El presidente de la UCR bonaerense aseguró que aspiran a liderar la alianza opositora y defendió el rol del radicalismo en los últimos años. "Pasó de ser un partido testimonial, a uno que quiere volver a ser gobierno", dijo.
Por Hernán Kloosterman
Maximiliano Abad llegó a Mar del Plata cuando tenía tres años. La enfermedad que atravesaba su hermano mellizo obligó a la familia a dejar la tranquilidad de Ranchos para mudarse a una ciudad con mayor tecnología hospitalaria.
Con una marcada tradición radical en la familia, no fue sorpresa que a los 14 años empezara a militar en la Juventud Radical. La Facultad de Derecho, la Franja Morada, la Federación Universitaria y dos períodos en el Concejo Deliberante fueron los pasos obligados para llegar a la Cámara de Diputados bonaerense en 2015. Hoy, a los 43 años, Abad disfruta del triunfo en la interna partidaria que lo ubica como presidente de la UCR en la provincia de Buenos Aires. Y que lo consolida en un lugar de privilegio dentro de la alianza opositora.
“Pretendemos ser la columna vertebral de la coalición opositora. El radicalismo debe ocupar el lugar progresista en el espacio”, reflexiona ante LA CAPITAL, días después del triunfo de su lista sobre la que encabezaba Gustavo Posse.
“Vamos a sostener la unidad de la coalición opositora y vamos a trabajar para ampliarla”, analiza sobre el impacto del triunfo partidario en el armado opositor. Y advierte: “Nosotros aspiramos a liderar la coalición y vamos a trabajar para que haya un presidente y un gobernador radical en 2023”.
– En lo personal, ¿con qué te ilusionas?
– Me ilusiono con un radicalismo fuerte. Porque cuando hay radicalismo, hay hombres y mujeres que defienden la libertad, la igualdad, el federalismo, la república, las instituciones y son hombres predispuestos a tenderle una mano al que más lo necesita.
– ¿Cómo evaluás la actualidad de la alianza opositora hoy?
– La alianza tiene que avanzar en la institucionalización. Ese es el lugar donde se deben establecer las posiciones políticas, desde donde deben surgir los programas electorales y donde se deben administrar los conflictos propios de una coalición de partidos. Creemos que la etapa que viene es la de una fuerte institucionalización de la coalición en el ámbito nacional, provincial y municipal
– ¿Cómo creés que se van a sintetizar los diferentes perfiles que hay?
– Es una coalición de partidos donde hay distintas posiciones sobre algunos temas. Hay distintos perfiles y partidos que vienen de culturas e idiosincrasias distintas, pero es una unidad estratégica para que haya equilibrio en el sistema político, para que se pueda construir alternativa y alternancia. Por eso es indispensable, independientemente de algunas diferencias, establecer un sistema de institucionalización de la coalición y tener un programa porque son los marcos en los que se van a mover los dirigentes en el momento de buscar espacios de representación.
– ¿Cuál es tu mirada sobre el rol del radicalismo durante el gobierno de Cambiemos?
– Que el radicalismo en los años previos al 2015 en la provincia era un partido con pocos intendentes, concejales y consejeros, con una juventud radical desorganizada, con pocos diputados y con bloques legislativos débiles. Entre el 2015 y 2019, el radicalismo pasó de tener 11 a 32 intendentes, de dos diputados nacionales, a seis. Hay concejales y consejeros escolares en todos los distritos de la provincia, una juventud radical activa y bloques legislativos fuertes.
Es un partido que pasó de ser testimonial, a uno de poder que nuevamente quiere volver a ser gobierno. Sobre esa puesta en valor es que tenemos que construir el futuro del radicalismo.
– ¿Y cómo vislumbrás ese futuro?
– Ese futuro es de un partido basado en ideas, organización y nuevos liderazgos. Ideas, porque el radicalismo no puede vivir mirando el espejo retrovisor. Organización política porque pretendemos ser la columna vertebral de la coalición opositora y abrazarnos a liderarla en el futuro. Y nuevos liderazgos porque lo requiere la Argentina, la provincia y nosotros los tenemos en la UCR. Los nuevos liderazgos no tienen que ver con la edad sino con la actitud frente a la sociedad. Son de aquellos que trabajan todo el día por una Argentina justa, solidaria y fraterna. Por eso, nos llena de orgullo cuando Luis Brandoni, con 80 años, sale a defender la república, la institucionalidad y el federalismo.
– Entonces, ¿es injusta la crítica que hacen desde sectores del partido que ubican a la UCR como “furgón de cola” del PRO?
– La fortaleza de un partido político no es una foto sino una película. Por eso hay que saber de dónde veníamos, dónde estamos y hacia dónde vamos.
Vamos hacia ese radicalismo del futuro que va a construir nuevos liderazgos. Queremos que el radicalismo se abrace en el futuro a liderar la coalición para tener un gobernador y un presidente radical.
– ¿Cómo repercute el triunfo a nivel local?
– Estoy muy feliz por el triunfo de la lista que lleva a Ariel Martínez Bordaisco como presidente que es la expresión más genuina del radicalismo en Mar del Plata, pero fundamentalmente, de un partido de poder que tiene mucho para aportarle a Mar del Plata y Batán.