Hay retrasos en los pagos de prestaciones y falta de profesionales de algunas especialidades. La inflación acentúa los problemas. "El diagnóstico es pésimo", aseguran.
Falta de profesionales y ausencia de determinados insumos, pagos diferidos, sistema fragmentado y la inflación forman parte del diagnóstico actual del sistema de salud, tanto público como privado. A los daños “permanentes”, se le sumaron los colaterales que dejó la pandemia por Covid 19.
“El diagnóstico es pésimo”, definió el presidente del Centro Médico Mar del Plata, Gustavo Méndez. Y precisó: “El tema salud no está en la agenda política de nadie. Esto va a un colapso importante. Faltan profesionales, que ya venía sucediendo pero con la pandemia se agravó la situación; hay retrasos en los pagos de las obras sociales; hay malas condiciones laborales y hay inseguridad en muchos de los sectores públicos”.
Su descripción coincide con la del presidente de la Federación de Clínicas de la provincia de Buenos Aires (Fecliba), Gustavo Elicabe. “Tenemos problemas crónicos que se agravaron con la llegada del Covid”, le aseguró a LA CAPITAL. Y consideró que después de la pandemia volvieron a “los viejos problemas”. “Faltan profesionales como clínicos, pediatras, terapistas, neonatólogos, neumonólogos. Hay una mayor tendencia a hacer especialidades donde no tengan internación ni horarios nocturnos o guardias”, advirtió.
En ese sentido, Méndez señaló que “los equipos de salud, no solo los médicos, tanto del sector privado como público, están sobresaturados de trabajo y las condiciones de empleo y de cobro están muy complicadas”.
Y detalló: “En el primer semestre del año, con una inflación del 50,75 por ciento, los aumentos de las prepagas que se rigen a través de los servicios de la Superintendencia de Salud, fueron del 28,6 por ciento. Casi un 50 por ciento menos”. “Lo que logramos con el Centro Médico -explicó-, en un trabajo día a día que hacemos con las obras sociales y mutuales, es que nos regimos a través de la inflación. Obtuvimos un 47, 65 por ciento de aumento. Los números no cierran, afecta la inflación, porque se va cobrando a 60 o 90 días”.
Elicabe coincidió con su colega al advertir que “con los pagos tenemos los mismos problemas que todos en Argentina: la inflación”. “Tenemos un sistema de pagos diferidos con los llamados financiadores (obras sociales y prepagas) que no financian nada. Los que financiamos somos los prestadores”, describió.
Futuro
Aunque Méndez no dudó en asegurar que “el diagnóstico es pésimo”, bregó para “empezar a hacer”. “Nos afecta a todos como comunidad. Es la inflación. No vale la excusa de la pandemia, de los efectos de la guerra o la sequía, porque en toda Sudamérica pasó lo mismo y, sacando Venezuela, somos el país con mayor inflación. Hay que atacar ese problema”, sostuvo. Y agregó: “Si no tomamos al toro por las astas y nos sentamos todos, los representantes del Ministerio de Salud, quienes trabajan en la parte pública y la privada, los financiadores y empezamos a tomar medidas serias en conjunto y consensuadas no vamos a llegar a buen puerto”.
Por su parte, Elicabe diagnosticó: “Tenemos problemas crónicos que arrastramos desde hace muchos años, que tienen que ver con un sistema fragmentado donde hay múltiples efectos que no coordinan y múltiples financiadores que cada uno sigue sus propias reglas. Todo eso se agravó con la llegada del Covid y ahora con una situación económica inflacionaria”.
“Todos dicen lo mismo -consideró Mendez-, que hay que sumar más médicos, más recursos, pero nadie habla de lo básico que es aumentar el presupuesto en salud. Creo que las respuestas tienen que ser en conjunto y que los sistemas deben ser complementarios”.