Vecinos denuncian “invasión de ratas” en Plaza Colón
Aseguran que en los últimos meses ha crecido la cantidad de roedores en la zona pero desde la Municipalidad no emiten respuestas ante sus reclamos.
Por Victoria Ibargüengoitia, Dana Sacco y Agustín Belga
Vecinos y vecinas de la zona aseguran que en los últimos meses ha crecido la cantidad de roedores en la zona pero desde la Municipalidad no emiten respuestas ante sus reclamos.
Niñas y niños en la zona de juegos, familias y grupos de amistades disfrutando de una tarde al aire libre, personas paseando a sus mascotas o hasta realizando actividad física. Todo eso es lo que se puede observar en un mismo momento en la Plaza Colón, un lugar emblemático de Mar del Plata. Pero también existe otra realidad. Lo que debería recrear una imagen de disfrute y ocio comenzó a despertar intranquilidad en aquellos que habitan en el lugar por la presencia de ratas y ratones.
Luego de la pandemia, el avistamiento de roedores se incrementó significativamente en varios puntos de la ciudad. Tal es así que los propios peatones son los que han elevado su preocupación por el caso. Ahora, esta situación se presenta en uno de los epicentros turísticos y los vecinos del lugar son los que se llevan la peor parte. Tal es el caso de Hibel Blaiotta, que tiene su departamento a 150 metros del lugar y estaciona su auto en el límite del parque recreativo sobre la Avenida Colón.
En conversación con Blaiotta informó que, al llevar a lavar su vehículo, detectó que no le funcionaba el “zorrino” de la parte delantera, por lo que decidió realizar una consulta con su mecánico para corroborar si la manguera del agua estaba desprendida. “Cuando llegué a buscar el auto me dijeron que no se había desprendido sino que las ratas se la habían comido” sostuvo Hibel.
Además de este diagnóstico, desde el taller observaron abundante materia fecal de roedores, lo que generaba la falla advertida por el propietario. “He hablado con agentes policiales que hacen la guardia nocturna y ellos también están al tanto de la situación, es vox populi, toda la plaza está infectada, pero la Municipalidad no hace nada”, sentenció el damnificado.
Por otra parte, el hombre de 88 años afirmó que estos roedores se alojan en las palmeras de la plaza, dentro de los huecos que quedan cuando la hoja de la misma se cae “al igual que lo hacen los murciélagos en Capital Federal”.
Asimismo, los arbustos de baja altura también se presentan como un hábitat predilecto por la posibilidad de hacer nidos debajo de la tierra. Esto último fue confirmado por vendedores artesanos ambulantes que se ubican alrededor de la estatua principal y también han sido víctimas por esta situación. “No podemos venir ni muy temprano ni quedarnos hasta muy tarde porque cuando deja de circular gente, las ratas salen a buscar comida”, declaró Flavia que tiene su puesto de sahumerios naturales.
Una historia que se repite
Esta situación no es reciente puesto que Mar del Plata tiene importantes antecedentes en lo que respecta a la presencia de ratas en espacios públicos, y también cerrados como lo han sido instituciones educativas. Incluso, el foco de invasión se va desplazando de un lugar a otro. Un claro ejemplo fue la disminución en el Parque San Martín y el aumento de ratas en el paseo Galindez.
Sin ir más lejos, la Plaza San Martín, que se ubica frente a la Catedral en pleno microcentro y a pocos metros de la Municipalidad, debió ser desrodentizada en 2018 por el Ente Municipal de Servicios Urbanos (EMSUR). Esto consistió en la inspección de los canteros no accesibles, copa de los árboles, alcantarillado, tarimas de los puestos utilizados por los artesanos y lugares específicos que por sus características podían facilitar la cría de los roedores. Este proceso tuvo una duración de cuatro semanas en las cuales se aplicaron los cebos, se controló su consumo y, finalmente, se confirmó la merma.
El peligro para la salud pública
Es importante remarcar que esta situación también afecta a las personas a través del virus “hanta”. En relación a ello, la bioquímica Gaidé Khalil proporcionó información acerca del Hantavirus, una infección que puede afectar tanto a personas como animales mediante las heces y la orina de los roedores. Pero también, como consta en el trabajo de Padula y colaboradores (1998), hay evidencia de transmisión horizontal (persona-persona). Puntualmente, en la región de Sudamérica esta zoonosis puede acarrear afecciones de tipo cardiorrespiratorias. “Si bien un cuadro leve provoca un estado febril inespecífico, un cuadro grave puede llevar a una insuficiencia respiratoria”, afirmó la especialista.
En diversos estudios, la aparición de personas afectadas por distintos tipos de Hantavirus se ha vinculado con un incremento sustancial de las densidades de roedores, lo que conlleva al aumento de portadores del virus y de su potencia. Por eso, resulta de vital importancia que desde el Municipio se tomen las medidas adecuadas con el fin de prevenir la presencia de esta plaga para poder garantizar condiciones de salubridad en un lugar que es patrimonio de los marplatenses.