Los falsos empleadores contactan a las víctimas que buscan entrar en el mercado laboral. Para contratarlas, les otorgan distintas tareas, entre las cuales está la de hacer transferencias de dinero bajo la promesa de que luego el monto remunerado será superior.
La Fiscalía de Delitos Económicos alertó por una nueva modalidad de estafas laborales por medio de la cual una marplatense denunció haber sido despojada de más de un millón de pesos.
El caso se registró a fines de octubre, cuando la joven que buscaba conseguir empleo fue agregada a un grupo de chat privado de la app Telegram por una persona de nombre Haydé, que le prometía otorgarle “20 tareas diarias” a cambio de una remuneración. Entre ellas, le dijo, estaba la de realizar reseñas de Google Maps y las de invertir el dinero ganado.
En ese marco, el administrador del grupo -cuyo nombre no figuraba en el chat- comenzó a solicitarle a la mujer y al resto de los miembros que hicieran transferencias financieras de distintas sumas a una cuenta y desde una billetera virtual.
En total, la marplatense realizó cuatro de estas operaciones por 30 mil, 130 mil, 330 mil y 640 mil pesos. Al finalizar la última, la conversación en el grupo de chat fue borrada y no hubo más comunicación con los usuarios, que en realidad eran estafadores.
La víctima realizó la denuncia de lo ocurrido en la Fiscalía de Delitos Económicos, cuyos miembros ya tenían conocimiento de este tipo de hechos por otros intentos de estafas que no llegaron a consumarse y que también les habían sido informados. En el expediente, adjuntó los comprobantes de las transferencias realizadas mediante la billetera virtual Prex, y ahora los pesquisas de dicha oficina de instrucción investigan el caso.
Según pudo saber LA CAPITAL, en un contexto laboral cada vez más dinámico y complejo, han surgido nuevas modalidades delictivas para aprovecharse de las personas. Así lo reflejó en un informe reciente el Grupo Gestión, consultora especializada en el mercado laboral. Las mismas consisten, por ejemplo, en ofrecer realizar trámites personales que deben ser gestionados directamente por los postulantes o colaboradores. Esta práctica no solo pone en riesgo la información personal, sino que también puede llevar a consecuencias financieras y legales adversas, como la antes relatada.
El modus operandi de este tipo de fraude es aparentemente sencillo pero engañoso. A veces, incluso, los estafadores se presentan como reclutadores o representantes de empresas legítimas y prometen agilizar el proceso de contratación mediante la realización de diversos trámites personales. Entre los trámites que suelen ofrecer, se incluyen la obtención de certificados de antecedentes penales, registros médicos o libreta sanitaria, autorizaciones de residencia, derivaciones de aportes de cargas sociales, presentaciones impositivas ante organismos públicos, entre otros. A cambio, los estafadores solicitan el envío de documentación personal y, en muchos casos, el pago de una suma de dinero.
Entre las recomendaciones destacadas de los especialistas está la verificación de la legitimidad de la oferta laboral: antes de proporcionar cualquier información personal, los candidatos deben investigar la empresa y confirmar la veracidad de la oferta de trabajo. Un mail desde una cuenta genérica es, por ejemplo, una señal de alarma. También se aconseja no compartir información personal innecesaria: es fundamental no compartir documentos personales ni realizar pagos a personas o entidades cuya autenticidad no haya sido verificada.
Además, en caso de una sospecha sobre una posible estafa, los investigadores sugieren contactar directamente con las autoridades pertinentes: para la obtención de certificados o permisos, los candidatos deben acudir directamente a las instituciones oficiales encargadas de emitir estos documentos. Por último, aclaran que para trabajar no hay que pagar: en el mercado laboral argentino, los trámites y los procesos de búsqueda, entrevista y selección de personal, así como otros de los mencionados anteriormente, no requieren de que el candidato realice un pago o una contribución económica.