“Estoy muy orgulloso de los actores y las actrices, de lo que logramos. Es una serie muy contundente, con actuaciones y una trama muy noqueadora” definió el cineasta marplatense Leo Damario sobre “Victoria”, la serie de ocho capítulos, creada y filmada en plena cuarentena, junto a su pareja Cecilia Pecktaitis, que esta semana se estrenó en Amazon Prime Video.
La producción, contó con Gisela Asmundo de Little Bull como productora artística y ejecutiva y a Nora Mazitelli como guionista, Adrián Musso y Hernán Sidam con quienes Damario y Pecktaítis terminaron de definir las temáticas el tono, la estética de la serie y, además, el complejo rompecabezas de haber filmado todas las escenas de manera individual, en un contexto totalmente atravesado por la pandemia.
El elenco está integrado por Emilia Attias, Muriel Santa Ana, Federico D’elía, Inés Estevez, Fabio Posca, Carlos Belloso, Flor Torrente, Natalie Pérez, Rafael Spregelburd, Srita. Bimbo, “Turco” Naím y cuenta con la voz de Andrés Calamaro.
“Victoria me dio la posibilidad de trabajar con un puñado de los mis actores favoritos y jugar a ser Bergman a la hora de convertirme en un director de primerísimos primeros planos” definió el director y showrunner de esta serie.
“Como cineasta me seducía retratar la atmósfera claustrofóbica frente al drama de la pandemia y el confinamiento” pero a la vez, “no queríamos hablar de la cuarentena, ni el covid de forma directa”, sostuvo Damario en una nota que, junto a Pecktaitis, dio a LA CAPITAL a días del estreno del trabajo.
Leo Damario y Cecilia Pecktaitis.
“Pensamos en las mujeres víctimas de violencia de género que se encuentran en una situación de encierro” sostuvo Damario.
– ¿Cómo llegaron a sintetizar estas historias que si bien son ficción, son muy reconocibles en la cotidianeidad: abuso de poder, abuso sexual, violencia física, simbólica, manipulación, doble vara para juzgar acciones si quién las hace es varon o mujer, mansplaining, etc?
Cecilia: buscamos que sean casos con los que nos pudiéramos identificar, creo que todas las mujeres que vean Victoria se van a sentir identificadas en algo con las protagonistas de cada episodio. Son situaciones reales y reconocibles de abuso de poder de hombres hacia mujeres.
Hay mucho de biográfico también a lo largo de los episodios. Sin ir mas lejos Victoria antes de ser Victoria fue modelo, yo también y conozco las dinámicas de esa industria, en el caso especifico del pasado de Victoria nos inspiramos en una modelo de los 90´s que denuncio una estructura de abuso sexual hacia adentro de una de las agencias de modelos mas conocidas del momento, fue silenciada y acusada de loca para que años mas tarde se comprobara que todo era verdad.
Leo: Nora (Mazzitelli) tiene una maestría única a la hora de entregarte un guión. Esa base tan sólida me daba muchas posibilidades de vuelo plástico.
Por otro lado, Victoria, como toda ficción, parte del espectáculo del dolor y el mal. Según Schopenahuer la malicia es el dolor que responsabilizamos al otro.
Me gusta acompañar ese concepto y por eso nos cuidamos mucho en gestar una heroína sin sadismo o disfrute. Ella no es una asesina, no demoniza al hombre sin embargo lo describe como el ser capaz de las acciones más brutales y nefastas de la historia de la humanidad. Y tiene razón.
Los hombres, en la serie, responsabilizan a las mujeres de sus pesares y acciones.
– ¿Cómo llegaron a “invertir” los roles y poner a los hombres en desventaja?
Leo: Una de las situaciones de Victoria que más me divierte es como faja a los tipos, le da batazos, los secuestra, los guarda en el baúl del auto, todos los códigos scorsesianos los utiliza ella para acabar con estos males.
¿Se acuerdan que Dario Grandineti actuaba en un programa con Rodolfo Rani que se llamaba Los machos? ¿y que Andy K cuando entrevistaba a una mujer le pedía un piquito? ¿por qué le pedía un piquito a Angelina Jolie? ¿solo porque era mujer? El sexismo de los medios es inmenso, infinito, totalmente naturalizado.
Y los productos actuales que dicen que acompañan al feminismo son concebidos por los mismos machistas de siempre que quieren lucrar con el activismo feminista. Son oportunistas. No están acompañando al feminismo. No es el caso de Victoria que está capitaneado por mujeres y yo solo las seguí y acompañé con mi cámara, mis ojos, mis oídos y mi corazón.
Cecilia: En cualquier abuso hay una situación asimétrica donde el poder está en manos del abusador. En la terapia que ejerce Victoria lo primero que ella busca es quitarle ese lugar de poder al abusador y darle lugar y poder a la víctima que se transforma en victimaria junto con Victoria.
– ¿Cómo llegaron a la estética de la serie, lo pop, el cómic…?
Cecilia: Leo se inspiró muchísimo para pensar la estética de Victoria desde el cine con Irma Vep a su vez inspirada en Las Vampiras, también la atmósfera de film noir y las heroínas clásicas como Miss Fury que es considerada la primer heroína enmascarada del cómic y a su vez creada por una mujer. Victoria trae toda esa inspiración ligada a las expresiones artísticas de la cultura pop del cine y del cómic, a su vez tiene un link muy claro y contemporáneo que son las cuestiones ligadas a la violencia de género, porque son siempre mujeres a quienes Victoria le presta sus servicios. Mujeres que piden su ayuda por estar en una situación de abuso de parte de un hombre.
Leo: Me gusta transgredir los géneros. Hacer un cine degenerado. Pero si tengo que elegir siempre elijo la comedia para mi mis películas, comedias, de un humor un poco particular y victoria tiene mucho humor.
– ¿Cómo trabajaron desde lo creativo y, luego, desde lo concreto, un guión que, adaptado a las restricciones de la cuarentena estricta?
Cecilia: La cabeza de Leo fue la matrix que sostuvo la serie en sus meses de rodaje ya que las escenas y sus personajes no se filmaban en sincronía sino en diacronía y Leo (que hizo dirección, cámara, foto y sonido directo) tenía que componer todas las escenas en diferido y trabajar con los actores individualmente. Más tarde en la sala de edición junto con Hernán Saddam crearon un tiempo y espacio único.
Leo: La idea partió de una charla que tuve primero con Nora y luego con mi amigo director creativo Adrian Musso. A Nora se le ocurrió que los personajes deberían estar en una locación clandestina para poder filmar por separado. Y yo pensé en una web terapia. Con Musso pensamos en la idea de terapia de pareja. Y con Ceci lo desarrollamos y decidimos salir de “las parejas” y complejizar las cosas.
– Para las actrices y los actores el trabajo fue muy físico, muy expresivo…
– Leo: Trabajamos con cada músculo de la cara de todos los actores. Benjamin es un actor auténtico y verdadero que fluyó en la manera de filmar e hizo del primer plano su set. Está ahí, en cada emoción, en cada gesto que mi lente captura. Las emociones estaban a flor de piel, ensamblarlas era un trabajo de mucha meditación. Pasaban muchas jornadas entre los contraplanos de los tres actores en escenas y debía conectarme y acompañarlos a conectarse con este todo emocional que se produce en un duelo.
El desafío fue muy intenso y de mucha concentración, tuve que extenderme como director y abordar completamente solo arenas como el diseño de vestuario, fotografía, dirección de arte y hasta continuidad ¡incluso actuación! La serie tiene mucho trabajo de investigación como mundo y así mismo una gran, enorme, libertad creativa y recursos que me dio la producción, por lo que le estoy muy agradecido a Gisela.
Cecilia: Leo desde la dirección logró actuaciones realmente muy buenas y sorprendentes porque a muchos actores los vemos en roles en los que no los habíamos visto nunca, es el caso de Favio Posca que creó un villano impecable, muy lejos de los recursos actorales que estamos acostumbrados a ver en él.
– Hay una línea muy delgada entre lo heroico y lo victimario que tiene el personaje de Ceci. ¿Cómo trabajaron a esa mujer que pasa de víctima a vengadora y “está para todas”?
Leo: Para el arquetipo del personaje hay mucho de la saga de Death Wish de Charles Bronson de quién soy fan. Esta heroína solitaria que sale a hacer justicia por mano propia. Es una moral estética del cine de los 70s sin subtramas, simple directo fue una gran influencia en nuestra serie. También Cecilia vendría a hacer una suerte de Pam Grier en la trilogía de Coffe, Sheeba Baby y Foxy Brown dirigidas por Jack Hill, otro gran director que trabajó el imaginario femenino de un modo rudo.
Cecilia: Victoria no es una asesina, quiere venganza pero no a cualquier precio y lo que vivió la transformó y la ayudó a empatizar con otras mujeres en situaciones similares a la de ella. El costo de lo que vivió es que vive prácticamente recluida y en soledad, sin contacto con otros. Es una serie que habla de la soledad, la incomunicación, muy en sintonía con el momento que vivimos y cómo la soledad y la incomunicación se manifiestan de distintas maneras.
– Mientras el personaje de Ceci se muestra con heridas aún cicatrizando pero empoderada, también muestra un lado erótico. ¿Cómo trabajaron?
Cecilia: Fuimos muy conscientes de que eso podía llamar la atención en el proceso de creación de Victoria y nos gustó. Leo es un director que trabaja mucho desde la sensualidad y a su vez somos pareja y a través del lente él siempre busca una composición estética. Yo no diría como pareja que explota mi lado erótico, sino que lo celebra, y a su vez la sensualidad en Victoria está en sintonía con las heroínas de cómic que siempre tuvieron un marcado costado erótico y salvo excepciones como el caso de Miss Fury creada por una mujer, en general fueron creadas por hombres.
Es verdad que un cierto feminismo siempre criticó la sobrecarga de sexualidad sobre el cuerpo femenino pero en Victoria no sucede así, porque el erotismo que podemos observar no está por delante de ningún otro aspecto de Victoria. En última instancia el erotismo por sí mismo no sería un problema sino el uso que se hace de él.
– ¿Hay una intención provocadora en la forma de presentar las historias?
Leo: Pertenezco a los cineastas que le interesa más la globalidad de la obra autoral y la evolución del pensamiento que los momentos independientes de cada una de mis obras. Esto significa que para mi Victoria pertenece a toda una gran paleta Leo Damario que aún está en construcción.
Los personajes, el mundo, sus cuestiones son tópicos por los que ha versado toda mi filmografía siempre provocadora por naturaleza, buscando liberar el pensamiento del espectador.