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Opinión 21 de enero de 2025

Una nueva definición para la obesidad

Por Virginia Busnelli

La obesidad, un desafío creciente para la salud pública mundial, acaba de recibir una nueva definición que podría transformar tanto su diagnóstico como su tratamiento. Publicada por la prestigiosa revista científica The Lancet, esta actualización ha sido desarrollada por la Comisión de Diabetes y Endocrinología, en la que participaron 58 expertos internacionales de múltiples especialidades médicas.

La importancia de esta redefinición

La obesidad ya no se considera únicamente un exceso de peso medido por el índice de masa corporal (IMC). La nueva definición la caracteriza como una enfermedad sistémica crónica causada por el exceso de adiposidad, con o sin alteraciones funcionales del tejido adiposo. Esto subraya que el IMC, una herramienta ampliamente utilizada, no es suficiente para diagnosticar la obesidad a nivel individual, ya que puede subestimar o sobreestimar la adiposidad y proporcionar información inadecuada sobre la salud.

¿Qué sabíamos del IMC?

El Índice de Masa Corporal (IMC) ha sido, durante décadas, una herramienta ampliamente utilizada para calcular y clasificar la obesidad. Su fórmula sencilla, que relaciona el peso en kilogramos con la altura en metros al cuadrado (IMC = Peso (kg) / Altura (m)²), permitió una rápida evaluación del estado nutricional a nivel poblacional. Según las clasificaciones tradicionales establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se consideraba peso normal un IMC entre 18,5 y 24,9, sobrepeso un IMC de 25,0 a 29,9, y obesidad un IMC igual o superior a 30,0. Este enfoque simplificado, aunque práctico, ha sido objeto de cuestionamientos debido a sus limitaciones para reflejar la realidad compleja de la obesidad y su impacto en la salud.

Nuevos criterios diagnósticos

La Comisión propone un enfoque más integral que combina el índice de masa corporal con herramientas como la circunferencia de cintura, el índice cintura-altura y la medición directa de grasa corporal, adaptadas a la edad, género y etnia de cada persona. Para quienes tienen un IMC superior a 40 kg/m², se considera que la adiposidad excesiva es evidente, eliminando la necesidad de confirmaciones adicionales.

Diferenciación entre obesidad clínica y preclínica

El diagnóstico de obesidad clínica se basa ahora en dos criterios principales: la existencia de evidencia de disfunción orgánica o tisular causada por la obesidad, y la presencia de limitaciones significativas en las actividades diarias, como movilidad reducida o dificultad en tareas básicas como vestirse o comer.

Cuando estos criterios no están presentes, se considera obesidad preclínica, un estado inicial donde los órganos aún funcionan normalmente, pero existe un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas si no se interviene a tiempo. Por el contrario, la obesidad clínica, al estar acompañada de disfunción o limitaciones, puede provocar daños graves en órganos vitales como el corazón, los riñones y el cerebro, llevando a complicaciones potencialmente mortales como infartos, ACV o insuficiencia renal.

Más allá del diagnóstico

Este nuevo marco no solo redefine cómo se entiende la obesidad, sino también cómo se abordan sus tratamientos y políticas públicas. Los responsables de esta Comisión destacan que las estrategias de salud pública deben estar basadas en evidencia científica, evitando el estigma y las suposiciones que culpan a los individuos por su enfermedad.

La obesidad debe entenderse como una condición multifactorial que requiere intervenciones personalizadas y un acceso equitativo a tratamientos basados en evidencia. Este cambio de paradigma puede ayudar a prevenir complicaciones graves y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.

El camino hacia el futuro

Con el respaldo de 76 organizaciones científicas y grupos de defensa de pacientes en todo el mundo, este nuevo estándar representa un paso crucial para combatir una de las principales pandemias de nuestro tiempo.

(*): Medica especialista en Nutrición. (MN 110351). Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición.