Lo concreto es que el trabajo que hacemos tres defensores, ahora somos dos, es muy difícil que lo haga uno, pero si no hay nadie, ya directamente la oficina no tendría ningún sentido de existencia. Dejaría de estar en funcionamiento la Defensoría del Pueblo, solo quedarían los empleados sin una dirección, quedarían resguardando el edificio porque no podrían tomar decisiones como cualquier repartición que dejara de tener personal jerárquico”, manifestó.
Por otra parte, el defensor del pueblo aseguró que no los sorprende esta situación de incertidumbre porque, cuando se modificó la ordenanza, ellos defendieron “la anterior constitución, porque era mucho más representativa y podían participar muchas entidades de la sociedad”.
“En la elección anterior participaron más de 300 entidades representativas de la ciudad y ahora eso dejaba de ser. Ahora es el Concejo Deliberante sería que resuelve y seleccionaría entre los postulantes quien sería el defensor del pueblo”, diferenció.
Por último, Barragán subrayó que “todas las fuerzas políticas saben” que la situación actual “es así”, por lo que están “esperando que opinión tienen porque hasta el momento no se han expedido sobre lo que puede pasar”.