Gastón Russo recibió una pena en un juicio abreviado de 6 años, que cumple bajo arresto domiciliario. Sin embargo decidió apelar el fallo, que aceptó en su momento para que "salieran absueltos" su madre y suegros.
Luego de que el Tribunal Oral Federal de Mar del Plata condenara en un juicio abreviado a Gastón Russo (48) por los delitos de “contrabando de estupefacientes en grado de tentativa, tenencia de estupefacientes y lavado de activos“, el hombre asegura ser inocente y apeló la sentencia a la Cámara de Casación Penal.
Gastón Russo es un marplatense de alto perfil. Fue jugador de fútbol, bailarín profesional, actuó para Marcelo Tinelli, Moria Casán e hizo shows de apertura de temporada en los noventa. En esa vida de exposición se casó en Estados Unidos y, según explica, tuvo amoríos con millonarias, que lo llevaron a recorrer el mundo, dormir en los mejores hoteles y manejar autos de alta gama como Ferrari o Lamborghini.
En una investigación encabezada por el Ministerio Público Fiscal de Mar del Plata se lo puso a la cabeza de una supuesta banda de narcotráfico internacional y lavado de activos, que habría operado entre 2009 y 2018 en la que vendían cocaína en la zona y llevaban dólares falsos a Estados Unidos.
Sin embargo, al llegar a juicio se cayeron algunas de las imputaciones, principalmente la de asociación ilícita y el fiscal general ante el tribunal, Juan Manuel Pettigiani, acordó con Russo y el resto de los acusados un juicio abreviado, en el que se reconocieron los hechos imputados. El acuerdo fue convalidado luego por el juez Machado Pelloni. En ese marco, el representante del Ministerio Público Fiscal estimó necesario realizar una serie de cambios respecto de la calificación, la participación y hasta la imputación de algunos de los acusados.
Una de las modificaciones introducidas en el acuerdo tuvo que ver con el desistimiento de la acusación respecto a la imputación formulada a los acusados de conformar y pertenecer a una asociación ilícita, delito por el cual fueron absueltos.
De este modo, Gastón Russo fue condenado a la pena de 6 años de prisión -de cumplimiento domiciliario- por contrabando de estupefacientes en grado de tentativa, tenencia de estupefacientes y lavado de activos. Por estos últimos dos delitos también recibieron penas su hermano Walter Russo y María Luciana Milano a 4 años de prisión; y Cintia Eliana Patri Guerrero y Pablo Ezequiel Castagnino a 3 años de prisión. Cristian Ricardo Palomeque recibió una pena de 2 años como partícipe secundario en el delito de lavado. Milano fue condenada también por tenencia ilegítima de armas.
Por su lado, Carmen Haydee Guerrero y Héctor Luis Patri acordaron una suspensión de juicio a prueba por dos años por el delito de lavado de activos en calidad de partícipes secundarios. En tanto, Noemí Gallo y Fernando Silvestre Dodero fueron absueltos.
Desde el otro lado de la línea telefónica, mientras cumple con su arresto domiciliario, Gastón Russo es contundente: “Soy inocente” y explica: “Me condenan por tenencia de estupefacientes y contrabando porque me encuentran 2 gramos de cocaína en la billetera. No existe desde ningún punto de vista jurídico eso”.
Russo asegura que él se vio “obligado” de aceptar el juicio abreviado para conseguir las absoluciones de sus suegros y para poder volver a ver a su madre.
“La determinación asumida privilegió anteponiendo todo interés individual, para favorecer el estado de situación inminente a mis familiares, que iban a ser víctimas de una vida estropeada aunque no hubiera motivos ni razón.
Era mi única posibilidad en beneficio de mis familiares. Doctrinariamente, tal estado de situación es conocida como ‘alternativa de hierro’, cercenando la libertad a generar el propio perjuicio”, explica Russo en un lenguaje jurídico adquirido durante sus estudios de abogacía en la cárcel de Devoto.
“Yo firmé el acuerdo porque de esa manera salían absueltos mi suegro, mi suegra y mi mamá. Yo hacía dos años que no la veía, tiene 80 años, se puede morir y yo quería abrazarla, besarla y decirle que la amaba”, explica de una manera más llana.
Russo dice que al momento de firmar el juicio abreviado “sintió impotencia” por acceder a algo que él consideraba una mentira. “Tuvo que mantener lo que decían ellos. Yo dije que prestaba conformidad, no que era culpable. Pero no me dejaron explicar mis motivos de esa decisión”, se queja.
“Hay personas detenidas por crímenes que no cometieron y quedaron en el olvido, sin que nadie reivindique su nombre. Yo no quiero terminar de la misma manera, en el olvido. Si pudieron armar semejante causa contra mí, que empiecen a contar la verdad”, dice al respecto del pedido de absolución.
“En mi causa no hay fotos, videos o comunicación en las que se hable de droga. Yo cambiaba dólares, sí. Pero no soy narcotraficante, tomaba y me encontraron con dos gramos, pero en 8 años de investigación no pudieron encontrarme más nada, porque no hay”, expresa Russo.
Russo, representado por su abogado Jonatan Joel Vicente, apelaron la sentencia firmada en el juicio abreviado por considerar que “carece de fundamentación” y pruebas. Además, argumentan que hay una “errónea aplicación de la ley 23,737”, que solo le encuentran dos gramos de cocaína.
Sobre cada punto, Russo y su abogado han presentado pruebas para refutar cada una de las imputaciones, por lo que considera que la Sala IV de la Cámara de Casación Penal fallará a su favor.
“Yo no estoy condenado, apelé, sigo procesado. Y lo voy a ganar y quedar absuelto”, dice Russo, quien firmó un juicio abreviado y ahora busca que esa sentencia sea anulada.