Trabajadores de la salud reclamaron frente al Municipio la inclusión de la profesión en la ley 24.901, que establece los prestadores del Sistema de Prestaciones Básica, una deuda pendiente desde hace 23 años. A nivel local, son más de 3 mil personas paradas por la cuarentena.
Acompañantes terapéuticos llevaron hoy a las puertas del Palacio Municipal un reclamo histórico que, en un contexto de pandemia y aislamiento social, aseguran que no hizo más que profundizar la incertidumbre y precarización laboral en el sector.
Con una ruidosa protesta, un grupo de profesionales de la salud autoconvocados entregaron esta mañana un petitorio al Ejecutivo local para que éste interceda en el pedido de inclusión de la profesión en la ley 24.901, que establece la prestaciones incluidas en el Sistema de Prestaciones Básicas a nivel nacional y, por ende, están habilitadas a trabajar pese al aislamiento social, preventivo y obligatorio.
La carta, dirigida al director de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), Claudio Espósito, exige el impulso de “una resolución de emergencia y provisoria” que nombre “explícitamente” a los acompañantes terapéuticos hasta tanto “la propia ley pueda ser modificada por los órganos con competencia”.
Según advierten los trabajadores, la inclusión de la profesión en el sistema los protegería de las “arbitrariedades de las obras sociales y empresas de medicina prepaga”, a quienes denuncian de “negar cobertura total o parcial” de la prestación. “Se aprovechan de la inexistencia de nuestra profesión en el nomenclador de la ley y toman esta circunstancia legal como argumento a su favor”, indicaron.
Juan Primo, uno de los acompañantes terapéuticos que se manifestaron hoy en Yrigoyen y Luro, aseguró a LA CAPITAL que se sienten “desamparados”. “Las resoluciones de todos los organismos de salud que protegen nuestros derechos no tienen valor para nosotros si no estamos incluidos en la ley, que fue sancionada en 1997, en un momento en el que el rol del acompañante terapéutico recién estaba surgiendo y, por ende, es entendible que no estemos. Pero lo que no es entendible es que, 23 años después, seguimos sin ser mencionados“, indicó.
Al igual que ocurrió con otros sectores, el cierre de centros de día, sumado a las medidas de prevención por la cuarentena, llevaron a que muchos trabajadores no pudieran continuar con sus tareas de la manera habitual.
En el caso de los acompañantes terapéuticos, aseguran que muchos de ellos lograron adaptar el servicio a la modalidad virtual o domiciliaria y dar así continuidad a los planes de trabajo propuestos para el año para sus respectivos pacientes. Sin embargo, denuncian que “esta situación no fue contemplada por parte de las obras sociales y empresas de medicina prepaga”, las cuales se niegan a reconocer el trabajo y abonar por los servicios prestados a los afiliados.
“De todas maneras no se trata de un problema que haya creado la pandemia, sino que la pandemia lo que hizo fue recrudecer y dejar en evidencia la situación precaria en la que ya estábamos”, señaló Primo, quien también agregó que el directorio del Sistema de Prestaciones Básicas de Atención Integral a favor de las Personas con Discapacidad acordó una reunión para tratar el tema el 15 de octubre.
“Pero nosotros no podemos aguantar hasta esa fecha, por eso pedimos la resolución de emergencia y provisoria. Solo en Mar del Plata somos cerca de 3.000 profesionales, pero atrás están las familias, que calculamos 3 o 4 personas por trabajador, y los pacientes. Por lo que hablamos de un colectivo incalculable”, concluyó.