El Concejo Deliberante aprobó este viernes, por mayoría, el proyecto para el ordenamiento de la Zona Roja que establece multas y arrestos para los que no respeten las áreas y horarios que se determinarán para ejercer la prostitución en la vía pública.

La iniciativa, impulsada por el interbloque de Juntos, logró 12 votos contra 11 por el respaldo clave del ex concejal oficialista Nicolás Lauría (su compañero de bloque, Alejandro Carrancio, se levantó de su silla antes de la votación). El Frente de Todos y Acción Marplatense votaron en contra.

La iniciativa crea el Programa Zonas Seguras de Protección Integral “a fin de promover medidas focalizadas para la prevención de la violencia y los delitos en las zonas del Partido de General Pueyrredon donde se ejerza la prostitución”.

Establece que la oferta y/o demanda de sexo en la vía pública solo podrá llevarse a cabo en los lugares y horarios específicamente habilitados por el Departamento Ejecutivo Municipal, y aclara que “no podrá llevarse a cabo en lugares en los que hubiere vecinos frentistas con residencia domiciliaria”.

Determina un plazo de 45 días corridos, a partir de la publicación de la norma, para la recepción de solicitudes o la realización de reuniones para la determinación de los lugares y horarios en que se podrá ejercer la prostitución en la vía pública. Vencido dicho plazo, el Departamento Ejecutivo Municipal los determinará sin más trámite.

De verificarse la oferta y/o demanda de sexo en lugares u horarios no habilitados, se impondrá a los incumplidores una multa de 1000 a 5000 Unidades Fijas (que se calcula por el valor de la nafta y hoy da entre 123.400 y 617.000 pesos) o un arresto de entre cinco y 30 días.

Con un grupo de travestis y trans en la barra –que por momentos interrumpió y abucheó las exposiciones del oficialismo y aplaudió la de Sol de la Torre, del Frente de Todos–, la temperatura del recinto subió rápidamente.

“Esperamos que marque un antes y un después para una problemática que lleva más de 20 años”, anheló Agustín Neme (Vamos Juntos), el presidente del bloque más afín al intendente Guillermo Montenegro. Y aseguró que “las únicas víctimas” de lo que ha venido sucediendo en todos estos años “son los vecinos”.

“Es evidente que durante mucho tiempo se ha mirado para el costado. No se ha tratado este tema como corresponde”, dijo el edil, y remarcó que Montenegro “puso el tema sobre la mesa” (el Ejecutivo fue el que promovió las multas y arrestos) y convocó a los concejales “a trabajar en ese sentido”.

Neme dijo que todas las miradas “son aceptables” y se trataron de buscar los consensos. “Hubo aportes de todos los bloques. Celebro la madurez política que ha tenido este Concejo Deliberante”, afirmó.

El concejal de Juntos dijo que se trata de una ordenanza “concreta y sostenida en el sentido común”. “La oferta y demanda de sexo no puede suceder en la puerta de una casa, por eso estamos dispuestos a determinar una zona con todos los sectores involucrados”, apuntó.

También mencionó la importancia de las sanciones porque “esta problemática no puede tener grises, los vecinos no pueden esperar más”. “Es mentira que queramos criminalizar. Nuestro proyecto toma las iniciativas que han surgido de la oposición”, agregó.

Lauría fue el segundo expositor. Antes de anunciar su voto decisivo, coincidió con Neme en la necesidad de llevar una respuesta a los vecinos y solo se diferenció cuando hizo notar que había sido él (con su propuesta de mudar la Zona Roja a la diagonal Canosa) el que puso el tema en agenda en abril del año pasado.

El interbloque oficialista logró la mayoría para aprobar su proyecto.

Fuertes críticas

El presidente del bloque de Acción Marplatense, Horacio Taccone, inauguró los discursos críticos con una ironía:
“Escuché a la bancada oficialista decir que tenía la esperanza de que el día de hoy marque un antes y un después en esta problemática. Y es cierto. Va a marcar un antes y un después: antes la situación era mala y de ahora en adelante va a ser peor”.

Según el edil, “esta ordenanza es claramente demagógica y efectista” y “no le va a solucionar los problemas ni a las trabajadoras sexuales ni a los vecinos”. “Creer que eso va a pasar es una ilusión. Tenemos que dejar de vivir de ilusiones”, lanzó.

Taccone sostuvo que el objetivo del oficialismo era “quedar bien con una parte del electorado que está a favor de medidas como estas”, y dijo que la mejor manera de abordar el tema hubiera sido escuchando a todos los protagonistas en una mesa “comandada por el intendente”.

“Tengo una angustia tremenda. Hoy es un mal día para mí”, reconoció Sol de la Torre al borde del llanto, y mencionó los padecimientos de la población travesti-trans.

Sol de la Torre (Frente de Todos) y Horacio Taccone (Acción Marplatense) criticaron el proyecto oficialista.

La concejala del Frente de Todos recordó los siete proyectos que, basados en esa perspectiva, presentó en julio del año pasado, y comentó que sobre esas propuestas el oficialismo construyó su dictamen. “Porque el proyecto del Ejecutivo era bastante limitado, es la criminalización y la estigmatización”, disparó. En esa línea, acotó: “En nuestra propuesta de ninguna manera se puede tolerar la existencia de multas y arrestos”.

De la Torre evitó seguir la lógica de Taccone sobre la implementación de la medida. “No sé si es practicable o impracticable, lo que sí sé es que el Estado municipal está diciendo que las mujeres o las personas travestis y trans son delincuentes por el solo hecho de hacerlo donde al municipio no le parece”. A su entender, “la diferencia es si la solución se construye con palos o con diálogo”.

“Derechos vulnerados”

Por su parte, la oficialista Marianela Romero (UCR) cerró el debate con un discurso en el que señaló que “hay derechos vulnerados de toda la comunidad”, tanto de los vecinos de los barrios de la Zona Roja como de los que ejercen la prostitución en la vía pública. En ese marco, la ordenanza “intenta dar respuesta a un problema histórico”.

Romero, que integro en un dictamen la propuesta del Ejecutivo con los programas del Frente de Todos, afirmó que el Concejo entendió que “ni una ni otra eran respuestas únicas”.

Aclaró que “muchas de las cosas que se propone en los programas (para el colectivo trans) son cuestiones que Ejecutivo está llevando adelante”, pero sostuvo que también se necesitaba una respuesta para quienes por años debieron ver “sexo explícito en la puerta de sus casas”.