Compositor central del tango desde que se diera a conocer a fines de la década del 30', Mores atravesó todas las épocas de la música porteña, habiendo dejado joyas musicales imperecederas como "Uno", "Cafetín de Buenos Aires", ambas con letra de Enrique Santos Discépolo; "Adiós Pampa mía" y "Taquito militar".
El influyente pianista y compositor de tango Mariano Mores (Mariano Martínez) falleció en la madrugada de ayer a los 98 años, informaron a través de las redes sociales sus nietos Mariana Fabbiani y Gabriel Mores.
“Y yo q pensé que eras eterno…Mi súper hombre. Hubiera querido tenerte toda la vida conmigo. Y te fuiste nomás…Y donde sea que llegaste sé que arrancó una fiesta. Con tus hermanos. Con tus amigos del alma. Con tu hijo y el amor de tu vida que hace un tiempo ya te vienen esperando. Y seguro estarás al piano… Llenándolos a todos de tu talento, de tu música, que sí eternamente vivirá”, escribió la conductora de TV y nieta de Mores, Mariana Fabbiani, en Instagram.
Acompañando el mensaje con una foto con su abuelo, completó: “Grande entre los grandes. Héroe de mi vida. Hombre de roble. Tu sencillez y tu don serán mi inspiración siempre. Gracias por los juegos. Por los consejos. Por la alegría. Por tu poderosa fuerza. Cómo te voy a extrañar… Abuelito… Maestro… Buen viaje. Nos hablaremos a través de tu música. Siempre. Gracias”.
“Adiós ABUELO querido!!!! Te voy a extrañar mucho!! pero tu recuerdo y tu música estarán siempre en mi. Gracias por tu ejemplo de Vida. Q.E.P.D”, escribió por su parte Gabriel Mores en las redes sociales.
Compositor central del tango desde que se diera a conocer a fines de la década del 30′, Mores atravesó todas las épocas de la música porteña, habiendo dejado joyas musicales imperecederas como “Uno”, “Cafetín de Buenos Aires”, ambas con letra de Enrique Santos Discépolo; “Adiós Pampa mía” y “Taquito militar”, entre muchas otras.
Nacido en San Telmo, en 1928 se recibió de profesor de teoría musical, solfeo y armonía. Con la troupe familiar instalada en España, obtuvo una beca en la Universidad de Salamanca para perfeccionarse como pianista clásico.
Se presentó en algunos escenarios como Lolo el Compositor Relámpago, pero la cercanía de la Guerra Civil hizo que ese personaje quedara en el olvido y que la familia volviera a la Argentina en 1936.
La prematura muerte de su padre lo obligó a conchabarse como pianista en el café Vicente, de Corrientes y Carlos Pellegrini.
Por ese entonces compuso la música de “Gitana”, con letra de Luis Rubinstein, titular de la Primera Academia Argentina de Interpretación, donde se había inscripto para empaparse de la música local y donde conoció a su futura esposa Myrna y a su cuñada Margot.
Gracias a ese romance nació su primer tango, “Cuartito azul” (1938). Junto a las Hermanitas Mores y algunos músicos amigos formó la Orquesta Típica Marianito Mores.
Ese fue el comienzo de una carrera de compositor que tuvo títulos memorables como “Uno” y “Cafetín de Buenos Aires”, ambos con Discepolín en las letras, “El patio de la Morocha”, con Cátulo Castillo, “Grisel” y “En esta tarde gris”, con José María Contursi, “Una lágrima tuya”, con Homero Manzi, “Tanguera”, “Adiós, pampa mía”, con Ivo Pelay, “Por qué la quise tanto”, con Rodolfo Taboada, y las milongas “Taquito militar” y “El firulete”.
Tanguera fue incluido, muchos años después, como banda sonora en la superproducción de Hollywood “Moulin Rouge”.
Marianito conoció a Francisco Canaro -quien ya era una superestrella del tango en el país y el exterior- a través de su amigo Rodolfo Sciammarella y poco después se integró a su orquesta. Canaro agregó un piano, nombró a Marianito al frente del coro y le pagó un sueldo de estrella.
Permaneció una década en la orquesta del maestro, participó en su enormes revistas musicales -la primera fue “Pantalones cortos”, que catapultó a la fama a “Cuartito azul”- y se transformó en su protegido.
Con Canaro cimentó lo que fue su concepto de orquesta típica de aires sinfónicos, que lo colocó en cierta vereda opuesta, tanto frente a las agrupaciones tradicionales como a las vanguardias que empezaban a nacer, con Astor Piazzolla u Horacio Salgán como representantes notorios.
Debut en el cine
Su alejamiento de Canaro fue motivado por su debut en cine en “El otro yo de Marcela”.
Como actor hizo un pequeño papel en “La tía de Carlos” (1946) y dio el batacazo con “Corrientes…calle de ensueños” (1948), donde componía un papel casi autobiográfico, y también se lo vio en “La doctora quiere tangos”, “La voz de mi ciudad”, “Sucedió en el fantástico circo Tihany” y la antológica “Café de los maestros”, de 2008.
A lo largo de su carrera produjo y protagonizó revistas teatrales como “Buenas noches, Buenos Aires” (1963, después película), “Buenos Aires canta al mundo” y “Yo canto a mi Argentina”, de 1973.
Admirado por el presidente Juan Domingo Perón, fue uno de los primeros artistas populares en actuar en el escenario del Teatro Colón y destacado por Evita, quien señalaba al tango “Uno” como uno de sus preferidos.
Su milonga “Taquito militar”, que homenajeaba a un ministro del gobierno, fue estrenada en el Colón en 1952, con enorme repercusión popular, pero la caída del peronismo en 1955 frustró la formación de otra Orquesta Sinfónica Nacional.
Con el mismo ímpetu que sus padres lo empujaron hacia el arte, Mores incluyó en sus espectáculos a partir de 1966 a su hijo Nito -fallecido en 1984-, a su hija Silvia, su nieto Gabriel y la propia Myrna en pequeñas apariciones, un clan familiar que llegó a tener su ciclo en Canal 9: “La familia Mores”.