El documental dirigido por Sebastián Hermida muestra el regreso del "maestro" a Villa Cañás en un emotivo recorrido en el que disfruta de los recuerdos, sus amigos y devolver el cine al pueblo.
Se estrena este lunes, 17 de agosto, el documental “Cine de Pueblo, una historia itinerante”, de Sebastián Hermida, al cumplirse un año del fallecimiento del querido José Martínez Suárez, cineasta, maestro de directores e hijo dilecto de Villa Cañás, el pueblo santafesino que lo vio nacer y, desde 2008, presidente del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
El documental se vio en la sección Panorama del 17° Bafici, y ahora se estrena en la plataforma del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), Cine.Ar con acceso gratuito en todo el país.
Se trata de un material muy emotivo en el que Hermida, junto a Mario Sábato y Cristian Bernard, acompaña a “Joselo” en su regreso al pueblo, en el marco del Festival Itinerante de Cine de Mar del Plata y la reapertura de una sala de cine, que se convirtieron en la oportunidad de volver a transitar las calles que lo vieron crecer.
José Martínez Suárez, Joselo, vuelve en septiembre de 2009 para reabrir ese viejo cine a un montón de niños que lo esperan expectantes y se sumergen en una novedad que los cautiva.
Pero también visita clubes de fútbol y bares, hasta los bomberos voluntarios y una fábrica de helados. Recuerda entrañables momentos junto a sus amigos, su escuela, sus calles, su casa natal y el recuerdo de los años felices de la infancia.
Además, sigue demostrando y transmitiendo su pasión por el cine, con una sencillez y humildad notorias a las pequeñas que aprovecharon su visita para hacerle preguntas para sus trabajos escolares.
“Hoy no se ve mucho el uso de esa sutileza dramática y lingüística en general, fue un adelantado”, lo define Sebastián Hermida, quien fue testigo directo y registró con su cámara, cada emoción, cada gesto, cada recuerdo del “maestro” en ese retorno.
“Mi intención fue dejar testimonio audiovisual de un personaje relevante de nuestra cultura nacional, quien dejó su huella no sólo como director sino también como Maestro de Maestros, con el deseo de que las nuevas generaciones de cineastas, artistas y público en general conozcan y valoren la trayectoria de una personalidad tan rica”, aseguró.
– ¿Qué te llevó a preparar este documental? ¿Ya en ese viaje a Villa Cañás en 2009 sabías que ese material que estabas registrando iba a tener ese destino?
– Cuando uno conoce a José sabe que siempre algo fuera de lo común puede suceder y te puede sorprender. Y con todas las premisas que se avecinaban antes de llegar a Cañás, había que estar atento. Por ejemplo, se iba a reabrir el viejo cine y cientos de niños verían por primera vez películas en pantalla grande, íbamos a conocer su escuela, sus club y se iba a reencontrar con sus queridos amigos. Por lo tanto, no era muy difícil intuir que ese viaje era muy especial para José. Y así sucedió. Lo único que tuve que hacer es llevar la cámara con muchos casetes de Dvcam y tratar de no apagarla nunca, incluso mientras desayunábamos.
Aclaro, hablo en presente cuando me refiero a José, porque siempre está con nosotros. Probablemente escondido en una sala.
– ¿Cómo ha sido el recorrido, el feedbak que has tenido en las proyecciones hasta ahora?
– Las primeras funciones fueron en Bafici. Y las devoluciones siempre estuvieron cargadas de emoción. Nunca nadie había visto a José en Cañás, siempre era un misterio. ¿Existía Cañás en realidad? Sí, claro. Y es preciosa. Luego hubo una función a sala llena en el Gaumont de la mano de Ale Sanmaritano y más adelante en Cañás también, en el día del cumpleaños de José, donde se inauguró con una placa la sala Joselo Martínez Suárez, como lo llaman a José por sus pagos. Dicha placa fue un hecho colectivo llevado adelante por todos sus alumnos. El estreno oficial es ahora, 2020, ya que el documental tiene un nuevo corte, nueva mezcla de audio de Santiago Rodríguez y nuevas bandas musicales, de la mano de Pablo Borghi.
– ¿Qué importancia creés que tiene que llegue a la plataforma Cine.Ar?
– A José le hubiera encantado (creo) que el material esté alojado en esta plataforma. Un espacio nacional, gratuito y nuestro. A mí también me llena de alegría que Cine de Pueblo comparta cartelera con un catálogo de producciones sensacional como el que presenta Cine.Ar PLAY. Además, los contenidos se pueden ver desde cualquier parte del mundo.
– ¿Qué aprendiste de José en ese viaje? Porque era un libro abierto, sólo estar cerca de él era un aprendizaje.
– Cuando él llegó a Villa Cañás, dejó de ser Martínez Suárez para convertirse en Joselo. Con sus amigos se tuteaban, cosa que me dejó perplejo. ¿Qué aprendí? Que la infancia es el hogar de uno. Ya lo sabía, pero verlo reflejado en un hombre de 83 años, en ese momento, con esa emoción por contar anécdotas con esa vitalidad única y contagiosa que desplegaba a cada paso, me lo dejó más claro todavía.
– Una de las características que lo hacen enorme a José es su capacidad de transmitir de forma sencilla cuestiones complejas y profundas ¿Coincidís?
– Un sabio. Sí, de acuerdo.
– Tuviste oportunidad de acompañarlo en varios Festivales de Mar del Plata ¿Cuál es tu visión de lo que José significa para el festival? ¿Y lo que el Festival significó para él?
– José dejó que yo formara parte de un equipo a la cabeza de los guiones y la dirección de cuatro ediciones del Festival. Eso, todavía hoy, creo que fue un riesgo para él por nuestra amistad y una gran palmada en el hombro para mí. Los dos, por suerte, ganamos.
José logró que las estrellas fuesen las películas. Pero además, con su personalidad arrolladora, la gente y el mundo del cine lo quería ver a él. Cosa rara en los festivales. Salvo a De Niro y vaya a saber a quién otro, ¿cuándo viste que la gente quiere ver, hablar o escuchar al presidente de un festival? Bueno, en Mar del Plata Film Fest lo querían ver a él. Fue el alma de todas las ediciones que presidió, fue un ejemplo de trabajo y hubo cine para todos los gustos: cine arriesgado, nuevas miradas, historias simples y potentes a la vez, cine que reivindicaba el pasado, y siempre respetando a los programadores. Veía el 99% de las películas que llegaban de todo el globo terráqueo, hasta los cortos. Eso era estar en los detalles y trabajar en serio.
José significó un sello de calidad. El sentía que el festival era suyo. Se puso la camiseta debajo de sus impolutas camisas bordadas con sus iniciales JMS. En el Festival, y en la vida, se lo extraña. Pero se lo recuerda con todo cariño. Día a día.
“Maestro para todos”
“Martínez Suárez para el cine, Joselo para Cañás, Pepe para la familia, Maestro para todos”, lo define el director Sebastián Hermida en el epígrafe del documental.
El querido maestro, con quien espectadores, actores, directores, trabajadores… con quien todo el mundo, en fin, quería sacarse una foto o intercambiar algunas palabras al cruzárselo en las proyecciones y actividades especiales durante los Festivales de Mar del Plata.
“Las historias siempre comienzan de un hilo muy fino que se va engordando hasta convertirse en cordel, eso se llama ingenio, capacidad deductiva. Es el primer paso para saber hacer cine, una vez que tienen el argumento, la película está hecha, sólo les falta rodarla”, explica a unas niñas que abren los ojos enormes, escuchando al maestro que piensa con detenimiento cada respuesta y que a lo largo de su estadía en su pueblo de Santa Fe, pasa de definiciones existenciales hasta anécdotas con Luisina Brando y Alberto de Mendoza.
Director, guionista, productor y profesor de cine, nació en 1925. Hermano de Mirtha y Goldie, José Martínez Suárez tiene una filmografía que incluye El crack, Dar la cara, Los chantas, Los muchachos de antes no usaban arsénico y Noche sin lunas ni soles. Realizó infinidad de comerciales publicitarios y documentales. Entre 1962 y 1967 se radicó en Chile y abrió la productora Emelco.
Los muchachos de antes no usaban arsénico (1976) fue elegida representante Argentina para competir por el Oscar de la Academia.
En el documental de Hermida el propio José cuenta anécdotas de su infancia, recuerda a su familia, confía detalles detrás de algunas de sus películas, comparte recuerdos de filmación de algunas escenas emblemáticas de su filmografía, sus experiencias con algunos actores.
Para conocerlo más a fondo, el propio Hermida recomienda dos libros: Estoy Hecho de Cine, de Mario Gallina, y Fotogramas de la memoria, encuentros con José Martínez Suárez, de Rafael Valles. También otro documental, Soy lo que quise ser, de Betina Casanova y Mariana Scarone.
Sobre el director
Sebastián Hermida estudió producción con Dov Simens, dirección de actores con Alejandro Doria, cinematografía con José Martínez Suárez y guión con Fernando Castets, Juan Campanella y Aída Bortnik.
A los diecinueve años dirigió su primer comercial e hizo más de trescientas piezas para importantes clientes nacionales y multinacionales.
Su cortometraje, Ring-Raje, participó en el Festival de Cine Latinoamericano en Los Angeles (Hollywood), fue nombrado de Interés Cultural por la Secretaría de Cultura de la Nación Argentina y exhibido en la televisión nacional y la televisión por cable.
Su corto Future fue la única producción en Argentina y la cuarta en toda América finalista en el festival internacional de rock “We Art Water Film Festival 2018”, seleccionado entre 2.400 cortometrajes de 127 países. Sus otros cortometrajes participaron en Irán, Australia, España, México, Egipto, Japón y Brasil.
Participó como actor en el largometraje Las Manos de Alejandro Doria, ganador del Goya. Realizó cuatro campañas del Festival de Cine de Mar del Plata e hizo documentales para festivales internacionales de cine.
Ha filmado más de doscientos comerciales. Hoy dirige su productora HermidaMovies y “Cine de Pueblo, una historia itinerante” es su primer largometraje.
Mirá el trailer de la película: