La Liga Marplatense desde 2017 había encontrado con un formato mixto un buen equilibrio entre la lógica que suponen los torneos largos tradicionales a dos ruedas (deportivamente, los más justos; probablemente, los más aburridos) y la imprevisibilidad que encierran dos certámenes cortos, como si fuera poco finalizados ambos con cuatro filtros eliminatorios.

Sin embargo, para esta temporada decidió cambiar y regresar a esta última fórmula que abre el juego para más aspirantes y complica a los planteles más completos y largos, expuestos a más “mata-mata” a partido único en los que una mala tarde puede arruinar el esfuerzo de todo un año.

Al bicampeón Atlético Mar del Plata le será más difícil repetir. También a Deportivo Norte pelearlo mano a mano como en los últimos dos años. Vuelven a tener planteles fuertes, pero esta vez estarán expuestos a más tropiezos. Como todos los demás.

El torneo se dividirá en dos mitades como entre 2000 y 2016. En el Apertura los equipos se dividirán en dos zonas y los ocho mejores de cada una de ellas avanzarán a play-off. En todos los casos los cruces eliminatorios se disputarán en un único encuentro. Sólo en octavos de final los ocho mejor ubicados en la fase regular tendrán la ventaja de jugar en casa y el hándicap de avanzar a cuartos en caso de que el partido termine igualado. En cuartos los preclasificados del 1 al 4, una vez más, podrán disputar el cruce en condición de local; sin embargo, si finaliza empatado, no habrá ventaja deportiva y se definirá por penales la clasificación a semifinales. Por último, las semifinales y la final se disputarán en terreno neutral y con eventuales desempates con remates desde los once metros. No hay segundas oportunidades para nadie.

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Del mismo modo, en el Clausura, la fase regular se estructurará en tres zonas, pero los clasificados a play-off serán dieciséis y los “mata-mata” se jugarán del mismo modo hasta coronar un campeón. Si un mismo equipo se llega a coronar en los dos torneos -algo que solamente lograron Unión en 2006 y Círculo Deportivo en 2015- se consagrará automáticamente como campeón del fútbol marplatense. De lo contrario, la final anual se disputará a dos partidos, ambos en terreno neutral designado por la Liga.

Tal vez no será el más justo de los campeonatos, pero promete emociones permanentes y abre sobremanera el abanico de los candidatos.

La Zona A

Dirigido por segundo año consecutivo por Mauricio Di Martino, Deportivo Norte, subcampeón en los últimos dos torneos y cabeza de serie del grupo, asoma como el rival a vencer. Si bien perdió a un par de jugadores importantes como el arquero Agustín Villalba y el defensor central Emiliano Coppens, incorporó experiencia con el regreso de Emiliano Fortete y las llegadas de Leandro Páez, Martín Prado y Enzo Astiz y apostó fuerte por dos jugadores interesantes de la zona como el volante Lucio Fernández, de Santamarina, y el delantero Joaquín González, de Atlético Ayacucho.

Enzo Astiz pone de pie a un jugador de Deportivo Norte. Ahora defenderá esa camiseta.

San Isidro, por su parte, se armó con un perfil notoriamente más alto que el de años anteriores. Ahora conducido por el ex Peñarol Hernán Montero, el equipo “celeste” se reforzó con varios jugadores interesantes: con el citado arquero Agustín Villalba (Deportivo Norte), el defensor Facundo Fernández (Deportivo Norte), los mediocampistas Lucas Chaparre (River) y Agustín Suárez (Peñarol), los delanteros Raúl Melga (River) y Juan Ignacio Fernández (ex Racing de Olavarría) y el interminable goleador Jesús Collantes, entre otros.

San Lorenzo, nuevamente dirigido por Diego Montina, es otro de los que a priori se fortaleció en todas las líneas en relación a la última temporada. Sumó entre otros al “penalero” arquero Jonathan Tullis (San José), a los defensores Jeremías Ramírez (Atlético Mar del Plata), Juan Hernández, Guido Lucero y Matías Cristobo (todos de Independiente), los mediocampistas Franco Hernández, Lucas Bustos y Joaquín Baigorria (los tres ex “rojos) y consiguió el regreso de Uriel Sepúlveda desde Kimberley. Y coronó con la incorporación de un veterano rendidor como el “Paisano” Damián Luengo.

Damián Luengo pasó de Kimberley a San Lorenzo. El “Paisano” se resiste al retiro.

Banfield, Quilmes y San José, tres equipos muy competitivos en la última temporada, salen a la línea de largada con las bases del año anterior. El equipo portuense lo hará con un cambio en la dirección técnica: el joven Matías López, ex Quilmes, reemplazará a Damián García, ahora director deportivo del proyecto. Sebastián Cano se hará cargo de la herencia de López en Quilmes y convenció de regresar al experimentado Tulio Etchemaite, un talentoso vigente. Luis Machado, en cambio, sigue al frente de San José y logró la vuelta de un atacante que le dio muchos dividendos como Jorge Zanetti.

Gustavo Trigo -ex lugarteniente de Machado en Nación– sigue al frente del equipo “azul” y logró darle un giro de experiencia y calidad “repatriando” a dos “históricos” como Nahuel Cano y Matías Faguaga.

Después de jugar para Atlético Mar del Plata y San José, Matías Faguaga vuelve a Nación.

Carlos Miori, por su parte, continúa al mando de Libertad y, pese a perder a algún elemento importante como el goleador Mariano Berón, buscará convertirlo en un equipo duro como en casi todas las temporadas.

Kimberley, con Esteban Erramuspe al frente, utilizará el torneo para darle pista a los chicos más prometedores de sus inferiores y acaso para que sumen minutos aquellos jugadores propios que no los tengan en el Federal.

Esteban Erramuspe volverá a orientar a Kimberley.

Talleres, dirigido por Adrián Pili, es otro de los que se mantendrá con pocas variantes. En cambio, Racing y Almagro Florida le apostaron a la renovación y cambiaron a sus cuerpos técnicos. En el equipo de la Avenida Jara Luis Bottega reemplazará a Eder Navarrete y en el elenco “canario” Jorge Godoy hará lo propio con Carlos Segovia.

El grupo se completa con un regreso y un debut absoluto. Después de tomarse una licencia, al mando de Diego Elissamburu, vuelve Juventud Unida de Batán, el equipo que supo ganar el Clausura 2014 y luego definir el anual con General Urquiza. Por último, fusionado con Colegiales, hará su debut absoluto El Siciliano en la Liga Marplatense. Dirigido por Fernando Forte, cumplirá su sueño de competir oficialmente e intentará afirmarse codo a codo con los equipos de mayor tradición de la ciudad.

La Zona B

Naturalmente, Atlético Mar del Plata, el actual bicampeón, fue el cabeza de serie. El equipo “decano” irá por la hazaña del tricampeonato: el último equipo en conseguirlo en el ámbito de la Liga fue San Lorenzo entre 1979 y 1981, hace ya 44 años.

Atlético sufrió una sangría de jugadores. Pero siguen dos referentes como Emiliano Rodríguez y Sebastián Nieto.

Lo intentará con un equipo muy renovado en relación a la última temporada. Entre otros, perdió a Dimas Morales y Matías Sosa (ambos se irán a jugar a Gonzales Chaves), Sebastián Batista (Miramar), Enzo Astiz (Deportivo Norte), Tomás Ciantino (Chile), los hermanos Ignacio y Santiago Váldez (Italia), Bruno Vedda y Lucas Verón (Independiente de San Cayetano), Jeremías Ramírez (San Lorenzo), Marcos Rondanina y Agustín Restovich (El Cañón). Pero también mantuvo algunos jugadores clave (Sebastián Nieto, Emiliano Rodríguez, Cristian Álvarez y Enzo Vértiz, por citar a algunos) e incorporó fuerte: entre otros, a los defensores Valentín Dimare y Martín Santa Cruz (Círculo Deportivo) y Estanislao Silva (Kimberley), a los mediocampistas Iván Lazcano (Once Unidos), Braian Campos (Juventud Unida de Otamendi, ex Círculo), Ramiro Rodríguez Acosta (Deportivo Norte) y Eliud González (Nación), y los delanteros Esteban Lemes de Oliveira (River), Mariano Berón (Libertad) y Felipe Di Paola (Kimberley), más varios jugadores llegados desde distintos puntos de la zona. Martín Quintas y Luis Elgart deberán formar un equipo nuevo, pero cuentan con un potencial interesante.

Deberán demostrarlo en una zona muy difícil. Con dos de los restantes tres semifinalistas de la temporada anterior: Once Unidos y River.

En el equipo de Parque Luro debuta como entrenador principal Sebastián Arias en el lugar de Manuel Piergentili. El nuevo DT planteó el año como una continuidad del anterior. Con cambios mínimos en el plantel. Perdió a Etchemaite e Iván Lazcano, pero potenció del medio hacia atrás con Emiliano Coppens y Leonardo Catuogno, ambos llegados desde Deportivo Norte.

El “Matador” Juan Santillán, goleador de la última temporada, lidera las esperanzas de Once Unidos.

Por su parte, Eugenio Ramajo, que dirigirá a River por noveno torneo consecutivo, deberá buscarle la vuelta para suplir los goles que se fueron con el “Colibrí” Esteban Lemes de Oliveira. También él apuesta al funcionamiento de un equipo cuyos integrantes hace mucho juegan juntos. Y arriba llegaron el potente Martín Capitanio (Círculo Deportivo) y el versátil puntero Luis Romero.

Círculo Deportivo también repite la base de un plantel que anduvo bien en el último torneo. Se alejó Marcelo Alejandroff de la dirección técnica y lo reemplazó Esteban “Poroto” Fourcade, quien colgó los botines para hacerlo. El objetivo está puesto en proyectar chicos que nutran el plantel del Torneo Federal.

Matías Leguizamón es uno de los experimentados en un Círculo joven.

Lo mismo puede decirse de Alvarado, que estará conducido por octavo torneo consecutivo por Osvaldo Nartallo, quien deberá “reinventar” un equipo que tuvo muchas bajas.

Argentinos del Sud, otra vez bajo el mando de Mariano Piastrellini, repetirá gran parte de su último plantel y promete dar pelea.

Independiente también quiere ser protagonista, pero a partir de una renovación importante. Lo dirigirá esta temporada Cristian Suárez, el “cerebro” de una de las máximas hazañas de un equipo “chico” en la historia del fútbol marplatense: el título de Argentinos del Sud en 2021 en cancha de Kimberley. El DT sufrió la baja de varios ex Kimberley que se fueron a San Lorenzo para reencontrarse con Diego Montina, pero también recibió a varios chicos del club que se habían alejado durante el ciclo anterior.

Cristian Suárez dirigirá a Independiente. Por primera vez en el medio local no lo hará en Argentinos del Sud.

El Cañón, dirigido nuevamente por Diego Penoni, intentará dar un salto de calidad. Se potenció con las llegadas de Fausto Santini, Martín Duhalde y Sebastián Corti (los tres desde Peñarol), Julián Duhalde (San Lorenzo), Ian Kiwata (General Urquiza) y de tres cuartos de cancha en adelante con Agustín Restovich y Marcos Rondanina (ambos de Atlético Mar del Plata).

El experimentado Alberto Páez procurará que Al Ver Verás sea un rival duro para cualquiera. Boca, Chapadmalal, General Urquiza y Cadetes, en cambio, apostaron por cambiar sus conducciones.

Cristian Rodríguez, ex San Isidro, ahora entrenará a Boca, Fabián Giovaniello a Chapadmalal, Facundo Vega pasó de General Urquiza a Cadetes y en el club de la calle Tucumán lo reemplazará Juanfer Blaires, el ex ayudante de campo de Alexis Matteo en Círculo Deportivo, primera vez como entrenador principal en la Liga Marplatense.

General Mitre vuelve a competir en primera división. Una buena noticia.

Por último, General Mitre, después de dos años de licencia y de la desarticulación de sus divisiones mayores, vuelve al mando de un exjugador como Roberto “Danky” Altamirano, quien consiguió el regreso de varios chicos que se habían alejado y armó un plantel con muchos futbolistas de ligas vecinas.

Para conocer los planteles completos ingresar aquí: Todos los equipos y futbolistas para la Liga Marplatense 2025