Un varón de 36 años fue detenido en las últimas horas tras permanecer prófugo desde Navidad cuando fue denunciado por su ex pareja de violarla y torturarla.

La novedad acaso más inverosímil del procedimiento que posibilitó su aprehensión es que el individuo acusado de abuso sexual, lesiones y amenazas se hallaba, al ser identificado por la policía, con su nueva novia.

El fiscal Leandro Arévalo había solicitado su detención y el juez de garantías Juan Tapia la había concedido, por lo cual el personal de la DDI se dirigió hasta el barrio Libertad donde consumó la detención.

Los hechos que se investigan ocurrieon en la madrugada del 24 de diciembre cuando una mujer de 41 años fue sorprendida en su vivienda del barrio Faro Norte mientras dormía. Al escuchar ruidos la mujer se despertó abruptamente y distinguió la silueta de un hombre dentro de la habitación.

En un principio creyó que se trataba de un robo, pero al cabo de unos segundos reconoció a su ex pareja: era el hombre con el que había convivido tres años y del cual se había separado meses antes. Problemáticas vinculadas al consumo de drogas y alcohol aceleraron la ruptura.

Esa madrugada, según la denuncia de la mujer, su ex concubino había logrado entrar a la casa tras forzar una reja y una ventana. Una vez en el cuarto, la amenazó con un cuchillo y la obligó a mantener relaciones sexuales, durante las cuales le practicó cortes en los brazos y el abdomen.

La mujer apenas pudo recuperarse solicitó ayuda a la policía y poco más tarde efectuó la denuncia en la Comisaria de la Mujer, que inició junto al fiscal Arévalo la investigación del caso.

En la tarde del lunes un grupo operativo de la DDI ubicó al individuo cuando se hallaba en la puerta de la casa de su novia, en la calle Wilde del barrio Libertad. Sin necesidad de utilizar la fuerza, los policías lo detuvieron y lo trasladaron a disposición de la Justicia.

Durante la mañana de hoy el detenido prestó declaración ante la fiscalía y luego fue trasladado hasta la Alcaidía Penitenciaria de Batán.