Santamarina le igualó en la última jugada del partido. Schlotthauer perdió la chande de oro de liquidar el partido con una ejecución anunciada y débil de un penal en el minuto final de los noventa reglamentarios. Y cuando iban siete agregados la visita aprovechó una desatención defensiva para llevarse un punto inesperado.
por Sebastián Arana
“Lo peor en estos casos es la cara de b… que te queda”, solía afirmar el inolvidable “Gato” Mignini. Algo de eso le ocurrió a Kimberley en el final del partido. Ganaba 1-0 un partido siempre complicado y le cayó del cielo la chance de oro para liquidarlo con un penal innecesario de Romat a Schlotthauer. Pero el delantero kimberleño lo ejecutó tan mal que dejó con vida a un Santamarina que aprovechó un mal posicionamiento defensivo en la última jugada para llevarse a Tandil un 1-1 que ya parecía imposible.
El resultado le impidió a Kimberley sacarle una diferencia casi decisiva a tandilenses y demás aspirantes a ingresar en la zona de clasificación del Grupo A del Torneo Federal de fùtbol. Y, además, una preocupación adicional para el futuro dadas las salidas por distintos problemas físicos de Hernán Sosa y Mateo Rinaldi.
El empate, por la forma en la que llegó, fue inesperado. Pero, en modo alguno, un disparate. Kimberley nunca terminó de sentirse cómodo en la lluviosa mañana dominguera y casi en ningún momento le impuso condiciones a su rival.
Santamarina, si bien “liviano” en los últimos metros, discutió la posesión de la pelota de igual a igual. Doñate, además, aguantó bien de espaldas al arco y brindó aire y apoyo a la tarea de los volantes.
La mayor presencia en el medio de los tandilenses obligó paulatinamente al retroceso de Iriarte (reemplazante de Schlotthauer en el centro del ataque), Goiburu y Ullúa para equilibrar esa pelea.
Así salió un primer tiempo equilibrado y con oportunidades para los dos. Ullúa y Sosa, del lado local, desviaron dos remates desde buena posición en el primer cuarto de hora.
Galabert, por su lado, “pifió” desde la puerta del área tras un pivoteo de Doñate y más tarde Domínguez cabeceó por arriba un tiro libre de Martínez cuando Báez había fallado en su intento de cortar el envío y el arco estaba desprotegido.
Hasta que, a los 30′, Kimberley llegó al gol. Roselli, tras pelota a parada a favor, cortó un intento de contra rival y cedió a Loscalso, quien envió un centro preciso al corazón del área. Rinaldi, que no había retrocedido, lo conectó con un cabezazo perfecto y marcó el 1-0.
Santamarina, en desventaja, no encontró la fórmula de inquietar a un Kimberley que lo esperó con orden. Duiliio Botella, el DT visitante, cambió todo del medio hacia arriba entre el entretiempo y el primer cuarto de hora del complemento. Pero ni encontró profundidad y, como si fuera poco, perdió los pivoteos de Doñate.
El equipo local tampoco se hizo dominador. Aunque el regreso de Santiago Vásquez le dio un socio a Leonel Iriarte, el más claro a la hora de jugar. Y el ex Independiente de San Cayetano perdió un par de ocasiones de contra tras sendas combinaciones con el “9”.
Santamarina sólo inquietó con un par de pelotas quietas. En una de ellas, a los 26′, Iriarte salvó sobre la línea un cabezazo que se metía. Y del tiro de esquina siguiente, salió mal Báez, se produjo una serie interminable de rebotes y finalmente el cuerpo de un tandilense salvó un remate de Sansoni.
Las lesiones de sus defensores complicaron más a Kimberley que la visita en el tramo final. Por las salidas de Rinaldi y Sosa el equipo marplatense terminó con Collazo de “4”, Loscalso adentro y el pibe Contrera de “3”. Y sin volantes de marca porque tampoco estaba Luengo en el banco como alternativa.
A los 45′. a raíz de todo esto, la tonta infracción de Romat a Schlotthauer dentro del área, con el delantero de espaldas, le cayó a Kimberley como un regalo del cielo.
Extrañamente, con Bacigalupe en cancha, el delantero se hizo cargo de la ejecución. Pero abrió tanto el pie derecho y su disparo fue tan débil que Mazza no tuvo problemas en atajar la “masita”.
El equipo marplatense dejó pasar la gran chance. Y muchas veces esos errores se pagan caro. Fue así. En la última jugada la defensa marcó mal un centro desde la izquierda y el ex Aldosivi De la Vega lo dominó muy libre y superó el achique de Báez con un remate bajo. Para que muchos volvieran a sus casas acordándose de la frase célebre del recordado “Gato”.
La síntesis
Kimberley 1
Nicolás Báez (5); Tomás Loscalso (6), Mateo Rinaldi (7), Bacigalupe (6) y Hernán Sosa (6); Jonathan Zarate (5), Roselli (5) y Agustín Vázquez (5); Goiburu (5), Leonel Iriarte (7) y Ullúa (5). DT: Mariano Mignini.
Santamarina 1
Juan Pablo Mazza (6); Luciano Domínguez (6), Romat (5), Agustín Jara (6) y Maximiliano Martínez (5); Joaquín Jara (5), Igartúa (6), Thiago Beltrán (5) y Dardo Leiva (5); Galabert (6) y Doñate (6). DT: Duilio Botella.
Goles: primer tiempo, 30′ Rinaldi; segundo tiempo, 52′ De la Vega.
Cambios: segundo tiempo, inicio, Sansoni (5) por Joaquín Jara, Martín Michel (5) por Galabert y Facundo De la Vega (6) por Doñate, 12′ Quimey Marín (5) por Leiva y Vicente Barberini (5) por Beltrán, 15′ Contrera (5) por Hernán Sosa (lesionado) y Santiago Vásquez (6) por Roselli, 19′ Schlotthauer por Goiburu, 38′ Collazo por Rinaldi (lesionado) y Matías Gómez por Zárate.
Incidencias: segundo tiempo, 45′ Mazza le atajó un penal a Schlotthauer.
Cancha: Kimberley (buena).
Árbitro: Luciano Julio (6).