La remodelación que le cambiará la cara progresa a paso firme. Se ampliará la terminal de pasajeros lo que permitirá operaciones más ágiles.
por Hernán Kloosterman
“Luego de muchos años de no recibir inversión ni prioridad, Mar del Plata es hoy protagonista de la revolución de los aviones”. La frase la pronunció el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, hace poco más de un año al anunciar la remodelación y ampliación de la terminal de pasajeros del aeropuerto Astor Piazzolla.
Las obras, con una inversión cercana a los 250 millones de pesos, están a cargo de Aeropuertos Argentina 2000 y avanzan a paso firme. Tal es el ritmo de trabajo que antes de fin de año, el aeropuerto de Mar del Plata lucirá remodelado, según informaron a LA CAPITAL fuentes del Ministerio de Transporte.
Después de más de un año de trabajo, las obras le cambiarán la cara a un lugar que cada vez cobra más relevancia: de la mano del aumento en la cantidad de vuelos, el aeropuerto tiene cada vez más actividad.
La obra que está en marcha consiste en la remodelación y ampliación de la terminal de pasajeros para brindar operaciones más ágiles y eficientes, mejorar el servicio y otorgar mayor confort.
Además de la obra en la terminal, en el aeropuerto se hicieron importantes mejoras en tecnología para una mayor seguridad en las operaciones, especialmente en situaciones de visibilidad reducida (nuevo sistema de aterrizaje por instrumentos) y en los días de tormenta eléctrica (sistema de detección de rayos).
Los trabajos en la terminal de pasajeros comenzaron a fines de septiembre del año pasado y está previsto que terminen en la segunda mitad de este año. Las obras tienen un impacto en la generación de trabajo. Se estima que hasta el momento se crearon alrededor de 320 puestos entre directos e indirectos.
La nueva terminal
La superficie de la terminal crecerá unos 746 m2, pasando de los 4.000 actuales a 4.746 m2 (esto incluye el núcleo de circulación vertical y el puente que conecta la terminal con la manga).
Además, se agrega por primera vez una manga, más el puente conector y el núcleo de circulación vertical. Esto permitirá posicionar al aeropuerto de manera distintiva, mejorando los flujos y los accesos rápidos y cómodos a las aeronaves, además de brindar seguridad a las operaciones aeroportuarias.
Por otra parte, se van a flexibilizar y aumentar los espacios. Para esto, se unificarán las salas de embarque internacional y de cabotaje, que podrán ser divididas si hay dos vuelos (nacional e internacional) que embarquen al mismo tiempo. Lo mismo ocurrirá con las salas de arribos de cabotaje e internacional. Esto va a permitir un buen aprovechamiento de las salas. Por ejemplo, si una sala de embarque de vuelos internacionales no está siendo utilizada durante un lapso de tiempo, y podrá ser aprovechada por los pasajeros que deben embarcar vuelos de cabotaje durante ese tiempo.
En la planta baja de la terminal se mantendrán los accesos y se reubicarán la zona de preembarque y los arribos internacionales y domésticos. También habrá una sala de control de aduana en el sector internacional y el control de la Policía de Seguridad Aeroportuaria SA para las operaciones domésticas. Se completa la planta con las oficinas de control correspondiente: Migraciones, Aduana, PSA, Senasa y las restantes de apoyo operacional (en este sector previamente estaba la confitería, que será reubicada). En tanto, se va a reubicar la confitería para llevarla al hall de la zona pública y se la va a renovar y modernizar.
Embarques
En la sala de embarque de vuelos de cabotaje la superficie de la sala aumenta 240 m2; llegando a una superficie total de 440 m2. Se incorporará una puerta de embarque a la que ya existía y se construirá una nueva batería de sanitarios.
Por otra parte, en la sala de embarque internacional la superficie de sala aumenta 17 m2; completando 280 m2. También habrá 2 nuevos puestos de control en migraciones; con lo que se aumentará a 4 el número y se construirá una nueva batería de sanitarios.
Además, en la sala de retiro de equipaje internacional habrá 2 nuevos puestos de control de Migraciones.
También se reacondicionará la sala de retiro de equipaje doméstico y se relocaliza la cinta para permitir flexibilizar salas.
El crecimiento
El aeropuerto de Mar del Plata tuvo un notable crecimiento en los últimos años en el volumen de pasajeros: fue uno de los aeropuertos de mayor crecimiento del Sistema Nacional (SNA). Mientras que en 2017 pasaron por la estación 285.289 pasajeros; en 2018, tan solo de enero a agosto, lo hicieron 343.784 pasajeros; es decir, un 21% más. Entre 2016 y 2017, el aeropuerto había crecido ya en volumen de pasajeros un 41%.
Por otra parte, en lo que refiere a la temporada alta de verano, durante los meses de enero y febrero de 2018 el flujo de pasajeros se incrementó un 51% sobre el registrado el año anterior (2017).
El aeropuerto de Mar del Plata forma parte del Corredor Atlántico de Aerolíneas Argentinas (formado por los aeropuertos de Ezeiza, Mar del Plata, Bahía Blanca, Trelew, Comodoro Rivadavia y Ushuaia), lo que le da una conexión internacional con el Aeropuerto de Ezeiza. Conecta distintos puntos del país: Buenos Aires, Bahía Blanca, Bariloche, Chapelco, Comodoro Rivadavia, Córdoba, Mendoza, Neuquén, Rosario, Tucumán, Santa Fe, Santa Rosa, Trelew y Ushuaia.
Operan dos nuevas líneas aéreas: Avianca y LASA Líneas Aéreas, que se sumaron a Aerolíneas Argentinas y Andes. La apertura de las rutas de LASA le otorgan una conectividad al territorio, este-oeste, de la costa Atlántica a la cordillera patagónica, sin necesidad de pasar por Buenos Aires. LASA también tiene conexiones internacionales, llegando hasta el sur de Chile.
Más tecnología
En Mar del Plata y en otros 17 aeropuertos del país se instaló el Servicio de Detección de Descargas Eléctricas. Se trata de tecnología norteamericana para proteger al personal de tierra de los aeropuertos en caso de actividad eléctrica, y mejorará los tiempos de las operaciones.
El sistema brinda información con alertas detectando los rayos que se producen tanto entre nubes como aquellos que tienen impacto en tierra, e informando dónde se producen las descargas (ubicación geográfica con una precisión menor a 175 metros). Dichos datos permitirán estimar el efecto que dichas descargas podrán tener sobre los aeropuertos y sus operaciones.
Ver además:
– Dietrich: “Luego de años sin inversión hay en Mar del Plata una revolución de los aviones”
– La evolución de la terminal construida para el Mundial ’78