POPRAD, Eslovaquia – El marplatense Horacio Zeballos cerró una semana magnífica con el título en el Challenger de Poprad, el 14º en su cosecha personal en esta categoría de torneos y el primero de 2016 (había perdido la final de Mestre, en Italia, un mes atrás).

“Estoy feliz porque jugué muy bien la final, aunque fue consecuencia de que me sentí bien durante toda la semana. Me sentí respaldado por los aficionados de Poprad, estuve diez días aquí y la pasé maravillosamente. Me sentí en casa”, señaló el marplatense.

Sobre las claves para lograr su segundo triunfo en tres partidos ante el austríaco Gerald Melzer, en duelo entre tenistas zurdos, Zeballos indicó que “fue muy importante mi servicio. Sobre todo hacia el final del partido, cuando más lo necesité porque me había puesto un poco nervioso. Creo que voleé bien y logré enfocarme para recuperar la calma. Eso me ayudó mucho ante un rival peligroso y de alta calidad como Melzer”, dijo.

En la previa de Wimbledon, el programa de torneos del zurdo del Edison Lawn Tenis fue, cuanto menos, inusual, ya que después de Roland Garros (polvo de ladrillo), fue al césped de Hertogenbosch, para volver a la arcilla en Poprad y ahora nuevamente a la hierba en Nottingham, antes del debut en el tercer Grand Slam del año.

La apuesta le salió bien, porque no sólo ganó el Challenger eslovaco, sino que además sumó para ubicarse ahora en el puesto 85º en el ranking mundial de la ATP.

“Por suerte la elección salió bien hasta ahora. No será fácil pasar del polvo de ladrillo un sábado al césped un lunes, pero al menos podré tener más contacto con esta superficie antes de que empiece Wimbledon”, concluyó Zeballos.

El marplatense jugará en el cuadro principal del All England en singles y dobles (junto al bahiense Guido Pella). Y en el ATP 250 de Nottingham espera alguna declinación de último momento para entrar también en dobles, junto al uruguayo Pablo Cuevas. La cuestión es sumar el mayor tiempo posible en cancha de césped.