El “Ironman”, triatlón que tendrá su versión en Mar del Plata el próximo 3 de diciembre, demanda una gran exigencia física en las actividades que lo componen: natación, maratón y ciclismo. Las tres sin interrupción.

Quienes participan de la legendaria competencia deben entrenar y llegar a la misma con un buen estado físico que les permita llegar al final. Es por esto que es casi imposible que una persona con un discapacidad física pueda realizarla.

Sin embargo, el “Equipo Hoyt” rompió cualquier pronóstico y un padre junto a su hijo, quien sufre una parálisis cerebral, pudieron competir en Australia.

Dick Hoyt, un hombre estadounidense de 60 años, adaptó una silla para la bicicleta, otra diferente con ruedas para correr y un bote para poder participar del Ironman junto a Rick, su hijo. De esta forma recorrieron 4 kilómetros a nado, 180 kilómetros en bicicleta y 42 a pie.

Al nacer, el cordón umbilical se enredó alrededor del cuello de Rick prohibiendo que el oxígeno llegue con normalidad a su cerebro. Eso le originó la parálisis cerebral.

Después de años de entrenamiento, el joven logró comunicarse con sus amigos y familiares a través de una computadora. Fue así que todos notaron que era fanático del deporte y de esta forma le pidió a su padre formar parte del triatlón.

Dick completó la competencia y poco le importó que el tiempo haya sido mucho más elevado que el resto de los deportistas al notar la felicidad que transmitía la cara de su hijo por estar junto a él en ese evento.

En Mar del Plata, el legendario triatlón se realizará el 3 de diciembre y se prevé la llegada de 1200 atletas de casi 40 países. El punto de partida y de llegada será en la Playa Bristol y los competidores deberán recorrer 3,86 kilómetros a nado, 180 en bici y 42,2 km de carrera a pie en un tiempo máximo de 17 horas seguidas.