Policiales

Abusos sexuales: alarma la cantidad y los pocos recursos para contenerlos

El próximo viernes se estudiará la apertura de dos nuevas oficinas de la Comisaría de la Mujer, en Batán y en Sierra de los Padres, para recepcionar denuncias. Fiscales reclaman más herramientas ante el aumento de casos.

La problemática de los ataques sexuales en Mar del Plata no se detiene y asoma como uno de los flagelos que más se han extendido en los últimos tiempos, y las autoridades judiciales lidian con la falta de recursos humanos para la fase inicial de contención.

Las estadísticas en los rubros de seguridad siempre son difíciles de conseguir pero cuando se trata de delitos contra la integridad sexual de la personas todo se complica mucho más. La propia naturaleza de los hechos, el afán de preservar la identidad de la víctima y la difusión de cualquier detalle de las agresiones, y el celo investigativo producen un manto negro complejo de correr.

Sin embargo, la inquietud de algunos fiscales, que en cada uno de sus turnos ven aumentar la cantidad de casos y que padecen la falta de recursos humanos y estructurales, hizo emerger la situación calificada como “grave” por muchos.

Cada semana se contabilizan no menos de siete denuncias por abuso sexual en sus distintos grados, como el simple (tocamientos) o el agravado (acceso carnal). También se pronuncia en alza el problema de la intrafamiliaridad y se detectan permanentes episodios de ASI (Abuso Sexual Infantil), como el de la semana pasada en la Villa La Palangana.

La Comisaría de la Mujer, por donde pasan indefectiblemente todas la actuaciones iniciales que luego desembocan en un expediente judicial, notó un incremento importante en los últimos tiempos. Aunque en esa dependencia específica se reciben denuncias por violencia de género, maltrato infantil y otros conflictos intrafamiliares, el abuso forma parte de uno de los aspectos con mayor crecimiento. En total, solo un par de años atrás había 250 denuncias por mes y en la actualidad la cifra trepó a los 800 casos.

Situación delicada

Por un lado, la Comisaría de la Mujer cuenta con un gabinete interdisciplinario con abogados, licenciadas en trabajo social y psicólogos, que sirven de contención para las víctimas y también como asesoramiento ante las primeras consultas.

El aumento de la conflictividad obligó a que decida la apertura de dos nuevas oficinas dependientes de la Comisaría de la Mujer, una en Batán y otra en Sierra de los Padres. El próximo viernes llegará a Mar del Plata, la comisaria general Liliana Pineda, quien encabezará reuniones para decidir los tiempos y organizar el lanzamiento de los dos espacios para atender a víctimas de todo tipo de ataque de género, maltrato y sexual en las áreas periféricas del partido de General Pueyrredon.

El Ministerio Público Fiscal, aunque no hubo un pronunciamiento oficial del Fiscal General, Fabián Fernández Garello, busca subsanar los distintos problemas con los que se encuentra al momento de iniciar las denuncias. “No tenemos psicólogos que puedan contener a una víctima cuando declara, no tenemos Cámara Gesell y tenemos que utilizar la de la Asesoría Pericial, y recién ahora se agregó una médica legal para atender casos de abuso sexual”, dijo un funcionario judicial a este medio.

En los últimos tiempos, el cambio cultural impulsado por movimientos femeninos permitió que muchas mujeres se animaran a denunciar y a exponer sus padecimientos. También el avance de las terapias de adolescentes contribuyó a romper barreras psicológicas más fácilmente y por eso suelen verse muchos casos en los que los ataques denunciados datan de varios años.

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