por Hernán Kloosterman

María Eugenia Vidal reitera desde el primer día después de las PASO que el mensaje de los votantes fue claro y que su objetivo es atender ese reclamo y dar respuestas. Sin excusas. A poco más de un mes para las elecciones generales, la gobernadora enfoca su campaña en el diálogo con los vecinos. Lo hizo el viernes en su visita a Mar del Plata, uno de los pocos distritos en donde consiguió más votos que Axel Kicillof.

Otro rasgo distintivo de su discurso es evitar profundizar la polarización. “Todos tenemos que aprender que falta más diálogo y no más confrontación”, remarcó en un mano a mano con LA CAPITAL.

“No creo que en la política la confrontación sea el camino”, refuerza en un diálogo que incluyó el vínculo con las organizaciones sociales, la autocrítica por el conflicto docente del año pasado, la relación con el Gobierno nacional y su postura de cara al 27 de octubre. “Yo no me rindo”, advirtió.

– ¿Cómo se transita este mes hasta la elección?

– Siento que el mensaje de las PASO, en mi caso me pone dos responsabilidades. Escuchar ese voto, y me comprometí al día siguiente a hacerlo, y a partir de esa escucha, gobernar mejor para todos. Mi tarea prioritaria es dar respuestas todos los días. Así que, a lo que me he dedicado este mes es a recorrer distintos lugares de la provincia, en contacto directo con la gente.

– ¿Qué autocrítica hace tras las PASO?

– Sin dudas, lo que la gente nos dijo era que le costaba. Que se le estaba haciendo cuesta arriba y que necesitaba que la acompañemos más. Y que les demos más respuestas. Por eso esta tarea de estar más cerca aún y de responder más, defendiendo el trabajo, como lo hacemos acá en el Puerto, sosteniendo a más de 2.500 trabajadores con fondos provinciales o interviniendo para que no haya despidos. O sostener emprendedores, o la feria de empleo. O ayudar a las familias de clase media con el descuento de los supermercados. Estar presentes.

– ¿Cree que se subestimó el efecto de la economía en la elección?

– Yo no soy una analista, eso se lo dejo a los que saben más que yo. El mensaje de las PASO fue claro y lo que hay que hacer ahora es profundizar esa escucha, acompañar y responder.

– Hay una diferencia entre esa postura y la del Gobierno nacional.

– Siento que tenemos roles distintos más que diferencias. Somos un equipo que trabajamos juntos hace muchos años, con roles diferentes. El mío es ser gobernadora y el 27 de octubre es una fecha muy importante para cada vecino de la provincia porque se define quién va a gobernar los próximos cuatro años y en las provincias no hay balotaje: se gana o se pierde por un voto. Mi rol como gobernadora es dar respuestas concretas a las situaciones difíciles y al mismo tiempo contarle a cada vecino por qué vale la pena seguir apostando por mi candidatura que no es mía personal, sino la de todo un equipo. El mismo equipo que escuchó a la gente como esperaba en pésimas condiciones en las guardias una noche entera y transformó la mayor parte de las guardias de los hospitales públicos. O el equipo que hizo el plan de reparación de rutas más grande en muchos años, como el caso de la 88 que se llamaba “la ruta de la muerte”. Mi tarea es gobernar, seguir dando respuestas y al mismo tiempo contar ese sueño que tengo para la provincia en los próximos años.

– ¿Haber apostado a profundizar la polarización fue un error?

– Yo no creo que en la política la confrontación sea el camino. No lo creí nunca. No me caracterizo por la descalificación al otro. Uno tiene que hablar más por los hechos que por los discursos. Y creo que hay muchos hechos concretos en esta ciudad en estos cuatro años, detrás de los cuales hay valores. Fueron cuatro años de responder urgencias. Esta era una ciudad en la que se debatía cómo hacer para que todos tengan gas, agua y electricidad. Esas obras se iniciaron. El desafío ahora es que con ese primer paso, avancemos al trabajo que hace falta.

– ¿Se arrepiente de no haber desdoblado la elección?

– Yo no especulé en su momento y no especulo sobre eso. Mi cabeza y mi corazón siempre estuvieron puestos en dar las respuestas a cada vecino como gobernadora. La gente elige y yo sé que, como pasó en las PASO, el 27 de octubre tiene toda la libertad para elegir.

– ¿Está dispuesta a debatir con Kicillof?

– Sí, hemos dicho previo a las PASO que íbamos a analizar todas las propuestas y en función de eso veremos cómo seguimos.

– ¿La relación con las organizaciones sociales es algo que hay que replantear de cara al futuro?

– Creo que la ayuda, más que a las organizaciones, es siempre para la gente. Y el diálogo hay que tenerlo con todos. En la Argentina, si hay algo que todos tenemos que aprender es que falta más diálogo y no más confrontación. También, que la ayuda del Estado tiene que llegar lo más directa posible. Nosotros hicimos de eso un eje porque escuchamos a las familias más pobres de la provincia. En mi caso, no es que hoy escucho sino que recorro los barrios más pobres desde hace 16 años. A mí, a la pobreza no me la cuenta nadie, la veo en vivo y en directo cada semana. Me he reunido con muchas mujeres y no quieren más a los punteros, ni a los narcos, ni a los intermediarios que se aprovechan. Lo que no impide que tengamos diálogos con todos.

– Cuando habla con los vecinos, ¿qué le decían antes de las PASO y qué le dicen ahora?

– Muchos me dicen que no afloje. Quiero decirles a todos los bonaerenses que yo no me rindo. Y no me rindo porque los vecinos de la provincia nunca se rindieron. Me lo demostraron en estos cuatro años que cada vez que el Estado daba un paso, se multiplicaba por mil. La muestra de eso es el hospital materno, donde hicimos una guardia y logramos el pase a planta de muchísimos becarios, y donde la terapia intensiva pediátrica recibió los monitores que pidió durante años. El estado acompaña y enseguida aparece el equipo de los vecinos de la provincia.

– ¿Su relación con el gobierno nacional sigue igual?

– Hace muchísimos años que trabajamos en un mismo equipo y lo que ha cambiado en los últimos años son los roles. Hoy a mí me toca el de gobernadora, a Mauricio (Macri) el de presidente y a Horacio (Rodríguez Larreta) el de gobernar la ciudad. Y en esos roles, asumir nuestra responsabilidad.

– Durante su gestión, hubo momentos de tensión con los gremios docentes. ¿Algo de lo que se arrepienta?

– Mi principal autocrítica ha sido el conflicto con los docentes en 2018. No fue con los docentes sino con algunos dirigentes gremiales y no fue buscado ni querido por nosotros, pero fue innecesariamente extenso. Muchas veces les he pedido disculpas a los docentes y lo sigo haciendo. Al mismo tiempo, hemos trabajado para volver a revalorizar la escuela pública. Y eso se nota en cada docente que me dice orgulloso que ya recibió su kit de robótica en la escuela primaria. Se nota también en la conexión a internet de más de la mitad de las escuelas. Pero no son logros personales ni de un equipo de gobierno, son logros de ellos. Fue de cada una de las docentes que eligió capacitarse y hacer los talleres con los kit de robótica. O los alumnos de la técnica que, con una impresora 3D, generaron un mini satélite que es el primero en América del Sur.

– ¿Fue una equivocación haber sostenido el rumbo económico, cuando gran parte de la sociedad se manifestaba en contra?

– El propio presidente hizo su autocrítica y dijo que le había exigido demasiado a los argentinos. Y a partir de esa autocrítica lo que tenemos que hacer es seguir tomando medidas como la del IVA en los alimentos o el acompañamiento que estamos haciendo con los trabajadores de la provincia, o el cuidado a los docentes con una cláusula gatillo. De eso se trata. De haber escuchado y aprendido, aprender y ser mejores. Los vecinos de la provincia son nuestros jefes y escuchando a ellos y al voto de las PASO es como tengo que corregir y mejorar.
– Si se ratifica el resultado de las PASO, ¿cómo imagina su futuro?
– No especulo. No pienso en el día después. Los vecinos de la provincia van a elegir y tengo claro que mi prioridad es gobernar, estar, hacer, dar respuesta como todos estos años me han visto los marplatenses y llevar los sueños que tengo para los próximos cuatro años que son muchos y que tiene que ver con que cada vecino de la provincia sepa que se puede desarrollar en su lugar.

– Si su gestión termina en diciembre, ¿de qué estaría orgullosa y cuál sería una cuenta pendiente?

– Mi mayor orgullo son los vecinos de la provincia más allá de cualquier logro de gestión. Me siento orgullosa y honrada de que me hayan dado este lugar. Pero también tienen que saber que al día siguiente, elijan lo que elijan, yo voy a seguir en esta provincia, peleando y defendiendo a cada uno de los bonaerenses. Por cada uno de esos abrazos de “no te rindas” o “fuerza” que recibí en estos años.