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La Ciudad 27 de junio de 2020

“Ya no está esa idea de que los científicos son todos ñoquis”

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza, asegura que la gestión de Mauricio Macri "desfinanció y maltrató a la comunidad científica". Además en un mano a mano exclusivo con LA CAPITAL destaca el rol de los investigadores durante la pandemia. Y dice que no le molesta cuando se refieren con ironía al gobierno de científicos.

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Roberto Salvarezza.

Por Hernán Kloosterman

Los test de detección rápida que se desarrollaron. La información sobre las características del virus. La necesidad de hacer una cuarentena. El famoso aplanamiento de la curva. Las recomendaciones en tiempos de incertidumbre. ¿Se puede evitar que se disparen los contagios? ¿Llegará una vacuna?

La pandemia del Covid-19 puso a los científicos argentinos en un lugar de privilegio. Sus opiniones no sólo ocupan horas en los medios de comunicación: son el basamento del Presidente para tomar decisiones.

Por eso, Roberto Salvarezza infla el pecho al hablar del tema: “Si hay una convocatoria, la comunidad científica responde”, sostuvo en una entrevista con LA CAPITAL.

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación destacó el respaldo del gobierno a la ciencia y marcó diferencias con el pasado: “Esa idea de que los científicos son todos ñoquis ya no está”. Además, se refirió al escenario que viene tras la pandemia y consideró que la ciencia va a ser “un eje fundamental para el desarrollo del país en los años que vienen”.

– ¿La pandemia puso a la ciencia en el primer plano?

– Ha sido una demostración de que si hay una convocatoria y una política clara, la comunidad científica responde.
Teníamos instalado hace mucho tiempo este estereotipo del investigador en la torre de Marfil y no es así. Tenemos una comunidad científica muy solidaria que responde cuando hay una necesidad de los argentinos y en esta ocasión, en sólo tres meses se hizo un esfuerzo muy grande en múltiples aspectos. Estamos hablando de elementos de diagnósticos como son los kits, de terapias como el plasma convaleciente, de desarrollos informáticos como la plataforma Cuidar, hasta gente que estuvo trabajando en prototipo de respiradores. Desde las ciencias sociales a las ingenierías, respondieron todos.

– ¿Pensaba que se podía vivir un momento como este?

– La verdad que sí. Es uno de los ejemplos clásicos que yo daba. En estos cuatro años que estuvo desfinanciada y hasta maltratada la comunidad científica, uno de los ejemplos que ponía en mis charlas cuando hablaba de la importancia de tener a toda la ciencia y de que apoyaran a las universidades, al Conicet y a todos los actores científicos, era porque uno no podía predecir lo que podía pasar. Ponía como ejemplo la Gripe A. ¿Alguien esperaba a la Gripe A? También con la estatización de YPF. ¿Alguien sabía que YPF iba a dedicarse a extraer el petróleo. Y sin embargo, Argentina tenía geólogos e ingenieros capaces de ponerse producir estos recursos. Y eso no era predecible.

Lo mismo pasó ahora: nosotros tuvimos gente que pudo responder porque había toda una comunidad científica.

– El “Gobierno de científicos” fue uno de los slogans de campaña. ¿Considera que se cumplió?
– En la campaña Alberto dijo que iba a poner a la ciencia argentina de pie. Desde el 10 de diciembre se empezaron a tomar algunas medidas importantes. Teníamos 12 mil becarios con las becas doctorales en línea de pobreza. También teníamos desfinanciados a los científicos: algunos iban a los concursos de televisión para buscar fondos. Y teníamos prácticamente estrangulada la posibilidad de que nuestros doctores continuaran. Sólo había 450 cargos en el Conicet y nada más. Esto empezó a cambiar y se duplicó el ingreso de científicos al Conicet
Hay un montón de cosas que no están saldadas pero habíamos dado el primero paso y llegó la pandemia. En ese lapso de normalidad, el gobierno cumplió con poner la ciencia de pie. Después, en marzo, el discurso de apertura, Alberto mencionó que es un gobierno de científicos y la verdad es que hay muchos científicos en el gobierno.

– ¿El hecho de que el Presidente recurra a un grupo de infectólogos para tomar decisiones es otro ejemplo?

– Quedó demostrado en los hechos. En la pandemia, gran parte de las consultas que hace el presidente para tomar una medida lo hace con infectólogos, epidemiólogos. Hay un basamento de tomar decisiones siempre con una mirada de tener la mayor información científica. El presidente explica con cuadros, con datos. Entonces, se cumplió desde los dos aspectos, el de poner a la ciencia de pie que fue un slogan de campaña y después el tema de a poyarse en la ciencia para tomar decisiones.

– ¿No quedó sólo en un slogan?

– No. Claramente. La ciencia ha tenido un rol importante. Hemos recibido 55 millones de pesos de la AFI que se han puesto en los kits, para avanzar rápido en la producción. Hubo decisiones concretas de apoyar la ciencia, de valorar la ciencia y creo que se está cumpliendo que el conocimiento vuelve a ser un insumo para el desarrollo de la argentina como lo había sido en el período 2003-2015 donde hubo una inversión muy fuerte en ciencia y tecnología. De hecho fue una de las cosas que reconoció el gobierno de Cambiemos cuando asumió.

– ¿Le molesta cuando se utiliza la frase “gobierno de científicos” en forma irónica o despectiva?

– No me molesta para nada. La gestión es muy compleja y en toda gestión hay errores. Y la oposición tiene su derecho a criticar, me parece que es su rol. No me molesta. Me hubiera molestado que el gobierno no hubiera usado el conocimiento para tomar decisiones correctas en las políticas públicas. Después, que haya algunas burlas son cosas de la oposición y de la política. Lo que sí es importante, y creo que ahora está muy claro, es que esa idea de que los científicos son ñoquis, que no sirven para nada y que es una cueva que hay que destruir, ya no está.
Hoy en día la gente valora a los científicos. El otro día leí una encuesta en la que los científicos estaban al tope de la valoración de la sociedad y me parece que eso se ha recuperado claramente y todos, inclusive la oposición, entienden el valor de tener una comunidad científica universitaria importante en el país.

– ¿Es una oportunidad también para acercar a más gente a la ciencia?

– Claro. Ahí está el foco que quiere poner el Ministerio. En febrero la demanda principal era el tema de los alimentos para los chicos y la emergencia alimentaria.

La deuda que teníamos era no haber podido coordinar la actividad de los científicos en la universidad y vincularlos a la demanda.

Teníamos como deuda poder conectarnos bien con las demandas sociales y regionales. Uno puede pensar en la comunidad de ciencia de Mar del Pata, mirando las necesidades territoriales, o qué se puede hacer en términos productivos.

– ¿Qué rol va a tener la ciencia en el país que viene tras la pandemia?

– Va a tener el papel que tiene en los países desarrollados. Hoy en día todo el mundo sabe que gran parte de la soberanía de los países pasa por el dominio de la tecnología y del conocimiento.

En Argentina, la ciencia, con un gobierno que lo valora, va a ser un eje fundamental para el desarrollo del país en los años que vienen.

El gobierno anterior tenía un discurso de modernidad, nos quería poner parecidos a Australia o Israel, pero en los hechos, su política científica era lo opuesto.

Era un modelo neoliberal, pero periférico. Nosotros queremos otro modelo de Argentina, un modelo que valora lo que hace el campo y los recursos naturales pero también que apuesta a una industria con valor agregado y cuidado del medioambiente.

– ¿Hay temor de que la fragilidad económica impacte en el desarrollo de la ciencia?

– Evidentemente vamos a estar en un mundo más pobre. La apuesta es no dejar de invertir en conocimiento porque también nos va a ayudar a salir de ese escenario. La ciencia debería tener, obviamente sin colisionar con las demandas de los sectores más vulnerables, una apuesta fuerte porque es evidente que hay grandes capacidades. Argentina tiene una ventaja comparativa que es que cuenta con muy buenos recursos humanos.

– ¿Con qué se iría al conforme al finalizar su gestión?

– Teníamos tres desafíos en 2015 que eran lograr la transferencia de conocimiento eficiente. Una mayor articulación, que se potenciara las intervenciones entre las instituciones de ciencia y las universidades a fin de poder resolver problemas concretos en forma armónica.

Y luego el tema de la federalización en el sentido de que la ciencia esté al servicio con una mirada local al territorio. Si pudiéramos avanzar en esas direcciones, sería un gran logro. Y creo que la pandemia ha mostrado un poco de esto. Si avanzamos en eso voy a terminar mis funciones muy contento.

— “Mar del Plata es uno de los lugares donde hay capacidades más amplias”

Analía Rearte fue designada en marzo directora nacional de Epidemiología y Análisis de la Situación de Salud del Ministerio de Salud de la Nación.

Carolina Carrillo hizo un aporte valioso en la creación del Neokit-Covid-19, un nuevo kit de detección directa de Covid-19.

Juliana Cassataro trabaja en el desarrollo de una vacuna contra el virus Covid-19 junto a un grupo de científicos y científicas del Conicet y de la Universidad de San Martín (Unsam).

Vera Alvarez es una investigadora marplatense que trabaja en un material que podría inactivar el Covid-19 en la ropa.

ciencia

Las cuatro son egresadas de la Universidad Nacional de Mar del Plata y tuvieron su reconocimiento en los últimos meses por sus aportes en medio de la pandemia. La situación no es casual y refleja la relevancia de la actividad científica en las distintas instituciones de Mar del Plata.

“Es uno de los lugares donde hay capacidades más amplias”, elogió el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza.

“Conozco bien toda la actividad que hay tanto en la Universidad, en el Conicet, en instituciones como el Intema. Mar del Plata es uno de los lugares que tiene capacidades muy buenas en ciencia y tecnología. Algunos de los egresados de la Universidad están trabajando en el desarrollo de vacunas”, señaló el doctor en Bioquímica y ex titular del Conicet.

Además, destacó que “todo lo que hace al conocimiento del mar, el tema de materiales, las ciencias sociales y la Universidad complementada con otras instituciones son lugares muy poderosos para que toda la región pueda tener una base científica y tecnológica muy potente”.

— La importancia de los tests rápidos

Roberto Salvarezza destacó la importancia de haber desarrollado un test de diagnóstico rápido y económico para detectar el Sars-CoV-2.

“Es poner más jugadores a la cancha”, define sobre el “Neokit-Covid-19” que permite obtener resultados en menos de dos horas con similar sensibilidad que las técnicas de PCR .

“Cuando comenzó esto en marzo, de sistema de salud argentino tenía una serie de lugares donde estaban los equipos para hacer los PCR. Esa cantidad de centros necesita equipos muy sofísticados que se llaman termocicladores que salen alrededor de 80 mil dólares.

Pero, a medida que aumenta el número de casos, la capacidad de procesar las muestras, empieza a limitarse. El personal trabaja sábado, domingo y feriados. Entonces, la idea es tener test rápidos alternativos en lugares donde no hay termocicladores. Es poner más jugadores a la cancha y tener una capacidad extra con gente que puede empezar a hacer estos tests. Eso es lo más importante”, consideró.