Sin vueltas, con un mensaje claro, ejemplos concretos y haciéndose cargo de sus propias subjetividades, Claudio Zuchovicki aseguró que “es momento de invertir en Argentina” y que “es una oportunidad que los más jóvenes no se pueden perder”, en el marco de una entrevista mano a mano con LA CAPITAL, en su visita a Mar del Plata para brindar una charla ante cientos de personas.

El auditorio del hotel Sheraton estuvo repleto el sábado al mediodía. Y no solo porque la charla que dictó el reconocido licenciado en Administración de Empresas era libre y gratuita, sino también por el “apetito” que se despertó en el país, de la pandemia en adelante, por invertir y “entender financieramente” al país.

Invitado por la Bolsa de Comercio de Mar del Plata y la Fundación Bolsa de Comercio local, en colaboración con Mar del Plata Bursátil, “Zucho” expuso, respondió preguntas y no ocultó su afinidad con la política económica del actual Gobierno nacional, aunque aclaró no ser parte del mismo, ni siquiera como asesor.

Ante empresarios, emprendedores, trabajadores y público en general, Zuchovicki contó cómo recauda Argentina, dijo que importar “debería salir 10% en los próximos meses”, y que se aproxima “un proceso de baja de impuestos” en el que el impuesto al débito y al crédito, y el impuesto país, “se van a ir en menos de un año”.

También señaló que la deuda Argentina, a su entender, “no es un problema” y que las decisiones que se tomen en materia de inversiones “deberían hacerse en función del ajuste que se va a hacer”, algo que desarrolló al concluir la charla, en una entrevista con LA CAPITAL, no sin antes posar en varias selfies con el público que lo sigue por su aparición pública en distintos medios de comunicación.

– Cientos de personas vienen un sábado a la mañana a escuchar sobre inversiones y economía, ¿por qué se da este fenómeno?

– A mí me sorprende y me halaga. Yo hablo de mercado financiero, y creo que las finanzas ocuparon un lugar bastante importante a partir de la pandemia. En la bolsa teníamos, en pandemia, entre fondos comunes de inversión y gente que tenía acciones y bonos, unas 800.000 personas. Hoy hay 14 millones. Entraron todos. Hoy el taxista cuando te subís al auto te habla de los pasivos remunerados del Banco Central. Hay exceso de educación financiera en términos de que tuvimos que adaptarnos a muchos cambios. Y eso despertó el apetito de entender financieramente a la Argentina.

– ¿Es más fácil invertir hoy gracias a las herramientas que hay alcance de la mano?

– Sí, con la tecnología, las nuevas generaciones desintermediaron la economía. Los mismos diarios, hace diez años atrás, ¿cuántas páginas ocupaban con política y cuántas con economía? ¿Y qué pasa hoy? También las criptomonedas revolucionaron todo, es otro mundo.

– ¿Y cómo impacta eso en el mercado y en el país?

– Es bueno para el país. Cuando comprás una acción o un bono, en el fondo le estás trasladando plata a la economía real. La plata va a una empresa y con eso invierte y toma gente, es un círculo. Lo peor es comprar dólares y guardarlos en el bolsillo, porque es plata que le sacás al sistema. Si comprás una acción, la empresa emite acciones y se financia. Antes se asociaba a la bolsa con la timba y la especulación, pero hoy empieza a verse como economía real.

– Entonces, ¿es momento de invertir en Argentina?

-Para mí sí. Lo digo en mi escenario y sin ser objetivo. Quiero que a la Argentina le vaya bien. Es una oportunidad que los más jóvenes no se pueden perder. A este precio, las condiciones que tenemos, no sé cuántas veces más… ¿por qué tenemos este precio? Por las condiciones.

– Pregunta clave: ¿En qué y dónde conviene ahorrar e invertir hoy?

– Siendo políticamente correcto, en vos. Hay que prepararse y educarse porque viene una economía diferente. En términos de mercado, los precios de hoy son una tentación. Si soporto el riesgo, no soy objetivo, tengo educación financiera y sé lo que es perder y a veces ganar, creo que hoy hay bonos argentinos que están al 45 o 50% de paridad. El riesgo país para mí es mucho menos de lo que se dice. Hay compañías energéticas en las que creo que vale la pena ser socio en la Argentina que viene.

– ¿Y cómo es esa Argentina que viene en función del actual panorama? ¿Se puede pensar a largo plazo o no es momento de tomar decisiones?

– Yo veo el vaso medio lleno. Una macroeconomía mucho más ordenada, que no te sacan el pie de encima y una economía desregulada. La micro va a ser desigual. Hay gente que ama la regulación, o que ama la inflación, o que vive cargando a precio su ineficiencia. Esa competencia para algunos va a ser buena, pero para otros mala. Y es lógico, porque estuvieron 30 años trabajando de otra manera. Muchas personas nunca vivieron sin inflación. No están preparadas. Van a tener que competir por eficiencia. Y eso implica ser serio y responsable, porque si mentís dura poco. Y para las nuevas generaciones viene eso.

– ¿El cepo puede levantarse antes de fin de año?

– Creo que va a ser gradual, es importante que lo hagan bien, que no se apuren y no lo hagan mal. Obviamente el cepo es horrible y atrasa, pero hacerlo mal puede provocar que todo el esfuerzo que se hizo y el ajuste hayan sido en vano. Para que tenga sentido, hay que hacerlo en el momento en el que el argentino empiece a confiar. Si levantás el cepo y vamos todos a comprar dólares, sale mal.

– ¿Viaja seguido a Mar del Plata? ¿Cómo la ve?

– Sí, la visito bastante seguido y sinceramente la veo mejorando siempre. No conozco todo, pero de lo que sí conozco veo un poquito más de industria, aunque es un momento difícil para el turismo y la pesca, especialmente un mes difícil. Pero la veo hermosa, y escucho mucho eso de mucha gente. Mar del Plata es muy mejorable pero va mejorando. Le tengo mucha fe.

– El turismo es un pilar para la ciudad, ¿qué panorama advierte para la industria?

– Turismo y construcción deberían ser dos banderas, porque es lo que incluye gente más fácil. Podés tomar servicio, mozos, limpieza… incluye gente con dignidad fácilmente. Lo mismo en la construcción. En cuanto al turismo, hoy hay dos restricciones: lo impositivo y el tipo de cambio. Puedo decidir al mismo precio ir a Miami o venir a Mar del Plata. Eso es competencia. El problema de la Argentina es la logística. ¿Cuántos vuelos llegan a Mar del Plata? ¿Dos, tres, cuatro? Es un problema. El turismo no es solo turismo, es la infraestructura. Argentina debería ser la capital del turismo, y hay países que viven del turismo, como España. Argentina debería tomarlo como política, pero eso no es regalar plata o mentirle al consumidor, sino darle un muy buen servicio, buena atención, no querer trasladarle al turismo lo que no vendiste el mes pasado, no querer cobrar el doble de antes, es enfrentar la situación y que la gente disfrute venir.

– ¿Argentina va hacia una economía bimonetaria?

– Una economía bimonetaria significa que el dólar también sea moneda oficial. Argentina piensa en dólares y ya era bimonetaria, pero no es oficial. Lo primero que vamos a ver es la competencia de monedas, la dolarización endógena… la gente va a elegir en qué moneda operar. El peso sigue existiendo y creo que debe seguir existiendo, porque los impuestos los pagás en pesos y el salario lo cobrás en pesos.

– Dijo que hay exceso de educación financiera, pero en la escuela es un tema prácticamente ausente, ¿habría que incluirlo en el aula?

– Educación financiera sobra en Argentina, lo que falta es educación aplicada. Existe por la experiencia, por la cantidad de crisis que viviste. Un empresario me decía: “Somos buenos pilotos de tormenta, pero no sabemos trabajar en estabilidad”. No es la escuela, es la educación, el cómo llevar la teoría a la práctica. Es aplicar el conocimiento, y para eso no hay que descartar la experiencia. Yo agregaría mucho más la parte práctica. Yo dirijo académicamente una universidad en Buenos Aires y para nosotros el cambio de concepto son los laboratorios de finanzas, la práctica. La teoría importa, pero hay que aplicarla.