Por José Pommarés (Télam)
Los mitos permanecen para siempre en la memoria colectiva y el expiloto argentino Juan Manuel Fangio, de cuyo nacimiento se cumplirán mañana 110 años, alcanzó esa categoría al calor de su talento, de su valentía y de sus impresionantes resultados, combinación por la que fue reconocido como el mejor por sus contemporáneos y venerado como ejemplo a seguir por quienes fueron grandes campeones del automovilismo.
El 24 de junio de 1911, Herminia Déramo, esposa de Loreto Fangio, trajo al mundo a Juan Manuel, el cuarto vástago de los seis que tuvo el matrimonio, pero en los registros figura como fecha de nacimiento el 23 de junio.
“Pasó que mi papá, don Loreto, fue al registro civil el 24 y les dijo que yo había nacido anoche, cuando en realidad vine al mundo a las 0.10 del 24 de junio”, contó el propio Fangio, orgulloso de su padre que con solo 7 años llegó a la Argentina, traído por el abuelo Giuseppe, que trabajaba como cosechero en Balcarce y Sierra de Los Padres.
Mientras cursaba la primaria en la escuela N° 4 de Balcarce, Juan Manuel pidió trabajo en un taller de herrería para barrer. Allí guardaban un auto Panhard Levassor que se arrancaba a manivela y el “Chueco” se paraba sobre ella para encenderlo y correrlo de pared a pared para despejar la zona de limpieza.
Siendo adolescente, el dueño de una concesionaria, Rugby de Carlini, lo emplea, le enseña a manejar y Fangio conduce un Ford T para llevarlo a cazar o reparar maquinarias agrícolas. En esa misma época, incursiona en otros deportes: fue al club Rivadavia a practicar boxeo e integró el equipo de fútbol como “insider” derecho, o “wing derecho” por sus características de juego hábil y rápido.
Pero su cabeza pensaba en otra cosas y en 1924 da sus primeros pasos como aprendiz de mecánico, en la agencia Estévez. Compró su primer auto, un Overland de cuatro cilindros, a los 16 años, como parte de pago de su sueldo, y con los conocimientos rudimentarios de mecánica comenzó a preparar el vehículo para correr, aunque no lo hizo en ese momento porque se enfermó de pleuresía y debió guardar reposo casi un año.
A los 18 años ingresa en el mundo de la competición al ir de acompañante del piloto local Juan Ayerza en un Chevrolet 1928, durante una carrera de Coronel Pringles a General Guido, donde hoy está la traza de la Autovía 2.
Con su amigo José Duffard surge la idea de instalar un taller y don Loreto le ofreció una parte del terreno lindero a su vivienda. Usan chasis viejos como vigas y con ayuda de carpinteros y albañiles amigos levantan el galpón. Fangio tenía 22 años recién cumplidos.
Pero el incipiente volante tenía la idea fija de competir y el 25 de octubre de 1936 debutó con el seudónimo de “Rivadavia” (en honor a su primer club de fútbol) en una prueba no oficial en Benito Juárez a bordo de un Ford “A” modelo 29 color azul, propiedad de su acompañante, Francisco Viangulli, que lo usaba de taxi. Debió abandonar cuando iba tercero.
Tres años más tarde ya estaba en el Turismo Carretera y la primera carrera la ganó el 28 de septiembre de 1940, el Gran Premio Internacional del Norte, con una coupé Chevrolet verde número 26, comprada mediante una rifa. Esa temporada se consagra campeón y le da el primer título a la marca.
Entre el 21 y 22 de junio de 1941 obtiene otra victoria internacional en TC, al vencer a Oscar Gálvez en el Gran Premio Getulio Vargas en Brasil, y el 13 de diciembre gana las Mil Millas Argentinas y obtiene su segundo campeonato en el Turismo Carretera.
Tras el paréntesis por la Segunda Guerra Mundial, Fangio sigue activo en el terreno nacional y el 18 de junio de 1948 emprende un viaje por Estados Unidos y Europa, con empresarios del petróleo y la industria automotriz, para estudiar y proyectar su desembarco en el Viejo Continente.
Ya de regreso compite en el Gran Premio de la América del Sur, entre Buenos Aires y Caracas, y la madrugada del 29 de octubre de 1948, Fangio se desbarranca con su Chevrolet cerca de Trujillo, Perú, y pierde la vida su acompañante Daniel Urrutia. El balcarceño salvó su vida de milagro.
Un mojón en su vida deportiva se dio en 1949, en la antesala de la temporada de Grand Prix, cuando gana en seis de las diez carreras que disputó con tres marcas distintas: Maserati, Ferrari y Gordini-Simca.
Ese fue el trampolín que le permitió a Fangio debutar oficialmente en la Fórmula 1 en 1950 y lo hace con un Alfa Romeo. Gana su primer Gran Premio puntuable en Mónaco, el 21 de mayo, y después triunfa en Bélgica y Francia, y sale subcampeón de su compañero de equipo, el italiano Giuseppe Farina.
En 1951 nace la leyenda porque Fangio gana su primer título de Fórmula 1, al comando de un Alfa Romeo, y triunfa en Suiza, Francia y España, y su amigo, el arrecifeño Froilán González, le otorga la primera victoria a una Ferrari en Silverstone, Inglaterra.
Un año después, Fangio sufre un fuerte accidente en Monza, el 8 de junio. tras llegar cansado al circuito por manejar 900 kilómetros desde Francia a Italia. El siniestro lo margina del resto del campeonato.
Volvió en 1953, ya al comando de una Maserati, terminó subcampeón detrás del italiano Alberto Ascari (Ferrari), ya que logró imponerse en solo un Gran Premio, el de Italia.
Otra vez cambia de equipo Fangio en 1954, y recala en Mercedes, que con las “Flechas de Plata” le brindan la herramienta para que salga campeón por segunda vez, con victorias en los Grandes Premios de Argentina, Bélgica, Francia, Alemania, Suiza e Italia.
Otro año prolífico para el “Chueco” fue 1955, ya que se ciñó por tercera vez la corona en la máxima categoría, también con Mercedes, tras ganar en Argentina, Bélgica, Holanda e Italia.
Ante el retiro de Mercedes de la Fórmula 1 en 1956, a Fangio le aconsejan que corra con Ferrari, y así lo hizo para festejar su cuarta corona con triunfos en Argentina, Gran Bretaña y Alemania.
El quinto y último campeonato de F1 lo alcanzo en 1957, en su retorno a Maserati, tras quedarse con la gloria en las carreras de Argentina, Mónaco, Francia y Alemania.
Ya Fangio estaba madurando su despedida y en 1958, después de ganar el Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (sin puntos), decide retirarse en Reims, en el este de Francia, con un cuarto puesto.
Tras decir adiós, Fangio fue distinguido por distintos estamentos, tanto en la Argentina como Europa. En 1974 fue nombrado presidente de Mercedes Benz en el país, cargo en el que recibió la acusación sindical de no haber colaborado para la búsqueda de delegados detenidos desaparecidos durante la última dictadura militar.
Su salud registró un infarto en 1971 y una operación cardíaca en 1982 a cargo del prestigioso cirujano René Favaloro, que le colocó cinco bypass coronarios. Con 84 años, su vida se apagó el lunes 17 de julio de 1995 a las 4.10 de la mañana.