Distintas opciones gastronómicas, cerveza artesanal fabricada en la ciudad y música en vivo con el cierre de Los Autènticos Decadentes, a pocos metros del mar, dieron forma a la primera edición de “San Patricio Fest” en Varese.

El sábado, desde las 18.30, será la segunda jornada de la celebración, con el broche musical a cargo de Kapanga.

En el marco de unas condiciones climatológicas soñadas, hoy se realizó la primera “San Patricio Playa Fest”, la fiesta de la cerveza artesanal marplatense que convocó a 20 fábricas locales que ofrecieron sus distintas variedades.

Mientras que la entrada del público se realizó por la bajada de la calle Rivas, la arena de Varese congregó a las carpas-barras de las veinte firmas marplatenses de cerveza artesanal, que vendieron distintas versiones desde IPA hasta blondie o Amber.

En tanto, el paseo Jesús de Galindez se convirtió en peatonal, ya que desde la mañana estuvo cerrado al tránsito vehicular a la altura de Cabo Corrientes y allí se estacionaron los “food trucks” con hamburguesas, carnes ahumadas, papas fritas con aderezos y pizzas, entre otros.

Autóctono

El encuentro organizado conjuntamente por el municipio a través del Ente Municipal de Turismo y la cámara de Cervecerías Artesanales de Mar del Plata, convocó a “30 mil personas“, según el cálculo del presidente del Ente Municipal de Turismo, Bernardo Martin.

Si bien la entrada fue libre y gratuita, los organizadores entregaron códigos QR que funcionaron como tickets virtuales “por una cuestión de seguridad, para controlar el aforo”, explicó el funcionario.

foto: dronmardelplata

Con casi 25°, y los últimos rayos de sol, los primeros músicos en subirse al escenario fueron Equinoxio, seguidos pos La Nueva Sintonía y Aruba Cumbia. Más tarde fue el turno de Flor de Monos mientras que el cierre estuvo a cargo de Los Auténticos Decadentes.

“Está buenísimo que se haga esto, en la playa, ya que Mar del Plata está considerada la capital de la cerveza artesanal. Y concretarla en este marco es glorioso”, señaló un fabricante de cerveza mientras despachaba dos medias pinta.

También se dispusieron baterías de baños químicos y un operativo de seguridad que incluyó el vallado de todo el sector en la costa, generando una sola entrada peatonal y varias salidas de emergencia.

En la ocasión se premió a los conductores designados, ya que quienes fueron elegidos como tales al final de la fiesta fueron sometidos a controles de alcoholemia y si era negativo el resultado se llevaban una bolsa con regalos.