Las transferencias del Gobierno nacional a través de bonos para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo equivalen al 0,03% del consumo trimestral, por lo que representan un “leve empujón” tomando como punto de partida los sectores de menor ingreso, según un estudio privado.
“Las transferencias alcanzan a cerca de 8,5 millones de personas y suman un monto global de $60.500 millones”, destacó el informe mensual del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO).
El informe agregó que esta cifra “tiene un impacto directo equivalente al 0,03% del
consumo trimestral, por lo que se espera un impacto leve pero positivo sobre las ventas”.
El Gobierno oficializó viernes el pago de los bonos de $5.000 para los jubilados que cobran la mínima y de $2.000 para los beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH)..
El esquema también contempla el pago de otro bonos de $5.000 pesos a fines de enero próximo.
Los beneficiarios comprendidos por esta ayuda son quienes reciben las prestaciones previsionales del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), la Pensión Universal para el Adulto Mayor, pensiones no contributivas por vejez, invalidez, madres de siete hijos o hijas o más, y demás pensiones graciables cuyo pago se encuentra a cargo de la Anses.
También otorga un subsidio extraordinario, por única vez, por un monto de $ 2.000, a los titulares de la Asignación Universal por Hijo para Protección Social, por cada hijo y hasta el quinto inclusive, y/o de la Asignación por Embarazo para Protección Social previstas en la Ley N° 24.714.
“Un leve empujón al consumo desde abajo”, fue el título que eligió el CESO, dirigido por el economista Andrés Asiain, para dar cuenta de esta medida.
Consideró que con esta medida el Gobierno “decidió privilegiar las transferencias de recursos a los sectores de bajos ingresos con un doble objetivo: por un lado, paliar urgentemente la crítica situación social dado que otras políticas como la tarjeta alimentaria, requieren un mayor plazo para su implementación” y por otro lado “dar un leve impulso al muy golpeado consumo en un intento de comenzar a encender los motores de la economía”.