Sucedió en Estados Unidos. La mujer podría enfrentar una pena de prisión perpetua.
Dicen que Amelia Di Stasio, de 23 años, creía que a su hijo Antonio, de cuatro años y con autismo, le gustaba comer carne humana. Por eso, en una de sus últimas búsquedas en su celular, hurgó en las “maneras de matar a un caníbal”.
Eso es lo que sospecha la policía de Milwaukee, Wisconsin (Estados Unidos), que investiga la muerte de Antonio, a quien su madre asesinó de una manera brutal: lo quemó con aceite en la bañadera de su casa. Luego, intentó prender fuego la vivienda, pero los vecinos alertaron a la policía y la encontraron vagando por el barrio.
Según los vecinos, antes de morir el chico gritaba: “Mamá, por favor, no volveré a hacerlo”. También escucharon los gritos de la madre para que Antonio se callara. Finalmente, lo encontraron con una bolsa en la cabeza y las manos atadas con siete cinturones a la espalda.