La Ciudad

Peligroso after en Los Acantilados: descontrol, falta de inspectores y desmoronamiento

Luego de la peligrosa fiesta en una zona con peligro de derrumbe se desprendieron rocas del acantilado. Vecinos afirman que nadie los atendió al llamar a Ruidos Molestos. Desde Inspección General admiten que “no alcanzan” los recursos y que los refuerzos pedidos fueron rechazados por Hernán Mourelle.

En la madrugada siguiente a la peligrosa fiesta que se desarrolló en un sector de la playa de Los Acantilados con riesgo de derrumbe se registraron desmoronamientos que “de casualidad no provocaron una tragedia”, según afirmaron los vecinos de la zona que además denunciaron no haber tenido ninguna respuesta del Municipio cuando llamaron para alertar sobre lo que ocurría. Tras ello, desde Inspección General reconocieron que “no alcanzan” los recursos para ejercer control en la temporada y responsabilizaron al secretario de Hacienda, Hernán Mourelle, por desautorizar un pedido para reforzar la cantidad de personal.

En pleno enero, el domingo a la madrugada una multitudinaria fiesta electrónica en el parador Mute junto a los djs internacionales Jamie Jones y Cuartero continuó con un improvisado after sobre la arena, al pie de los acantilados en un sector identificado con “riesgo de derrumbe”.

Sumado al peligro que implicó la presencia de una multitud de jóvenes bailando y la suciedad propagada en el lugar, vecinos de la zona expusieron la falta total de respuestas que recibieron por parte del Municipio, ya que durante el desarrollo de este after llamaron en reiteradas oportunidades al área de Ruidos Molestos, dependiente de la Subsecretaría de Inspección General de la Comuna., pero nadie los atendió.

“La fiesta pudo haber terminado en una tragedia que de casualidad no ocurrió y el Municipio jamás nos atendió”, aseguraron desde la sociedad de fomento del barrio Los Acantilados.

Este lunes a la madrugada, en el mismo lugar, parte del acantilado terminó desmoronándose. Afortunadamente esta vez no había personas en ese sector, pero si el desprendimiento se hubiera producido 24 horas antes, Mar del Pata estaría frente a otra tragedia en plena temporada.

Emilio Sucar Grau, titular del área de Inspección General del Municipio, debió salir a responder ante la realidad que expusieron los vecinos, la falta de personas para atender las denuncias que se realizan.

“La realidad es que en una ciudad de 600 mil habitantes, pasamos a ser 2 millones de habitantes y yo mantengo el mismo número de inspectores y de infraestructura”, dijo en primer lugar el funcionario responsable del área de control.

En el mismo sentido, explicó que en plena temporada “se triplica la cantidad de personas en la calle pero no se duplica la cantidad de personal y de herramientas que uno tiene en Inspección General. No alcanza lo que tenemos”, dijo el funcionario en declaraciones a Radio Brisas.

Asimismo, Sucar Grau atribuyó esta situación a la desaprobación por parte de la Secretaría de Hacienda, a cargo de Hernán Mourelle, al pedido de dotar al área de control con más recurso para poder estar en varios lugares a la vez.

“Tenemos un pedido para contar con más personal, algo que venimos planteando hace tiempo”, indicó el titular de Inspección General y afirmó que la solicitud fue rechazada por Hacienda.

Los vecinos, por lo pronto, están preocupados. Los problemas en torno a las fiestas electrónicas y lo que se genera en las horas posteriores se repiten otra vez y quienes residen en los alrededores de estos paradores no encuentran soluciones por parte del Municipio. En reiteradas ocasiones el volumen de la música es un problema, histórico por cierto, pero también lo es el consumo de estupefacientes y las consecuencias “evitables” que se desencadenan.

La sociedad de fomento de Los Acantilados y también los guardavidas de la zona se han puesto al frente del reclamo, en principio evidenciando la “preocupante falta de políticas públicas de prevención y contención” no solo en lo que hace al control de los espacios públicos, sino al estado en el que salen de las fiestas muchas de las personas que a ellas concurren.

En ese sentido, afirman que “están abandonando y dejando a la deriva” a la juventud y exigen que el Municipio y haga lo necesario para evitar que se produzca una tragedia como consecuencia de los problemas que vienen denunciando.

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