Los festejos por los primeros 100 años de Mar del Plata estuvieron integrados por una serie de eventos multitudinarios y heterogéneos, en los que no faltaron los actos oficiales ni las fiestas en los boliches de la avenida Constitución y hasta una torta gigante que desfiló por la avenida Juan B. Justo. Eso sí, de acuerdo a las crónicas periodísticas, el invitado inesperado fue el mal clima, con un intenso temporal de viento del este y lluvia persistente que no llegaron a empañar la fiesta ante el fervor popular.

En plan de celebraciones, LA CAPITAL lanzó junto a su edición habitual de 32 páginas -en dos secciones- un suplemento de 60 folios que constituyó un obra maestra en materia histórica y se agotó a las pocas horas de su aparición en los kioscos. Para la oportunidad también hubo merchandising: la empresa nacional de Correos y Telégrafos emitió una estampilla conmemorativa -con un valor de 70 centavos- y se creó un isotipo especial para la ocasión.

Además, en los días previos se realizó “El ruido del Centenario”, una fiesta organizada por la Asociación de Boites de la avenida Constitución. Con un ticket de 15 pesos ley se podía recorrer los distintos boliches de la otrora “Avenida del Ruido” y tener acceso a tres consumiciones.

Luis Nuncio Fabrizio era intendente durante el centenario de Mar del Plata.

Durante el centenario, la presidencia de la Nación estaba ocupada por el general Juan Domingo Perón (por tercera vez), el gobernador bonaerense era Victorio Calabró y el intendente Luis Nuncio Fabrizio, aunque ni el primer mandatario ni el jefe provincial se hicieron presentes en los actos oficiales.

Brillos

“Una brillante celebración tuvo el Centenario de Mar del Plata”, reflejó el título principal de LA CAPITAL, además de dar cuenta del acto oficial que se desarrolló en un palco montado en la Rambla -entre los edificios del casino y del Hotel Provincial- después del izamiento de la bandera en el mástil de la plaza San Martín, del encuentro de las fuerzas vivas frente al Palacio Municipal y de la celebración de la misa en la Catedral. También hubo desfiles militares.

En el acto oficial, el obispo de Mar del Plata, monseñor Eduardo Francisco Pironio -recientemente beatificado por el papa Francisco-, agradeció a Dios por la diversidad de dones otorgados a la ciudad centenaria, como “la fecundidad a sus tierras, la riqueza a su mar, la fe, la capacidad de esfuerzo e inteligencia a sus hombres”.
Luego le entregó al intendente un libro que contenía las conclusiones de la Conferencias de Medellín “con la esperanza de que su luz ayude a la construcción de un mundo nuevo sustentado en la justicia, el amor y la paz”.

Por su parte, el intendente dijo que “hemos visto que en esta época de los pueblos, Mar del Plata es no ya el balneario tradicional, sino, con satisfacción, con entusiasmo de argentinos, el balneario del pueblo argentino, es el balneario de los hombres de trabajo”.

El obispo diocesano, monseñor Eduardo Pironio, rodeado por Luis Nuncio Fabricio y Teodoro Bronzini.

Posteriormente, las autoridades cruzaron hasta la plaza Colón para rendir homenaje ante el monumento del fundador de la ciudad, Patricio Peralta Ramos. Junto al intendente Fabrizio estuvieron el ministro de Gobierno bonaerense, doctor Alberto Rocamora (en representación del gobernador), y una de las nietas del fundador, Celia Lértora Bouchez de Peralta Ramos.

Festividades

Pasado el mediodía, en el Hotel Provincial se agasajó con un almuerzo a “los 100 vecinos más antiguos de la ciudad”, mientras que en el exterior el mal clima se convertía en el invitado menos deseado, registrándose menos de 18°, viento del este y lluvia persistente que se extendió durante toda la jornada.

Precisamente por las malas condiciones climáticas se suspendieron actividades programadas, como un simulacro de desembarco en las playas céntricas y el lanzamiento acrobático de paracaidistas del ejército en la costa.
A pesar de esas inclemencias climatológicas, se desarrolló el desfile con torta gigante (ver recuadro) por la avenida Juan B. Justo, desde Las Heras hasta el Velódromo municipal con la presencia de la Guardia del Mar.

Así, en la página 8 de la edición del lunes 11 de febrero del diario LA CAPITAL se detalló que “Con gran atraso se cumplió el acto ya que el público, apiñado como pocas veces, pugnaba por ver de cerca el símbolo de los 100 años.

Fue una verdadera manifestación popular realizada en medio de algunos inconvenientes que, sin embargo, no empañaron la fiesta. Luego, se concretó un gran espectáculo en el Parque Municipal de Deportes”.
En otro de los párrafos se puede leer que “El intendente y su señora esposa fueron levantados con una grúa de Agua y Energía sobre la pala mecánica y acercados de esa forma a la torta”.

Luego de esa maniobra, el jefe comunal “cortó el primer trozo y se lo ofreció a su esposa ante el aplauso de miles de personas agrupadas en ese sector” y se mencionó que “al comenzar el intendente a cortar la torta, desde algún lugar se elevó la entonación coreada por numerosas gargantas de ‘Cumpleaños Feliz’. Momentos después, un grupo de jóvenes comenzó a cantar la Marcha Peronista”.

El cierre de las celebraciones, a pesar de la llovizna, se concretó con alegría popular y sin mayores desmanes.

Intranquilidad

El contexto social de la época, ante la presencia de numerosas autoridades, determinó un gran despliegue de fuerzas de seguridad ya que eran frecuentes los violentos enfrentamientos entre el gobierno y los sindicatos, como así también las amenazas de actividades guerrilleras.

La torta llevó 450 kilos de harina y 5.200 huevos.

Así, se ausentaron en los actos tanto Perón como su mujer Isabelita, a la sazón vicepresidenta de la república, como así también el gobernador Calabró que adujo “alguna indisposición”, según consignaron las crónicas de la época.

En las páginas de este diario también se contó que las fuerzas federales de seguridad desbarataron un “plan extremista denominado ‘Operativo Centenario’, destinado a empañar la celebración a cargo de sediciosos capturados en un chalet en Cabo Corrientes, que habían planeado volar instalaciones de Gas del Estado e YPF y disparar contra las autoridades nacionales provinciales”.

Varieté

En ese verano, las publicidades impresas en las páginas de LA CAPITAL apuntaban a la recuperación de cabello -especialmente para caballeros- en “Dandy Hair Center”, a la venta de artículos para el hogar de la mano de José Fazio y de materiales para la construcción en Zambano, Bove y Cia, entre otros.

Por su parte, la cartelera de espectáculos indicaba la presencia del circo Tihany y reflejaba que en el cine Ambassador se proyectaba “Los optimistas”, de Peter Sellers, mientras que Estela Raval, José Marrone y Gogó Andreu presentaban “Colitas de verano” en el Neptuno.

En materia musical, se presentaba Vox Dei en “Carpa Hair”, Aníbal Troilo en “La Campana Café Concert” y Roberto Goyeneche en el “Caribean”.

Autoridades provinciales agradecen a la gerencia del Hotel Provincial por los agasajos con una ofrenda floral.