Los cinco sobrinos de Kodama heredaron los derechos de autor de Borges, tres inmuebles, la biblioteca personal del célebre argentino, condecoraciones, manuscritos y dibujos originales, entre otros muchos bienes.
Por Verónica Dalto
Los 125 años de Jorge Luis Borges se cumplen este sábado bajo la impronta de sus nuevos herederos, los cinco sobrinos de su viuda, María Kodama, que decidieron seguir su huella en el manejo del inconmensurable legado del mejor escritor argentino.
“El destino quiso esto y espero que (Borges y María Kodama) piensen que la decisión que tomó era la correcta y que estamos haciendo las cosas de la manera esperada por ella”, dice a EFE la abogada María Victoria Kodama, de 46 años, presidenta de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges.
“Pensemos que están contentos con cómo lo estamos llevando a cabo”, comparte su hermana Mariana Kodama, de 49 años, agente inmobiliaria y tesorera de la fundación.
Kodama (1937-2023), que era propietaria de bienes muebles, inmuebles y heredera universal de Borges (1899-1986), falleció sin dejar testamento, y sus cinco sobrinos se presentaron como herederos ante la Justicia cuando quedó vacante la sucesión, que todavía no está terminada.
Los sobrinos de Kodama heredaron los derechos de autor de Borges, tres inmuebles, la biblioteca personal del célebre argentino, condecoraciones, manuscritos y dibujos originales, entre otros muchos bienes de altísimo valor cultural, histórico y patrimonial.
“No se puede saber cuánto vale” el legado de Borges, coinciden ambas e indican que es necesario cobrar para ingresar al museo porque no tienen “cómo mantener” la fundación o pagar los gastos de los inmuebles, ya que no cuentan con el “aporte de ningún privado” y trabajan ‘ad honorem’: “Lo que estamos haciendo es un esfuerzo (…), como hizo María durante muchísimos años”.
Kodama creó la fundación en 1988 -dos años después del fallecimiento de Borges- para difundir la obra de este autor universal, y alberga la biblioteca del escritor, objetos personales, una hemeroteca y la recreación de su dormitorio.
Cuando murió Borges en Ginebra, la mayor de los sobrinos tenía diez años; hoy cuatro de ellos integran la fundación.
Victoria y Mariana atienden a EFE en la fundación, remozada, donde agregaron una vitrina en honor a su tía, con fotos, medallas y sus icónicos anteojos redondos plateados.
“Es un aprendizaje”, reconoce Mariana.
Los sobrinos mantienen el mismo agente literario, Andrew Wylie. Y se apoyan en un comité académico, dirigido por Lucas Adur, vocal de la fundación: “Confiamos en ellos como órgano consultivo”, al reconocer que ninguno de ellos se especializó en Letras.
Kodama era una firme guardiana de la obra de Borges.
En esta primera etapa, el proyecto pasa por hacer cosas que “no impliquen una innovación o un cambio muy abrupto de lo que se venía haciendo”, indica Victoria, que agrega: “Tratamos de mantener las mismas líneas” que Kodama, “que sea una continuidad de un trabajo que ya venía desde 1988”.
“La ausencia de María se nota porque ella había vivido con Borges, había estudiado Letras y llevaba muy a título personal la fundación”, confiesa.
En el escritorio donde transcurre la entrevista, las sobrinas abren un compilado de “todas las respuestas de María”, que “cuenta todo lo que se hizo en la fundación”, “qué pensaba”, “qué quiso decir cuando hizo tal cosa”, y coinciden: “Es súper valioso para nosotros”.
Fernando Flores Maio, amigo de Kodama y vicepresidente de la fundación, también es “importante” y fuente de consulta.
El Ministerio de Cultura les expresó en 2023 el interés de que el legado de Borges quedara en Argentina para “acceso” de la población, algo a lo que los herederos no pueden oponerse porque una medida cautelar les impide “sacar de los lugares en donde se encuentran todos los bienes que pudieran llegar a tener valor histórico o cultural”.
Las hermanas explican que un “proyecto grande y a largo plazo” es “digitalizar toda la biblioteca de Borges”, que incluye sus notas, hoy cuidadas a una temperatura y una luz particulares, en tanto la hemeroteca de “muchísimo valor” está cerrada al público y necesita habilitación.
Otros proyectos son publicar otra edición crítica de la obra de Borges y armar una biblioteca de Kodama.
Hoy la fundación recibe constantes propuestas para organizar actividades y mantiene iniciativas para los jóvenes y los concursos de cuentos y haikus que hacía Kodama “de toda la vida”.
Por el 125 cumpleaños de Borges, Victoria y Flores Maio encabezan una tertulia poética, un cierre “emotivo” y con “las tradiciones de María” tras una semana de actividades conmemorativas.
EFE.