Un club en franca expansión necesita un proyecto. Ariel Bosotina, uno de los preparadores físicos del equipo de Primera Nacional y el coordinador de los “profes” de todo el fútbol, tenía uno en su cabeza, la actual dirigencia de Alvarado “lo compró” y lo puso al frente.

El ex defensor de Deportivo Norte, en consecuencia, asumió la coordinación deportiva del club y ya está trabajando con ideas nuevas y objetivos claros. “Uno de nuestros grandes objetivos es que la familia se acerque a Alvarado, que regresen los que se fueron y sumar gente que quizás nunca lo pisó”, le contó Bosotina a LA CAPITAL.

“La coordinación deportiva no existía en Alvarado. Estaban las actividades, pero todas desordenadas, se pisaban entre sí. Tenía un proyecto armado hace tiempo, adaptable a distintos clubes y a distintas realidades. Yo no puedo hacer en Once Unidos lo mismo que acá porque son dos clubes diferentes. Pero le presenté la idea a los dirigentes y les encantó. Era para arrancarlo el año que viene, pero me pudieron las ganas y ya empezamos a desarrollarlo”, cuenta este apasionado de la preparación fisica, que hace seis años trabaja en el fútbol de Alvarado.

“Me va a costar dejar lo de preparador físico, pasé por momentos inolvidables en el club, como haber sido el segundo “profe” en la campaña del ascenso. Gustavo Gatti, como manager, no quiere que siga y tiene razón. Ese proyecto de fútbol nos dio sus frutos y me gusta. Como con el fútbol utilizamos la franja horaria de la mañana, tal vez pueda hacer las dos cosas”, confiesa mientras camina por la sede de Jara y Rodríguez Peña y supervisa todos los detalles de la ahora amplia oferta deportiva de Alvarado.

“De un año a esta parte la dirigencia empezó a mostrar muchas ganas de comenzar a impulsar actividades en la sede. Este siempre será un club de fútbol, pero queremos motrar desde la sede una imagen de seriedad, de orden y de limpieza. Y queremos sumar actividades, transformarlo en un club social”, cuenta Bosotina.

Cualquiera que hoy se acerque a la sede social de Jara y Rodríguez Peña puede toparse con albañiles en plenas labores. “Estamos en obras en distintos espacios, se sumaron otros y eso nos permite sumar nuevas actividades. Tenemos un espacio muy completo para artes marciales y hoy se dan clases de taekwondo, judo, ju jitsu y tang soo do. Otro de destreza y gimnasia deportiva con una profe que hace mucho lleva adelante sus actividades en el club y las tiene muy completas. Me animaría a decir que el boxeo, que también tiene su lugar en el tercer piso, es hoy el segundo deporte del club con representantes nacionales. Alvarado es como una cuna de boxeadores gracias al trabajo de Daniel Villalobos y Pablo Roura. Y en el mismo gimnasio se practica kick boxing. En el gimnasio de planta baja también hay entrenamiento funcional”, explica el coordinador.

Hay más todavía. “El gimnasio de básquetbol es excelente. Lo vamos a cerrar quince días para renovarlo, pintar líneas, darle una lavada de cara…Ya tiene una tira de luces LED, está hermoso. Ahí además tenemos voleibol y newcom. Si me empiezan a crecer esas actividades, no vamos a poder contenerlas todas…Por eso hay proyectos de hacer un gimnasio polideportivo nuevo. El club volvió a administrar las canchas de tenis y, por último, la pileta de natación le dio una vida enorme. Mueve muchísima gente. Tenemos pileta escuela y natación terapéutica, con el apoyo de kinesiólogos. Por último, tenemos breaking, zumba, patín, hockey…Estamos repletos. Los espacios condicionan un poco, pero ya los vamos a agrandar. Y también hay un proyecto también de sumarle al club un colegio primario para que los chicos del jardín puedan tener una continuidad. La movida es muy grande, cada vez tenemos más gente adentro del club”, completa Bosotina.

La pileta de natación es una de las grandes atracciones del club. “Le dio una vida enorme”, apunta Bosotina.

-Muchas de las actividades deportivas venían funcionando, ¿se verán cambios en ellas?

-Buscaremos que las actividades estén bien, completas y que sean de calidad. Muchos sostienen que hay que sumar cantidad para luego encontrar la calidad. Pensamos que es al revés. Si ofrecemos calidad de actividades, vamos a tener cantidad de chicos. Si la actividad es mala, se van a otro lado. A la semana que empecé, lo llamé a Andrés Macció y tuve una charla con él. Y me ayudó mucho. “Lo primero que tenés que determinar es qué deportes quieren, no vas a poder tener todos”, me dijo. Priorizaremos aquellos que anden bien.

-¿Y en el verano?

-La mayoría de los clubes cortan con sus actividades en el verano. Nosotros vamos a dejarla en modo campus, con menos estímulos semanales. Así será en básquet y hockey. Y además la pileta de natación será el eje de nuestra colonia de vacaciones. Hace varios años que funciona, cuenta con excelentes profes y ya superamos el centenar de inscriptos. Los chicos además tendrán estímulos predeportivos en básquet, destreza, tenis y hockey. Con la finalidad de captarlos para el resto del año, bonificándoles el mes de marzo.

-¿El perfil del deporte del club será competitivo o formativo?

-Apuntamos a una estructura deportiva que se enfoque en la formación. Y la consecuencia será una profesionalización de las áreas. Por ejemplo, si el básquet juega el Prefederal, tiene que tener todas las categorías. Las Escuelas de menores y mayores están dando frutos y vamos a presentar U19. Pero tenemos que buscar completar.

-Cambios tan grandes nunca son sencillos de instrumentar, ¿qué dificultades encontrás?

-Lo que más cuesta es determinar roles y funciones. Acá la chica que limpiaba la sede, cobraba la cuota de socio y además la de fútbol. Eso se terminó. La gente que trabaja en el club debe estar especializada. El de seguridad, por poner un ejemplo, no puede cobrar la cuota. Hoy la chica de informes recibe y atiende las consultas, las chicas de administración cobran las cuotas y el empleado de seguridad vigila. Conseguimos que el club esté permanentemente limpio. Eso es importantísimo, dan ganas de volver. Acá hay mucho laburo por hacer y aceitar todas las áreas va a llevar tiempo. Por ejemplo, limpieza y mantenimiento para mí son dos áreas vitales. El área de Mantenimiento condiciona el desarrollo de la actividad. Si tengo un aro roto, tengo que suspender básquet. Por eso es importante la coordinación. Pero este es un proyecto a seis o siete años.

El nuevo café invita a entrar en la sede. El coordinador de Alvarado cree que mostrar un club en crecimiento lo puede ayudar a crecer socialmente.

-¿Qué objetivos se propusieron?

-Uno de nuestros grandes objetivos es que la familia se acerque al club, que regresen los que se fueron y sumar gente que quizás nunca lo pisó. Nos propusimos tener más socios. Alvarado no puede tener nada más que mil activos con la cantidad de hinchas que tiene. Pasa que durante años ofrecimos nada. Desde ahora, como en todos los clubes de Argentina, cada chico que hace una actividad debe ser socio porque está cubierto por un seguro adentro de la sede y la cuota social cubre el valor de la cobertura.
Además queremos que Alvarado sea una marca. Este club es barrio y tiene que abrirse a los barrios. Muchos sostienen que las instituciones deportivas cumplen un rol social y que sacan a los chicos de la calle. Pero no siempre ese postulado se lleva a la acción. Vamos a ir a los barrios a mostrar nuestras actividades y vamos a traer a los chicos al club. Vamos a aprovechar ciertas fechas claves, como la próxima Navidad, con una colecta grande de juguetes y comidas. Queremos apadrinar a instituciones que lo necesiten y presentarnos como un club que se abre a la sociedad y que va adónde tiene que ir. Eso es fundamental, tanto como difundir las actividades para que la gente se entere lo que estamos ofreciendo. Me acerco a cada cara nueva que veo en el club, les muestro cómo se trabaja, las obras que emprendemos día a día. Mostrar una obra, tal vez, me hace ganar un socio. Ese es el camino.

-¿Tuvo que ver el crecimiento del fútbol de los últimos años en esta explosión de actividades en la sede?

-Totalmente. A partir del crecimiento del fútbol fue creciendo el resto del club y el ascenso le dio un empujón importante. Alvarado consiguió una repercusión nacional que no tenía, pero al mismo tiempo la dirigencia ordenó un montón de cosas. Quedó en el pasado aquel Alvarado que le debía a los jugadores, que no tenía actividades en el club y cuya sede apenas se utilizaba para comprar alguna entrada.