Desde el SUPA aseguraron que la medida implicará grandes pérdidas de fuentes laborales. Apuntaron a la "política pesquera" y la actitud por parte de los empresarios del sector. No descartaron conflicto social.
El Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (SUPA) aseguró que entre 60 y 70 barcos, de los cerca de 130 que actualmente operan en el puerto de Mar del Plata, ya obtuvieron los permisos correspondientes para pescar langostino en los puertos patagónicos durante el invierno, mientras que otros buques de mayor tamaño aun se encuentran a la espera del visto bueno.
Motivados por el auge del langostino en el mercado, los empresarios del sector habrían optado por trasladar sus buques hacia el sur del país, decisión que despertó alarma entre los trabajadores del puerto local que verían afectadas cientos de fuentes de trabajo.
“Estamos en vísperas de que se vayan al sur entre 60 y 70 barcos, y se les podrían sumar más buques siempre y cuando logren los permisos ya pedidos. Esto es un problema gravísimo porque se quedaría mucha gente sin trabajo durante seis meses”, señaló a LA CAPITAL, Carlos Mezzamico, secretario general del SUPA Mar del Plata.
Según señaló, el año pasado se vivió una situación similar, cuando 50 barcos fueron a pescar a los puertos del sur. En esa oportunidad, señaló el dirigente, 12 unidades directamente no volvieron.
“Además ahora se está esperando la aprobación para otra tanda de barcos más grandes, que si les permiten entrar, también se irían y eso ya sería un desastre para el puerto”, advirtió.
Para él, el impacto de la medida es, por el momento, “difícil de poner en números”, pero señaló: “En la rama nuestra, que es la estiba, se calcula que se verán afectados entre 350 y 400 trabajadores. Después están los fleteros, la gente que trabajaba en las plantas, los industriados. Es un montón de gente”.
Y agregó: “En estos momentos hay alrededor de 130 barcos pescando, por lo que si se van estos 70 ya es un golpe muy duro para los trabajadores del sector”.
Sin bien la fecha prevista para la entrega de los permisos definitivos es el 20 de mayo, aseguró que “los barcos ya están parados porque para ir a pescar langostino hay que prepararlos. Hace 20 días o un mes no funcionan”.
El Estado y los empresarios
Por otra parte, el gremialista apuntó a la “política pesquera” por parte del Estado y, también, a la actitud de los empresarios del sector para con los trabajadores del puerto.
“Tenemos una propuesta para hacerle al gobierno de la provincia para que estos trabajadores puedan subsistir hasta que vuelvan los barcos. Pero acá no es sólo responsabilidad del Estado, es también de los empresarios que dejan gente sin trabajo y van a hacer una diferencia millonaria por 4 o 5 meses y después vuelven y esperan que el mismo equipo de trabajo le descargue los barcos”, señaló.
“Ellos se van al sur porque el trabajo de langostino es más redituable. Acá queda la pesca de costera y la merluza, que también por falta de una política pesquera acorde a la actividad tenemos los problemas que tenemos”, agregó.
En este marco, Mezzamico no descartó que se generen focos de conflictos al asegurar que “la paz social se mantiene con trabajo. Si no hay trabajo, se rompe el contrato con los empresarios y con el Estado porque estar sin empleo genera desesperación y ya no se puede aguantar más”.