BALCARCE (Corresponsal).- La inquietud de una joven balcarceña por ayudar a los que menos tienen fue el motivador de lo que resultó luego la fundación de una organización y de esa manera la institucionalización de la asistencia. Su madre, Stella Pernía, trabajó en la creación de la ONG Quiero Ayudar de Balcarce.

Actualmente es la vicepresidenta de la institución y quien está en el día a día de la distribución de lo que se recoge de manera solidaria y también mediante eventos y rifas.

“Hoy estamos ayudando de manera continua a 487 familias que realmente no la están pasando bien y no están recibiendo ayuda del estado. Pertenecen a barrios carenciados de la ciudad”, expresó Pernía.

La asistencia se brinda mediante la entrega de alimentos, medicamentos, ropa y frazadas. “El aumento de la necesidad y la pobreza es realmente muy grande”, aseguró.

“El inicio de la ONG fue en septiembre de 2017. La idea la empezó Agustina, mi hija, cuando vinimos a vivir a Balcarce y vio la situación de pobreza y necesidad que había en muchos barrios de la ciudad”, recordó la vice.

“Se necesitaba un equipo por ahí más técnico para poder hacerlo bien, que conozca de las problemáticas de los barrios y que sepa de política social. En ese momento, Jorge Guzmán colaboró mucho y se ofreció a ser presidente”, remarcó.

“Estamos poniendo todo nuestro granito de arena como para poder ayudar y poder de alguna forma contrarrestar todo lo malo que se está viviendo”, aseguró la referente de “Quiero Ayudar” a la vez que advirtió que “hay un sector de la población que es más vulnerable a la parte económica”.

Entre los objetivos que se plantearon en esta primera etapa, la Vicepresidenta de la institución, destacó que “el objetivo es poder llegar a más gente con ayuda. Cada vez son más los que nos contactan para decir estas personas la están pasando mal”.

Asimismo, indicó que la gente se comunica telefónicamente o vía Facebook para solicitar la ayuda y en otros casos son detectados mediante operativos que se realizan en las zonas periurbanas. “Muchas veces el que realmente necesita no pide ayuda porque le da vergüenza, ya que no está acostumbrado”, remarcó.

Además, comentó que “a algunas de las familias se las asiste incluso una vez por semana mediante la entrega de pan, facturas, tortas y demás como también a otras con ropa, frazadas, colchones, medicamentos y lo que necesiten” y añadió que algunos recursos los compran con el equipo de voluntariados.

Pernía reconoció que también existen casos que se requieren contención psicológica y un apoyo integral que también lo pueden brindar porque tienen a profesionales que colaboran en esta materia. “Nos hemos encontrado con casos de violencia de género, donde ayudamos a las víctimas a que puedan hacer la denuncia y ya los casos pasan a estar judicializados y nosotros ya no intervenimos porque entendemos que ahí tiene que aparecer el estado”.