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Policiales 28 de julio de 2020

Una travesura adolescente que movilizó a la policía y a la Justicia Federal

Una chica de 13 años fingió su secuestro para ir a ver a su novio, de 15. Había dejado una carta en la que exigían 60.000 pesos por su libertad. La joven explicó que no hubo ningún tipo de violencia o coacción y que solo buscaba dispersarse.

Foto ilustrativa.

Una adolescente de 13 años que se sentía estresada por el aislamiento social preventivo y obligatorio y ante la necesidad de vincularse con otras personas fingió su propio secuestró y se fue a ver su novio, de 15 años, que había conocido semanas atrás por redes sociales.

Según confirmaron fuentes oficiales, ayer por la tarde un hombre encontró en su casa una carta en la que aseguraban que su hija había sido secuestrada y en la que exigían 60.000 pesos a cambio de su libertad.

Si bien la nota estaba redactada de manera infantil, ante la gravedad de la situación y la posibilidad de que una menor hubiese sido secuestrada, se desplegaron todos los protocolos para este tipo de cosas e inmediatamente tomó intervención la Dirección Departamental de Investigaciones y la Justicia Federal.

En las primeras horas, los investigadores descartaron prácticamente que se tratara de un secuestro extorsivo real y enmarcaron la situación en una “travesura”, ante la necesidad de vincularse con otras personas en el marco del aislamiento. Sin embargo, el paradero de la menor aún era un misterio.

Para poder hallar a la menor, la Fiscalía Federal N° 2 solicitó la intervención de teléfonos y se movilizaron “infinidad” de recursos estatales, poder confirmar lo que se sospechaba desde un principio: que la adolescente no había sido secuestrada.

Los investigadores pudieron establecer que la adolescente se había escapado de la casa para encontrarse con su novio, de 15 años, a quien había conocido en redes sociales hacía unos 15 días y que nunca lo había visto en persona.

Tras una serie de averiguaciones, que incluyó la identificación de personas y el seguimiento de autos de alquiler, los investigadores localizaron la casa del novio de la adolescente y a la menor en el lugar.

Personal policial y de la fiscalía federal irrumpieron en la casa del joven y encontraron a los menores en el lugar. La adolescente fue entregada a sus padres y explicó que no existió ningún tipo de violencia, ni ningún tipo de coacción o situación que la hubiera puesta en peligro más allá de su propia conducta, motivada por el estrés que le produce el encierre en el aislamiento.

Confirmada la situación, la fiscalía federal desactivó los protocolos de búsqueda y realizó un reconocimiento médico a la menor, para confirmar que no tenía ningún tipo de lesiones.

Luego de horas de investigación y el uso de innumerables recursos del Estado, se resolvió una travesura adolescente que en un principio se presentaba como un secuestro extorsivo.