“La literatura se ve hoy como vehículo para transmitir posturas ideológicas”, dijo el escritor César Aira en una entrevista con un medio español, concedida con motivo de la publicación en ese país de algunos de los títulos de la colección que lleva su nombre.
Reacio a las entrevistas en general (en Argentina decidió no concederlas más), el prolífico escritor otorgó una nota a la agencia de noticias EFE en la que opinó que “hoy somos pocos los que practicamos la literatura como arte”.
En opinión del escritor pringlense (Coronel Pringles, 1949) más que como arte la literatura “se ve más como una manera de transmitir posturas ideológicas, humanitarias, sociales, democráticas, psicológicas higiénicas… un vehículo de gran prestigio para eso”.
“Lo que es injusto -agregó – es que ese prestigio se lo dieron escritores que no lo usaban como vehículo, sino que hacían literatura por la literatura misma, como Shakespeare, Kafka, Borges, los grandes, como Lautrémonc, mi favorito”, advirtió Aira, quien por estos días está presentando la “Biblioteca César Aira” de la editorial Random House.
Traducido a veinte idiomas y con colecciones que llevan su nombre no sólo en España sino también en Argentina, Alemania y México, Aira se refirió al volumen de su obra, que se reproduce con la publicación de un libro por año: “Como dicen que soy tan prolífico ahora he decidido que voy a dejar de escribir durante dos o tres años, para no tener presión y escribir a otro ritmo”.
En la misma entrevista, el autor de “La liebre” consideró que “hoy estamos ante el síndrome de la página llena, que es el ordenador” donde “están todos los contenidos del mundo, toda la información y eso es en formato universal, por eso digo que ahora hay poca creación, hay más información sobre lo ya hecho. Creo que en las artes todo está inventado y que lo que se hace es intervenir”.
Acerca de su quehacer literario, el escritor argentino confió que para él la literatura es como “un juego, como una actividad lúdica que he ejercido por puro placer, sin ninguna intención social ni humanitaria. He tenido la suerte de tener esta vocación y poder realizarla porque me pasaba la vida jugando con la imaginación, con la invención”, argumentó.