Zelenski pide a la ONU “garantizar la seguridad” en Zaporiyia y suma el respaldo de Turquía
El mandatario ucraniano denunció el "terror deliberado" provocado por Rusia, que "puede tener consecuencias catastróficas para todo el mundo".
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, instó a la ONU y Turquía a "garantizar la seguridad" de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia y blanco de bombardeos.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, instó a la ONU a “garantizar la seguridad” de la central nuclear de Zaporiyia, ocupada por Rusia y blanco de bombardeos, tras recibir al secretario general del organismo, António Guterres, y a su par turco, Recep Tayyip Erdogan, quien le brindó su apoyo frente a Rusia.
“La ONU debe garantizar la seguridad de este sitio estratégico, su desmilitarización y su completa liberación de las tropas rusas”, afirmó Zelenski en su canal de Telegram poco después de su reunión con Guterres en Lviv, ciudad ubicada en el oeste de Ucrania.
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de haber bombardeado la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa, ocupada por las fuerzas enviadas por el Kremlin desde marzo, pocas semanas después de haber invadido a su país vecino.
Esta escalada alarmante reavivó los temores de una catástrofe nuclear y fue objeto la semana pasada de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU.
“Debemos decir las cosas como son: cualquier potencial daño a Zaporiyia sería un suicidio”, manifestó por su parte Guterres, quien se declaró “profundamente preocupado” y pidió que la planta no se utilice “para ninguna operación militar”.
“Necesitamos urgentemente un acuerdo para restablecer Zaporiyia como infraestructura puramente civil y para garantizar la seguridad de la región”, sentenció.
También Erdogan manifestó su preocupación por la situación y afirmó: “No queremos otro Chernóbil”, en referencia al accidente nuclear ocurrido en 1986 en esa central ucraniana, cuando el país integraba la Unión Soviética.
“Mientras proseguimos nuestros esfuerzos para encontrar una solución (al conflicto), nos mantenemos del lado de nuestros amigos ucranianos”, dijo el jefe de Estado turco, quien dos semanas atrás se había reunido también con su par ruso, Vladimir Putin.
La posición de neutralidad de Turquía, que por un lado condenó la ofensiva rusa y por el otro rechazó sumarse a las sanciones occidentales contra Moscú, permitió al país erigirse como un mediador en el conflicto, cuyo rol fue determinante para alcanzar el acuerdo que levantó el bloqueo ruso de los puertos ucranianos en el Mar Negro.
Zelenski calificó a la visita de Erdogan como un “potente mensaje de apoyo, viniendo de un país tan poderoso”, a la vez que descartó cualquier acuerdo de paz sin una previa retirada de las tropas rusas.
“Que primero salgan de nuestro territorio y luego veremos”, afirmó Zelenski, después que Erdogan asegurara que Rusia estaba “dispuesta a algún tipo de paz”.
En tanto, en los alrededores de la central nuclear de Zaporiyia, la situación volvió a tensarse luego que Kiev denunciara un nuevo ataque ruso, esta vez con tanques.
Uno de esos bombardeos cayó en un edificio de almacenamiento radiactivo y otro provocó la suspensión automática de un reactor.
Sin embargo, la acusación fue rechazada por “ridícula” por el Ministerio de Defensa ruso, que reiteró que el país no desplegó armas pesadas en la central y que solo hay unidades encargadas de garantizar la seguridad de las instalaciones.
El gobierno ucraniano asegura que Moscú almacena armas pesadas en la central y que desde allí bombardea posiciones ucranianas.
También acusa a las tropas rusas de efectuar disparos contra sectores de la central con el fin de responsabilizar de esos bombardeos a Ucrania.
El Kremlin acusó además a Kiev de preparar una “provocación arrolladora” en la central con ocasión de la visita a Ucrania de líder de Naciones Unidas, mientras que la inteligencia ucraniana advirtió que las fuerzas rusas estarían orquestando algún tipo de “provocación” en esa planta nuclear tras ordenar a los empleados no esenciales no acudir mañana a sus puestos de trabajo, reportó la agencia de noticias Europa Press.
En este marco, Zelenski dijo que acordó con Guterres los parámetros de la posible visita a la planta de una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la agencia nuclear de la ONU liderada por el argentino Rafael Grossi, al señalar que se debe realizar “de forma legal a través del territorio liberado de ocupantes”.
Guterres tiene previsto visitar Odesa, uno de los tres puertos mencionados en el acuerdo alcanzado en julio entre Moscú y Kiev para reanudar las exportaciones de grano a través del mar Negro, antes de viajar a Turquía para visitar el Centro de Coordinación Conjunta (CCC) que supervisa el pacto, ubicado en la ciudad de Estambul.
Según Turquía, desde el 1 de agosto unas 622.000 toneladas de cereales partieron ya rumbo a los mercados mundiales desde Ucrania, con 25 barcos que zarparon desde los puertos del mar Negro y otros 18 que atracaron para continuar con las exportaciones.
De acuerdo con la ONU, los principales destinos de esos envíos fueron Turquía (26%), Irán (22%) y Corea del Sur (22%).
Ucrania y Rusia son dos de los mayores exportadores mundiales de granos, cuyos precios se dispararon desde la invasión rusa el 24 de febrero.
Según el Programa Mundial de Alimentos (PMA), 345 millones de personas en 82 países enfrentan una inseguridad alimentaria aguda -una cifra récord-, mientras que hasta 50 millones de personas en 45 países corren el riesgo de morir de hambre si no reciben ayuda humanitaria.
La ONU, que junto a Turquía fue uno de los intermediarios clave en el pacto que desbloqueó los puertos ucranianos, tratará de aumentar aún más las exportaciones de grano ucraniano, crucial para el abastecimiento alimentario de muchos países africanos.
“Haremos cuanto podamos para intensificar nuestras operaciones y así hacer frente a las dificultades del próximo invierno” boreal, declaró Guterres tras el encuentro con Zelenski y Erdogan.
Mientras tanto, en el terreno continúan los combates y se multiplican las víctimas civiles, como en Jarkov, segunda ciudad de Ucrania, y la circundante provincia del mismo nombre, que sufrieron bombardeos entre anoche y hoy por la mañana que dejaron por lo menos 11 fallecidos.