La Fundación No me olvides, creada para honrar a los caídos en la Guerra de Malvinas, había iniciado un proyecto para construir un Espacio Memorial en Mar del Plata, inspirado en el Cementerio de Darwin, pero sus integrantes decidieron suspender la construcción en el barrio Costa Azul, al sur de la ciudad, luego de reiterados ataques vandálicos de un pequeño grupo de vecinos de la zona.

Con el nombre “Sembrando Memoria”, la iniciativa incluía el uso de plantas en lugar de cruces, representando la vida y promoviendo una visión ecológica. Además, el proyecto contemplaba el reciclaje de materiales y un enfoque pedagógico para concientizar a los jóvenes sobre la Causa Malvinas.

A pesar de haber cumplido con todos los requisitos municipales y contar con el apoyo de la sociedad de fomento y de la comunidad, la obra comenzó a enfrentar una insólita creciente oposición de algunos vecinos. Si bien muchos apoyaron el proyecto, otros comenzaron a exhibir actitudes violentas.

En primer lugar, sobre la cruz se pintó la palabra “apostasia”, término que significa la negación, la renuncia o la abjuración de la fe en una religión.

“Los avances en la concreción del proyecto se fueron logrando a través de donaciones de instituciones,
empresas, vecinos y familiares de caídos, sin ningún tipo de costo para el municipio. Mientras se desarrolló la obra, fue fiscalizada por las autoridades correspondientes. Nunca hubo objeciones. Pero a partir del progreso de la obra, comenzamos a sufrir señales graduales de disconformidad por parte de algunos vecinos, que llegaron a las agresiones verbales casi cotidianas hacia los miembros de esta fundación que iban a trabajar en el predio“, informó la Fundación a través de un comunicado.

Los miembros de la Fundación sufrieron agresiones verbales y, eventualmente, actos de vandalismo, que incluyeron robos de materiales y daños a la infraestructura del memorial.

“Ante esta situación, nuestra conducta siempre fue acorde a los principios que rigen a la Fundación No me olvides, por lo que en ningún momento se respondió a los agravios ni se incurrió en actos equiparables a los que sufrieron nuestros miembros”, señalaron.

La Fundación intentó seguir a pesar de las intimidaciones. Entre otros avances, se plantó la enredadera que debía cubrir de verde la cruz principal, y mientras se esperaba su natural desarrollo, se revistió la estructura con césped sintético. “Esa misma noche la cruz fue incendiada, y pocos días después, derribada”, lamentaron.

Por este motivo, la Fundación decidió no continuar con la obra en el barrio Costa Azul. Sin embargo, sus integrantes anunciaron que el proyecto “Sembrando Memoria” no se detiene y se trasladará a otro lugar, continuando con la misión de honrar a los caídos.

Asimismo, por lo sucedido la entidad presentó una denuncia ante la justicia para investigar los actos de vandalismo y robo sufridos.

Los integrantes de la Fundación No Me Olvides agradecieron a quienes apoyaron la iniciativa y aseguran que seguirán trabajando en proyectos constructivos y pedagógicos que mantengan viva la memoria de los héroes de Malvinas.