Policiales

Absuelven por legítima defensa a dos hermanas acusadas de matar a un hombre

Se trata de Lucía y María Ojeda, acusadas de cometer el homicidio de Julio Villarreal, un hombre que había entrado a su casa del barrio Santa Mónica.

El tribunal en lo Criminal N°4 integrado por Fabián Riquert, Gustavo Fissore y Federico Cecchi absolvió a las hermans Lucía y María Ojeda en el juicio que se les siguió por el asesinato de Julio Villarreal (42), ocurrido en diciembre de 2021.

Las hermanas habían llegado en libertad al debate oral que impulsó la Fiscalía Nº 7, cuando estaba a cargo de Leandro Arévalo, ahora bajo el mando del fiscal Carlos Russo. Precisamente Russo consideró en el juicio que Lucía Ojea actuó en legítima defensa después de haber recibido, primero, un disparo efectuado por el hombre. También sostuvo que no se probó que María Ojea hubiera participado del hecho. Y retiró la acusación.

Por su parte, Osvaldo Verdi, el abogado de la familia de Villarreal, había indicado que las acusaciones estaban fundadas, mientras que el defensor de las hermanas, Mariano Ayesa, había pedido la absolución por legítima defensa.

De acuerdo a la misma descripción del hecho realizada por la fiscalía cuando a su cargo estaba Arévalo, el 26 de diciembre de 2021, entre las 22.30 y las 23.10, en el patio interior de la casa de Ortiz de Zárate 8150, las dos hermanas, al advertir la presencia de Villarreal le dispararon con un revólver calibre 38.

Villarreal era conocido como “El Oreja” y se había evadido de prisión cayó desplomado y luego la autopsia confirmaría tres disparos y una lesión cortante en la cabeza.

Como la policía fue convocada al menos una hora después, el revólver calibre 22 que tenía en su poder generó dudas en los investigadores, como también el disparo en la mano izquierda de Lucía Ojea, quien estaba embarazada.

Los interrogantes surgieron porque en la vivienda donde ocurrieron los hechos funcionaba un kiosco destinado a la venta de drogas, según consta en la acusación. La familia de las hermanas Ojea había atravesado por momentos de extrema violencia, todo vinculado a la venta de estupefacientes.

Por ejemplo, Lucía Ojea tenía 20 años cuando perdió a su madre. María Asunción Pinna (53) era ella y el 13 de agosto de 2018 estaba en otra vivienda de la misma cuadra, allí en Ortíz de Zárate al 8000. La mujer cumplía arresto domiciliario en el marco de una condena por “tenencia de estupefacientes con fines de comercialización” tras haber sido detenida en septiembre de 2015 con más de un kilogramo de marihuana.

Pinna estaba en la casa cuando se acercaron dos jóvenes en motocicleta y uno de ellos llamó a la puerta. La mujer se asomó y recibió al menos dos disparos, uno de ellos en el rostro y otro en el tórax.

Otra de las hijas de Pinna declaró que había sido un intento de robo, versión similar a la que algunos familiares de Lucía Ojea dieron en torno al crimen de Villarreal. Pero el fiscal de aquel caso resultó ser, casualmente, Arévalo, quien no se apartó de la hipótesis del “ajuste de cuentas”.

Pinna estuvo internada en el HIGA desde el 13 de agosto hasta el 1 de septiembre de aquel año, cuando se confirmó su fallecimiento. Un joven se entregó días después y admitió haber sido el autor de los disparos contra la mujer.

Te puede interesar

Cargando...
Cargando...
Cargando...
open sidebar