Este martes se extrajeron muestras de sangre de los cinco imputados para cotejarlas con los perfiles genéticos obtenidos en la evidencia.
El hombre que denunció el 1 de enero último que su hija había sido violada por un grupo de cinco jóvenes en un camping de Miramar deberá declarar este miércoles ante la fiscal de la causa Florencia Salas.
Será una jornada clave no solo por ese testimonio sino también porque se espera que desde la Asesoría de Menores se informe si la menor de 14 años está en condiciones de participar de una rueda de reconocimiento con los cinco imputados.
La fiscal Salas investiga un caso complejo en el que el objeto procesal es el presunto abuso sexual agravado de una adolescente durante los festejos de Año Nuevo en el camping El Durazno de Miramar. Desde la madrugada del primer día de 2019 están detenidos Lucas Pitman, Tomás Jaime, Roberto Costa, Juan Cruz Villalba y Emanuel Díaz, pese a que solo los dos primeros reconocieron haber tenido relaciones sexuales con la adolescente. Todos ellos tienen edades que van de los 21 a los 23 años.
De acuerdo a la denuncia inicial, los padres de la menor salieron a buscarla de madrugada luego de no encontrarla en el bungalow donde se alojaban y finalmente la hallaron en la carpa del sector D del camping.
Los estudios médicos confirmaron dos lesiones compatibles con abuso sexual en la adolescente y ese es uno de los principales elementos con los que cuenta la fiscalía para sostener la acusación.
Lo gravitante de la comparecencia del padre de la menor radica en que fue una de las primeras personas que llegó a la carpa donde se encontraba su hija.
Peritajes genéticos
Una de las pruebas más esperadas en este expediente es la de los análisis de ADN que compararán los perfiles genéticos obtenidos de las prendas de vestir de los imputados y del lugar del hecho (la carpa en la que pernoctaban) con las muestras de sangre. Al respecto, en la tarde de este martes en el complejo Juan Vucetich se realizaron las extracciones y ahora la Asesoría Pericial de La Plata determinará la fecha para el cotejo.
El estudio de ADN permitiría descartar, en sintonía con la valoración del testimonio de la víctima, a algunos de los imputados. Aunque existe un celoso silencio en torno a la causa, pudo saberse que la fiscal Salas podría diferenciar el tipo de intervención que tuvo cada uno de los jóvenes en los hechos que investiga. Por ello es que al saberse quiénes son los aportantes de material genético (semen o saliva) se echaría un poco más de luz sobre la situación de los demás.
También se aguardan los resultados de las pericias toxicológicas, descartada ya la circunstancias de que tanto los imputados como la víctima denunciante hayan ingerido bebidas alcohólicas. En realidad, el negativo en alcoholemia de los cinco jóvenes podría haber sido causado por la demora en el estudio inicial.