Policiales

A una semana del hundimiento de la lancha, no hay rastros de los pescadores desaparecidos

Prefectura Naval y la Armada Argentina recorrieron 1.763,30 millas náuticas cuadradas con medios aéreos y de superficie durante 133 horas. Martín Parodi e Iván Kohen continúan desaparecidos. La "Proa al Sol II" se hundió a 30 millas náuticas de la costa de Mar del Plata.

Se cumple una semana desde que la lancha deportiva “Proa al Sol II” se hundió a 30 millas náuticas de la costa de Mar del Plata y el operativo de Prefectura Naval y la Armada Argentina para hallar a los pescadores desaparecidos, Martín Parodi e Iván Kohen, continúa con medios aéreos y de superficie.

Hasta el momento, han recorrido una superficie de 1.763.30 millas náuticas cuadradas para dar con Parodi y Kohen, lo que equivaldría a haber realizado un operativo de búsqueda en un área 76 veces la superficie de la ciudad de Mar del Plata.

Desde el primer día, Prefectura y la Armada han desplegados barcos y aviones, en un operativo de búsqueda que ya lleva 133 horas activo.

Este sábado a la mañana volvió a zarpar el Guardacostas Buenos Aires y, por protocolo, se solicitó también a las embarcaciones próximas a la zona que realicen búsqueda de superficie. De concretar algún tipo de hallazgo, lo informarían inmediatamente a Prefectura.

El operativo de búsqueda sigue con acciones diarias y si bien no tendrá un cese definitivo, tampoco seguirá eternamente por una cuestión de recursos y protocolos. Luego, Prefectura realizará acciones aperiódicas y mantendrá vigente la solicitud de asistencia de embarcaciones que circulen por la zona.

El sábado 13 de julio, a las 21.45, lancha de pesca deportiva “Proa al Sol II”, en la que iban Parodi, Kohen y Nicolás Banza, emitió una señal de alarma de emergencia que le llegó al Comando de Tránsito Marítimo, cuando estaba a unas 30 millas náuticas de la costa de Mar del Plata.

De inmediato se activó el protocolo de búsqueda y rescate, coordinando con el Subcentro Coordinador SAR Mar del Plata (PNA) que alistó al Guardacostas “Buenos Aires” y un helicóptero. Asimismo, se alertó a las embarcaciones en zona para que efectúen búsqueda visual y de radar.

A las 23.49 hs, el buque mercante NKR “Alice” informó que encontró un casco semihundido con una persona sobre él. Minutos después, arribó el helicóptero de Prefectura Naval Argentina, que realizó el rescate extraordinario de Banza, en estado de shock hipotérmico, que fue trasladada al Hospital Interzonal General de Agudos.

Ese operativo fue extraordinario, ya que no es habitual que se hagan aeroevacuaciones nocturnas, por el peligro que conllevan para los rescatistas.

Sentí una sensación muy fea, pensaba que me moría a cada rato… Vi cómo se hundía una persona al lado mío”, contó Nicolás Banza a LA CAPITAL y agregó: “Recién me di cuenta de que ya había pasado cuando el helicóptero tocó tierra. Pero durante las cuatro o cinco horas que estuve en el agua, pensaba cada dos minutos que me moría… Si no era de hipotermia era porque se me hundía el barco o porque no me iban a salvar”, expresa, aún sorprendido.

La Armada Argentina destacó al patrullero oceánico ARA “Contraalmirante Cordero”, perteneciente a la División Patrullado Marítimo, que se encontraba de guardia SAR (Búsqueda y Rescate) y a 6 horas en la Base Naval Mar del Plata, para brindar apoyo a la búsqueda del resto de los tripulantes. También se sumó una aeronave TC-12B Beechcraft Hurón de la Escuadrilla Aeronaval de Vigilancia Marítima.

También han participado de la búsqueda el patrullero oceánico ARA “Piedrabuena”, que zarpó de la Base Naval Mar del Plata.

Investigación y ramificaciones

Según la reconstrucción del caso que realiza ahora la Justicia Federal, Banza conocía a Kohen desde hace algunos meses, cuando se mudó a Mar del Plata para trabajar con su novia en el hostel que ella y su padre tienen en el centro. A Parodi, en cambio, lo había tratado sólo dos días antes, al reunirse para organizar la nueva travesía.

El objetivo, ya a esta altura quedó claro, no era deportivo a pesar de que la embarcación no estaba habilitada para acciones comerciales. Iban a buscar chernia, principalmente para vender en tierra.

Otro navegante que ya había sido parte de estos viajes estuvo a punto de subir a la Proa Al Sol II y, según trascendió, decidió no hacerlo porque sabía poseía un desperfecto que, anteriormente, ya les había dado un susto: la bomba de achique, el artefacto que sirve para desagotar el agua cuando se filtra en el interior de la lancha, fallaba constantemente. Y no había sido repuesta ni reparada.

La embarcación estaba preparada para cargar, como máximo, 300 kilos. Sin embargo, por un cálculo que hizo Banza al declarar en sede judicial ante el fiscal Santiago Eyherabide, se sospecha que contenía alrededor de media tonelada sólo de pescado.

Cerca de las 21.45, cuando ya estaban de regreso, Parodi descubrió lo peor: una manguera de la bomba de achique se había desprendido y el agua comenzaba a cubrir casi todo el habitáculo, lo que provocó el hundimiento de la lancha.

En los próximos días, la Fiscalía Federal ordenará pedidos de información documental. También tomará más declaraciones testimoniales en el marco de la expediente que hasta el momento fue caratulado “Averiguación causales naufragio”.

De acuerdo a los datos que pudo obtener este medio, no se descarta que existan ramificaciones del caso y que la Justicia Federal pida intervención a otros organismos para iniciar otra investigación que permita determinar la existencia de negocios vinculados a la pesca comercial ilegal en la ciudad. En ese sentido, trascendió que podrían tomar parte en tal pesquisa la AFIP y la propia autoridad naval.

 

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