MIRAMAR (Corresponsal).- Con el correr de las horas la abundante cantidad de precipitaciones caídas en Miramar – más de 130 milímetros entre ayer y hoy -, comenzaron a hacer estragos en los barrios bajos de la periferia y aquellos sectores situados a la vera de los arroyos cuyo caudal se incrementó de sobre manera, arrastrando restos de poda y otros elementos irresponsablemente desechados en ese tipo de lugares.

Una de las situaciones complicadas se vivió en Copacabana, donde un hombre cuya vivienda se sitúa justamente en cercanías del arroyo “Las Brusquitas”, perdió prácticamente todo por el avance descontrolado del agua que no sólo causó daños materiales a la propiedad, sino también dejó animales muertos, como gallinas, pollos y lechones que justamente eran parte del sostén económico familiar.

Además, en otros cinco domicilios de ese sector también se les metió el agua adentro justamente por la acción y desborde de los cauces que no soportaron la intensa lluvia.

“Tenemos distintos barrios complicados a los que estamos atendiendo. No hubo evacuados por nuestra parte, aunque si algunos vecinos decidieron salir de sus hogares afectados por el agua y refugiarse en otras viviendas de familiares o allegados hasta poder retornar cuando el clima mejore”, indicó a LA CAPITAL, el subsecretario de Servicios Públicos, Mariano Auriti.

A su vez el funcionario explicó que, “tuvimos más de 100 reclamos, la mitad de ellos de carácter social y los otros por deficiencias en el tránsito de calles, servicios de luz y teléfono. Eso lo canalizamos a través de Guardia Urbana, el corralón y las cuadrillas que dispersamos en la calle”.

“Lógicamente los mayores problemas están en las zonas bajas. Para casos específicos, tuvimos el apoyo de Defensa Civil de Mar del Plata”, destacó el funcionario.

Auriti recomendó que, “al menos hasta que cese el alerta meteorológico la gente trate de mantenerse el mayor tiempo posible en sus hogares y no deje residuos en la vía pública que puedan generar mayores anegamientos”.

En Comandante Nicanor Otamendi, también se sintieron los embates climatológicos, aunque algunos trabajos de desvió, cunetas y bajada de calles hechos por el municipio, hicieron que el agua no atentara tanto contra las casas como en anteriores oportunidades.