Varios vecinos experimentaron síntomas el sábado mientras se realizaba una aplicación de agroquímicos en un campo a pocos metros de la zona poblada. "No tienen derecho a envenenarnos", señalaron.
Ardor en la lengua, en la garganta y el pecho e irritación de la vista fueron los síntomas que experimentaron varios vecinos del barrio Los Acantilados el sábado, mientras veían, a pocos metros, a un “mosquito” fumigando a pocos metros del alambrado de un campo que se encuentra sobre la ruta interbalnearia 515, muy cerca de una zona que en los últimos años ha crecido en la cantidad de habitantes.
El alerta se difundió rápidamente, vecinos y referentes de la sociedad de fomento acudieron al lugar y pudieron comprobar, tanto la aplicación de las sustancias como los efectos que provocaba y que son similares a los experimentados en otras ocasiones de similares características, en ese barrio y también en Playa Los Lobos. Inmediatamente se encendió la alarma entre los habitantes, muchos desprevenidos hasta entonces, que están preocupados no sólo por la salud de sus familias, sino también por el efecto en el entorno en el que viven. “Esto se expande por el aire con la deriva y también llega a las napas, estamos muy preocupados”, coincidieron en señalar la presidenta de la Sociedad de Fomento, Lorena Medel, como Lorena Zubiri, la vecina que esta semana presentó la denuncia formal ante la Policía Ambiental.
“Recibimos la denuncia, fuimos al lugar con la policía del barrio e inmediatamente empezamos a sentir ardor en la lengua, garganta, pecho, irritación de la vista”, indicaron.
“Lo problemático es que pulverizan cerca de la zona donde hay casas, no tenían la receta agronómica, nos expresaron verbalmente que era glifosato, para esa práctica tiene que estar el ingeniero agrónomo y tampoco estaba, nunca apareció. Policía Ambiental tardó una hora en llegar al lugar y para entonces ya se habían llevado la máquina con la que estaban fumigando y no tomaron muestras para analizar qué es realmente lo que se estaba aplicando”, describió Medel.
“Cuando difundimos lo que estaba pasando, muchos vecinos que se ese día se empezaron a sentir mal, pensaron que podía ser por eso y acudieron a la salita para atenderse, para que quede el registro”, apuntó.
“Además del olor que se siente y de los síntomas de ardor, sabemos que esto puede tener otras derivaciones, enfermedades, estamos preocupados y vamos a continuar trabajando por esto”.
“Aunque el Estado municipal haya ido para atrás con la ordenanza -la 18740- en audiencia pública quedó más que demostrado que la aplicación de estos agroquímicos no es saludable para los vecinos que reciban la pulverización. Entendemos que no hay una cuestión de conciencia, la misma persona que estaba fumigando no tenía protección”, indicó Medel.
En tanto Zubiri recordó que “queremos que se respete la medida cautelar de la Suprema Corte de la Provincia de Buenos Aires, que retrotrae la situación a la ordenanza original”.
“No sabemos bien qué hacer, a quién recurrir, no tenemos confianza en que el Estado nos escuche, la Policía Ambiental se saca el problema de encima, dicen que el órgano de aplicación tiene que ser un organismo municipal”, reflexionaron.
Pero esta sensación de desprotección no paraliza a los vecinos. Este sábado, a las 15, en la sede de la Sociedad de Fomento, realizarán una reunión, para analizar la situación, conocer los casos y escuchar las recomendaciones de protección que realizarán asambleístas y el representante legal de Paren de Fumigarnos.
“Es una cosa que pasa cada tanto, no se fumiga todos los días, pero es una zona que ha crecido mucho demográficamente, y los campos están en época de preparación de la tierra para sembrar y sabemos que, cuando siembren, va a volver a pasar” reconocieron.
En ese sentido apuntan a que “no se han tenido en cuenta la deriva del viento, ni la altura a la que tienen que estar la estructura con la que aplican el agroquímico, ni avisaron que se iba a fumigar. No tienen derecho a envenenarnos”, indicaron las vecinas.
En estos días, en el barrio se está repartiendo información y convocando a la reunión del sábado. “Es preocupante la situación, viene de larga data, ya se sabe y se viene comprobando, pero seguimos tapando el sol con la mano”, reflexionó Zubiri.