La suspensión para estas actividades se dispuso para los municipios en fase 3 y como General Pueyrredon permanece en la 4, las salas de juego de la ciudad volverán a abrir sus puertas.
Los casinos y bingos de la ciudad volverán a abrir sus puertas, a pesar de que en los últimos días se había informado que las actividades estarían prohibidas en el marco de las nuevas restricciones para evitar la propagación del coronavirus.
Sin embargo, este sábado se aclaró que el cierre de estos establecimiento se había ordenado para los municipios en fase 3.
Entonces, y como General Pueyrredon permanece por el momento en fase 4, se decidió que reabran los casinos y bingos en el distrito.
Conocida la novedad, desde el Casino Central comunicaron que volverán a abrir mañana, en el horario habitual de 10 a 23.
Cabe recordar que la ubicación en cada fase obedece a la situación epidemiológica de los 135 municipios y que semana a semana se reformulan en función de las variables sanitarias.
Para los municipios de la fase 5, que son los que tienen menos contagios, sigue la restricción horaria que va de 2 a 6 de la mañana.
Los de la 4, entre los que se encuentra General Pueyrredon, deben cerrar sus actividades dos horas antes y los de la 3 tienen un cierre de los locales de gastronomía de 23 a 6, una prohibición de circular de las 0 a 6 y un cierre de comercios de 20 a 6.
En esos distritos, que en su mayoría son los del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), además estarán contempladas las restricciones que el Gobierno nacional decidió para los lugares de alto riesgo epidemiológico: suspensión de actividades sociales en domicilios particulares; de reuniones sociales en espacios públicos al aire libre de más de 20 personas y la práctica recreativa de cualquier deporte en lugares cerrados donde participen más de 10 personas.
Además, sólo podrán usar el transporte público de pasajeros trabajadores considerados esenciales, la comunidad educativa y aquellos que ya fueron expresamente autorizados.
Aunque esas medidas no rigen en Mar del Plata, un cambio en las variables epidemiológicas podría derivar en el retroceso a fase 3, lo que significaría la obligación de acatarlas.