La pasión por el superclásico que Boca y River animan por la final de la Copa Libertadores trasciende fronteras. Los medios del mundo se hicieron eco de lo sucedido en La Bombonera en los primeros 90′ de la final. Y hubo enviados de canales, diarios y radios desde distintos puntos del planeta.

Los extranjeros observaron azorados la pasión (por momentos desbordante) con que se vive el fútbol por estos lares. En ese marco, los argentinos radicados en el exterior intentaron juntarse para ver el primer partido e intentar replicar la atmósfera con que se vive cada superclásico.

Pero en algunos lugares la situación se fue de las manos.

Por caso en Roma, la Embaja Argentina organizó para que los hinchas de Boca y River puedan ver el partido juntos en el restaurante “Gauchos”, propiedad del marplatense Massimo Fernando Giandomenico.

Unos 25 argentinos se reunieron para ver el partido, mientras otros 200 comensales disfrutaban de la típica parrilla criolla. Y la intención era repetir la experiencia para la revancha, para la cual Massimo ya tenía alrededor de 300 reservas.

Sin embargo, entre Giandomenico y las autoridades de la Embajada Argentina en Italia decidieron suspender la iniciativa tras el mal momento vivido el domingo, cuando dos hinchas comenzaron una discusión dentro del restaurante que terminó a los golpes afuera del local.

La Embajada Argentina organizó un menú cena para disfrutar de la final con los hinchas de Boca y River juntos bajo el lema “adversarios, no enemigos”.

“En las mesas estaban juntos hinchas de Boca y River pero a la mitad del segudo tiempo se alzó el tono de la discusión entre dos personas”, relató un testigo.

“La gente del restaurante intentó calmar los ánimos. Pero una vez terminado el partido, una de las personas esperó a la otra afuera y retomaron la discusión. Ahí se terminaron pegando”, agregó.

La pelea quedó registrada por cámaras de seguridad.

Y lamentablemente terminó con las chances de que la experiencia se repita en la revancha pautada para el sábado 24 en el Monumental.