Por Gerardo Gómez Muñoz

Un entusiasta Guillermo Montenegro sin bajar los brazos y con justa satisfacción, pero sin alharacas, juzgaba como satisfactoria la jornada del sábado.

La experimental apertura de sendos tramos de San Juan y de Güemes como peatonales para dar lugar a que se ejecutara la posibilidad de abrir unas horas los negocios de esas zonas para la reactivación económica fue exitosa.
Uno no tuvo la oportunidad, si es que las hubo, de ver fotos que graficaran las características del virtual paseo de la gente. Pero sí advertía que había mucho aire de paseo y jolgorio de parte de algunos protagonistas de la experiencia.
Ni por asomo se le ocurrió a nadie que así lo manifestara que la situación daba margen al desmadre por parte de gente irresponsable y de hecho infractora de ley estricta que nos protege de la pandemia.

El domingo, la segunda jornada, tal vez la confianza y la racional prudencia que evitara choques o incidentes, dio margen a la participación de gente que no respetaba la ley. Esto fue tan evidente que el jefe comunal, al cabo de esta jornada, se refirió a los irresponsables que atentaron contra la experiencia solicitada, por tanta gente afectada en sus válidos intereses por el aislacionamiento. Lo peor que como suele suceder cuando interviene gente regimentada para actuar contra la ley, es que no les importara que su conducta rayaba la seguridad no sólo de sus propias vidas sino de terceros.

Por ahora qué dolor por estas conductas casi criminales que tal vez,si quedaron registros gráficos podrían dar cabida a la actuación de la Justicia.

Dos cuestiones finales en estas breves consideraciones. Primero, no habrá faltado un poco de “adoctrinamiento” publicitario acerca de las características y permitidos legales y civilizados en que debían desarrollarse las actividades.

La diferencia de conductas entre la gente de la calle San Juan y la de Güemes parece que podría dar lugar a análisis sociológicos. No habrá exageraciones en la consideración previa de abrir otra jornada que no deje lugar a resultados dolorosos. Y segundo una sospecha de que el gobernador Axel Kicillof, a veces, se sale del margen al menos elegante para cobrarse alguna bronca. No sin sospecha se le escuchó ayer decir, cuando se le consultó sobre lo experimentado en Mar del Plata: “No sé ,el intendente dijo estuvo todo bien, pero vi unas fotos que no me gustaron”. Quiso como para cerrar con la norma de los juegos infantiles del escondite “piedra libre a aquél, detrás dela revancha por la clausura anticipada de las clases…”

La UCR, por su lado

El subtítulo no quiere jugar con una inexistente alejamiento del centenario partido, respecto de la alianza con el macrismo y con los otros acompañantes.Tal vez sólo se deja llevar por el desconfiado análisis de esperanzados e inquietos radicales cada vez más distantes de quienes creen que la endurecida postura de un PRO conducido por
Patricia Bullrich pueda llevar a buen puerto o que respete a la convicción democrática de los herederos de Hipólito Irigoyen.

El marplatense Maxi Abad, cada día más notoriamente, marca desde su banca las diferencias institucionales respecto de la conducción del socio. Por ejemplo este jueves vuelve a sesionar la Cámara de Diputados de la Provincia, que ya se fue poniendo en marcha en la última semana. Abad, presidente de bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara baja, fue uno de los que más insistió en la importancia de que la Legislatura vuelva a funcionar. En todas sus apariciones públicas de los últimos días sostuvo que en una democracia republicana los tres poderes deben funcionar plenamente: “El Ejecutivo administra, el Legislativo regula y el Judicial sanciona”, repetía.

Se probó el nuevo sistema a través de cual el jueves 14 la Cámara volverá a sesionar. Será un sistema mixto, con los presidentes de los bloques en el recinto y el resto de los diputados vía teleconferencia.

Se hicieron dos pruebas exitosas: una capacitación sobre la Ley Micaela, obligatoria para todos los funcionarios públicos; y un simulacro de sesión el martes 12.

La postura implacable de Abad para que vuelva a funcionar la Legislatura tiene también una lectura política, por la gran cantidad de temas que están esperando para ser tratados. La oposición superó los 200 proyectos presentados de manera digital, y se está definiendo la agenda de los que finalmente serán tratados el jueves. El oficialismo intentará aprobar una serie de medidas y la oposición plantea una amplia variedad de temas que abarca lo sanitario, lo social y lo económico.

Primero,el Partido

En el medio del vértigo de la vuelta de la Legislatura, Abad paró la pelota y fue el disertante de una reunión de radicales, vía Zoom, con más de 100 de sus correligionarios, entre los que se contaban el presidente del HCD, Ariel Martínez Bordaisco, la presidenta del bloque de la UCR, Vilma Baragiola, la concejala Marianela Romero, y varios
funcionarios. Hay que recordar que figuras de larga militancia cogobiernan hoy desde puestos muy importantes, por ejemplo, Verónica Hourquevié, Jorge González,Tato Serebrinsky, Carlos Katz y ojo,que el virtual jefe de gabinte Alejandro Ravinovich fue destacado dirigente en CABA.

Se trató la situación de la pandemia en la Provincia, el rol activo del Concejo Deliberante durante todo este tiempo y las acciones que en Mar del Plata desarrolla el partido. “Tenemos una intensa agenda en el presente, pero lo será más en el futuro. Por eso, celebro que el partido esté en unidad y pensando en el tiempo que viene”, resumió Abad al finalizar la charla.Y el político,sobre todo el que asiste a este tipo de reuniones-pérdón que se recuerde aquí a
Perón dicíendo de sus seguidores que cada uno lleva un bastón de mando escondido-,no olvida que no falta demasiado para la renovación de cargos electivos.

Movimientos en el peronismo

La proyección y el reconocimiento peronista y periodístico de Fernanda Raverta por su designación para darle mayor volumen y conducción política al prolífico ANSES,también coincidió con designaciones en Mar del PLata. Primero fue el nombramiento de Felizia, hombre del Movimiento Nacional Alfonsinista que preside el concejal Roberto Páez,a l frente del Consejo Nacional Portuario. Del palo portuense también Carlos Sepúlveda, acaba de ser designado en la subsecretaría provincial de Transporte.

Los memoriosos aún recuerdan el espectacular acto con más de dos mil comensales, que el citado Sepúlveda con Silva y Sosa, le brindaron a Fernanda en barrio portuense.Al margen de la larga y enérgica lucha sindical que el flamante funcionario tuvo al frente del sindicato de la estiba,su militancia peronista fue reconocida.

No menos significativa fue la última ,por ahora, designación de Raúl Calamante ,sindicalista docente de larga trayectoria para reemplazar a Serebrinsky que ya, en diciembre se había ido, del cargo de Delegado Regional del ministerio de Trabajo .

Obviamente, todo esto y lo que vendrá, se supone, será de la mano de la funcionaria que el sábado vino con el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, a dar una última mirada previa a su inauguración al Hospital que reforzará los eventuales requerimientos sanitarios por la demanda de la lucha contra la pandemia. Parece evidente que la conducción peronista-y más ahora que llega el frío-,pasa por ahí, porque el PJ sigue hibernando o algo parecido,aunque tampoco se lo vio activo con el calor ni en la primavera.

Acción Marplatense

Se tomó su tiempo, pero reapareció como le reclamaban muchos de sus seguidores y ciudadanos que aún aprecian su gestión y cada vez más y sobre todo cuando se recuerda y algunos sin siquiera rezar antes un “mea culpa”, por la responsabilidad que les cabe porque abrieron las ventanas al temible “arroyo virus”. Obvio que se habla de Gustavo Pulti que mantuvo reunión “tete a tete” con el intendente Guillermo Montenegro. Se dijo que habría llevado un trabajo que encierra 10 propuestas o consideraciones vinculadas con nuestra ciudad y sus vecinos. A todas luces enhorabuena que un valor de los quilates de Pulti,cuya figura se prestigia aún más cuando se recuerda lo que sucedió la plaga arroyista con todas las secuelas que merecieron al cabo de un año una paliza de 97 a 3 por ciento, por parte del electorado.