El gol del defensor llegó cuando los reproches ya bajaban desde las tribunas. Otra actuación floja actuación de Aldosivi, que empató 1-1 con Patronato en el "José María Minella".
por Sebastián Arana
El veredicto bajaba implacable, en forma de canto, cuando faltaban apenas cinco minutos. Aldosivi perdía 1-0 y a sus hinchas se les había terminado la paciencia. Joel Acosta iba a patear un córner escuchando el famoso “que se vayan todos/que no quede ni uno solo”.
Entonces el destino le hizo un guiño al equipo marplatense. Muchas veces, por un motivo u otro, un remate bien conectado no es gol. Y una pifia, por el contrario, puede resultar peligrosísima. Ramiro Arias conectó así, “con el diario”, el córner de Acosta y su remate sorprendió a toda la defensa visitante, que quedó clavada en el pasto. El único que reaccionó fue Alan Alegre, a la postre, el mejor delantero del partido. Fue el único que atinó a ir a buscar ese disparo flojo, que se perdía muy abierto por el segundo palo. En el segundo palo le puso la cabeza, marcó el empate y apagó el incendio. Desató el festejo y cambió el humor de los parciales locales. Por un rato, al menos, se olvidaron de lo mal que sigue jugando el equipo.
En definitiva, Aldosivi y Patronato de Paraná igualaron en un tanto en el estadio “José María Minella” por la decimotercera fecha del Torneo de Primera División. El resultado no alivia su posición en la tabla de los promedios, agravada más tarde con el triunfo de Sarmiento sobre Tigre. Más allá de otra actuación floja, no merecía perder Aldosivi. Los tres puntos eran demasiado premio para la actitud mezquina de Patronato, que no se interesa por otra cosa que defenderse.
El equipo de Darío Franco cargó sobre sus espaldas con el peso del protagonismo. Pero todavía no las desarrolló demasiado. Intentó jugar en terreno rival, sí. Intentó darle un destino correcto a la pelota desde la salida de fondo, también. Trajinó fuerte el sector derecho con Quilez. Pero muy poco más.
A la hora de cambiar el ritmo, de convertir los avances en ataques, no se le cayó una idea. El planteo de Patronato, que le cerró espacios con mucha gente en el fondo, no lo favoreció en lo más mínimo.
Apenas un centro de Bandiera que cruzó el área, un remate de media distancia muy débil de Medina y otro intento del “Toni” adentro del área con una chilena que rebotó en un compañero pueden contabilizarse como llegada en la media hora inicial.
Del lado entrerriano, todavía menos. Sólo la sensación de peligro que insinuaba cada vez que Quiroga o los corpulentos centrales iban a buscar una pelota parada a favor. Vera, en una de ellas, obligó a una intervención de Vega. Y del córner Alegre tuvo que poner la cabeza para tapar una salida en falso del arquero.
Era poquísimo. Pero pasada la media hora se animó todo. A los 32′ Quilez le puso un muy buen pase a Bandiera, quien quedó libre ante Bertoli. Pero el “1” visitante tapó el mano a mano. Del córner a favor, contraataque y casi gol de Patronato. Quilez falló en su intento de controlar un rebote, Espinoza escapó y habilitó, Vargas definió mano a mano y Vega salvó enviando la pelota al córner.
Ese mismo tiro de esquina lo tomó Garrido. Andrade cabeceó como pudo y se generó un rebote. Todos durmieron y el propio Andrade lo conectó con un zurdazo potente que pasó entre varias piernas y se metió al lado del palo.
No tenía demasiado que ver con el partido. El golpe, de todos modos, fue muy fuerte para Aldosivi, que se llenó de inseguridad. Patronato intentó aprovecharlo unos minutos, rondó con un tiro libre de Espinoza y un córner de Garrido y luego volvió a la postura de recostarse cerca de Bértoli.
Ese fue el camino que eligió también en el complemento. Ese repliegue le permitió a Aldosivi recuperar paulatinamente la confianza y el dominio. Su problema fue el mismo de la primera parte. Cómo poner un jugador en buena posición de remate. Franco, en una decisión que causó extrañeza y que luego explicó en la conferencia de prensa (ver aparte), decidió sacar a Penco, quien podía cabecear algún centro, para ganar en manejo con Lugüercio.
La apuesta fue tan estéril como casi todo lo que ayer intentó el equipo. En definitiva, quien terminó jugando de Penco fue Alan Alegre, una pesadilla en cada pelota parada a favor.
El ex Quilmes, con una “palomita” a quemarropa a la salida de un tiro libre, exigió de Bertoli la mejor atajada del partido a los 28′. Cuatro minutos más tarde volvió a ganar de arriba para cabecear un córner ejecutado por el pibe Leonardo: un defensor salvó cerca de la línea y Medina no pudo con el rebote. Finalmente a los 40′ corrigió la pifia de Arias para convertir el gol. El gol de la paz. El que aplacó el malhumor. El que renueva el crédito para un equipo que no acierta a dar con su rumbo futbolístico.
Síntesis
Aldosivi (1): Matías Vega (6); Alan Alegre (6), Jonathan Galván (5) y Canever (5); Quilez (6), Alexis Castro (4), Sosa Otermín (4) y Ramiro Arias (6); Bandiera (5), Penco (4) y Antonio Medina (5). DT: Darío Franco.
Patronato (1): Bertoli (6); Geminiani (5), Walter Andrade (6), Renzo Vera (6) y Lucas Márquez (6); Marcelo Guzmán (5), Gonzalo Espinoza (6), Marcos Minetti (5) y Matías Garrido (6); Gabriel Vargas (5) y Matías Quiroga (5). DT: Rubén Forestello.
Goles: en el primer tiempo, 34′ Andrade; en el segundo tiempo, 40′ Alegre.
Cambios: en el segundo tiempo, en el inicio, Lugüercio (5) por Penco, 12′ Joel Acosta (5) por Bandiera, 25′ Francisco Leonardo por Sosa Otermín y Masuero por Vera y 35′ Fernando Telechea por Quiroga.
Cancha: Estadio “José María Minella” (aceptable).
Arbitro: Patricio Loustau (7).