El "Muñeco" debutó en River el 30 de enero de 1993, ante San Lorenzo, por el Torneo de Verano. Recuerdos de la noche en la que los hinchas conocieron al futuro ídolo.
Marcelo Gallardo, uno de los máximos ídolos de River Plate, especialmente por su notable gestión como director técnico, tuvo su aparición con la banda roja hace 30 años en esta ciudad.
Fue la noche del 30 de enero de 1993, cuando en el estadio Ciudad de Mar del Plata, hoy llamado José María Minella, el promisorio mediocampista creativo jugó ante San Lorenzo (0-0) en el marco del Torneo de Verano.
Con 17 años recién cumplidos, el “Muñeco” fue promovido al plantel superior de River junto a Matías Almeyda y Claudio Ariel Rojas (hizo casi toda su carrera en Guatemala), otros dos valores de la categoría 1973.
Daniel Passarella lo sumó a la pretemporada convencido de sus muy buenas condiciones. De hecho, por aquellos días de enero, el DT le dijo a LA CAPITAL: “El pibe Gallardo en todas las prácticas me enseña algo nuevo”.
River se instaló en el hotel El Mirador de Mar Chiquita y las primeras actuaciones del verano no fueron muy alentadoras: perdió 1-0 con Independiente y empató 2-2 con Boca, que con ese resultado se adjudicó Copa de Oro.
El miércoles 27 de enero, el “xeneize” se quedó también con la Copa Desafío por su victoria 1-0 en el clásico gracias al gol de Alberto “Beto” Acosta.
El viernes 29, un grupo de barras bravas, encabezados por “Sandokan” (Miguel Alejandro Cano), ingresaron al hotel donde se hospedaba la delegación riverplatense y atacaron con una navaja a Passarella, a quien hirieron debajo de la oreja y en el brazo. El “profe” Ricardo Pizzarotti y el utilero Carlos Peralta también sufrieron “lesiones leves”. Fue un verdadero escándalo.
Entre los reclamos al DT, había un pedido expreso: “Poner a Ángel Comizzo”. En los partidos previos habían atajado Javier Zeoli y José “el Gato” Miguel. En ese contexto tuvo su presentación Marcelo Gallardo.
Con dos superclásicos de verano por delante, más el debut en la Copa Libertadores frente a Newell’s pautado para el 7 de febrero, el DT decidió darle descanso a algunos habituales titulares el sábado 30 de enero ante San Lorenzo, en el inicio de un triangular que puso en juego la Copa Ciudad.
Aquella noche, River alineó a José Miguel; Fabián Basualdo, Fernando Cáceres, Carlos Bustos y Ricardo Altamirano; Hernán Díaz, Roberto Zapata, Marcelo Gallardo (Fernando Da Silva) y Ariel Ortega; Ramón Medina Bello y Walter Silvani.
San Lorenzo, dirigido por Héctor “Bambino” Veira, salió al campo con Fernando Passet; Flavio Zandoná, Alejandro Simionato, Néstor Lorenzo (expulsado a los 35’ST) y Mario Escudero; Roberto Monserrat, Fabián Carrizo, Juan Carlos Juárez (Roberto García y más tarde Armando González) y Néstor Gorosito; Rubén Rossi (Juan José Cardinal) y Roberto Oeste.
El árbitro fue Juan Carlos Loustau y en la tribuna estuvieron, entre otros, César Luis Menotti y Ubaldo Matildo Fillol, campeones del mundo en 1978.
El “Muñeco” jugó los primeros 45 minutos y luego fue reemplazado por Rubén Fernando “Polillita” Da Silva.
De acuerdo a la crónica de LA CAPITAL, “la primera parte fue monótona”, con un “juego “lento y muy trabado” y “el juvenil Gallardo fue uno de los que más intentó, pero su atrevimiento no tuvo eco en sus compañeros”.
El “Muñeco” quedó fijo en el plantel superior y tuvo su debut oficial el 26 de marzo de ese año, en el estadio Monumental, frente a Olimpia de Paraguay (1-0) por la Copa Libertadores. Fue la única victoria del “millonario”, que quedó eliminado en fase de grupos en esa edición del torneo continental.
El 18 de abril, Gallardo tuvo su aparición en el campeonato argentino frente a Newell’s, también con festejo como local (2-0).
Al siguiente semestre, con mayor presencia del “Muñeco”, el conjunto de Núñez ganó el Apertura 1993. Fue el primero de los 22 títulos de Gallardo en River, ocho como futbolista y catorce como entrenador, marca con la que alcanzó a Ángel Labruna como el más ganador en la historia del club.
Claro que su carta de presentación fue 30 años atrás y en Mar del Plata. Aquí nació el mito.