Unicef: “Ya es tarde” para los niños que esperan ser repatriados de Siria
En Tal Tamer, dos niñas pequeñas esperan para llenar un cubo y unas botellas con el agua que ha sido transportada desde zonas cercanas. Foto: UNICEF | UNI217694 | Hasan.
por Isaac J. Martín
BEIRUT, Líbano.- Es tarde y cada día que pasa más para las decenas de miles de niños que se encuentran en campamentos en el noreste de Siria a la espera de ser repatriados por sus naciones de origen, alerta el representante de Unicef en este país, el español Fran Equiza, en una entrevista con la agencia de noticias EFE.
“No es una cuestión urgente de ahora mismo, es una cuestión urgente de hace meses. Llevamos meses con esos niños y niñas en el noreste de Siria. Ya es tarde y cada día que pasa es más tarde”, asegura en una conversación telefónica Equiza, que comenzó su misión en Siria en 2017.
“Las condiciones, a pesar de todos los esfuerzos de los actores humanitarios para proveer los mejores servicios a los niños y niñas, claramente no son las de un entorno en el que puedan desarrollarse”, indica.
Por ello, en su opinión, la repatriación debería tener lugar “lo más rápido que se pueda acorde con la normativa y legalidad, y acorde al mejor interés del menor”.
Niños estigmatizados
Casi 28.000 niños de más de 60 países diferentes, incluidos casi 20.000 iraquíes, permanecen atrapados en el noreste de Siria, principalmente en campos de desplazados, y más del 80 por ciento tienen menos de 12 años y el 50 por ciento menos de 5 años, según Unicef.
Esos campos están controlados por las autoridades kurdosirias y las Fuerzas de Siria Democrática, la principal alianza armada liderada por kurdos que, junto a Estados Unidos, libraron la batalla final contra el grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
Además, la agencia de la ONU calcula que al menos 250 niños, algunos de apenas 9 años, son prisioneros en centros de detención, aunque destaca que es probable que los números reales sean superiores que estas estimaciones.
La razón por la que los menores se encuentran en los campamentos o centros de detención es que a sus padres o familiares se les acusa de tener algún tipo de vínculo con el EI.
Equiza destaca que la repatriación debe ser voluntaria y, en este contexto, al menos 17 Gobiernos han llevado a cabo el proceso por el que los kurdosirios han entregado a más de 650 pequeños a sus países de origen.
Entre los menores que permanecen atrapados, los hay de nacionalidad española, confirma Equiza, aunque que no puede ofrecer más información porque la política de Unicef es “proteger al menor” por encima de todo.
Agrega que la agencia de la ONU “mantiene conversaciones con Estados miembros” de este organismo para ofrecer “apoyo” en el proceso de repatriación.
Desplazados por la última ofensiva
Además de los menores que están bloqueados desde hace meses, la ofensiva lanzada el pasado 9 de octubre por Turquía contra el noreste de Siria -donde se encuentran los campos y centros de detención- ha provocado el desplazamiento de más de 200.000 personas, la mayoría niños y mujeres.
Según Equiza, “la situación en el noreste en términos de conflicto está mucho más pausada (…) básicamente no hay movimiento, no se esté generando más desplazados”, después de que el día 17 de octubre de pactara una tregua y una segunda casi una semana después, entre Ankara, Washington y Moscú, que ha detenido las hostilidades casi por completo.
La mitad de los desplazados han regresado a sus lugares de origen, detalla, aunque la mayoría está con comunidades de acogida o refugios.
En ese sentido, señala que Unicef no tiene “acceso a las áreas controladas ahora mismo por Turquía o sus proxies (facciones armadas sirias opositoras al Gobierno)” y no dispone de información sobre lo que está pasando en estos territorios tomados por Ankara y sus aliados en el curso de su ofensiva.
El representante destaca que su regreso ha sido “espontáneo o voluntario y no organizado por la ONU o actores humanitarios”, que sólo operan en las zonas que permanecen en manos de los kurdosirios.
EFE