El verano concluye y radicales avezados en el quehacer político se apresuraron en afirmar en conciliábulos poco más que íntimos, pero muy influyentes: “Bueno, ahora es la nuestra”.

Decodificando, se entendía que ya tenían en claro que Guillermo Montenegro no había sido más que un fantasma imaginado por teóricos de altos entornos de palacio para decirle al actual intendente que ni sueñe -como lo hace el “pirinchaje asesoril”- que puede tener, después de la infausta primera etapa, una segunda oportunidad, pero que no ponía en riesgo el anhelado turno de la UCR marplatense.

Está claro que Vilma Baragiola nunca se bajó y que está plantada en sus trece: “soy la candidata de Cambiemos, como el año pasado, para el año que viene”. Y más reservadamente y, con razón, se ufana susurrando que sus mediciones permanecen con más de un 50 por ciento de imagen favorable en cuanta encuesta se conoce, doblando largamente a Carlos Arroyo.

Su táctica fue evidente en estos meses en que el frustrado ex candidato de San Isidro divagó en busca de las cámaras que enfocaran actividades y palcos oficiales. Ella se colocaba al lado, como diciendo que era del mismo palo.Y el escaso rédito apreciado para el forastero activó el hasta ahora recatado entusiasmo de la jefa del bloque de concejales del radicalismo aliancista.

El discurrir de las cabezas cobijadas por las boinas blancas, apenas si perdía unos minutos en los avatares del variopinto peronismo, siempre perdidoso en las inhóspitas costas que Juan de Garay describió galanas y placenteras. Descuentan que desde allí sólo podría surgir como rival la activa diputada nacional Fernanda Raverta que, últimamente, con escasa originalidad respondió por ahí que “estaba dispuesta si los compañeros así lo consideraban”. En realidad hace años que la joven dirigente camporista se ha cortado con trabajo en el espacio y ahora tejió con el PJ residual una alianza visible harto evidente como despareja. Ella difícilmente llegue y sus socios holgarán en cómodas bancas, si La Cámpora cede alguna.

Acción Marplatense que tuvo un cuarto de hora histórico no cuenta en el análisis de los radicales que tanto penaron bajo el tiempo triunfante de Gustavo Pulti, quien por el momento no se retira del campo político y puede ser notorio en el futuro cercano a través del urdido eventual de frentes y acuerdos muy adversos al status quo actual.

¿La hora del “mejor diputado”?

En realidad el encabezamiento de este espacio se extendió en el necesario perogrullo de las descriptas charlas de los “radichas”, para significar la importancia de la conclusión del informal cónclave: Maxi Abad es quien con Vilma dijo que quiere ser intendente. Algunos señalaron que nunca se bajó de esa afirmación, otros emitieron conceptos favorables y otros no vacilaron en señalar los méritos del eventual candidato. Nadie olvidó su trayectoria en la política estudiantil donde llegó a la presidencia de la Federación Universitaria Argentina, la histórica FUA. Y otros remataron que al cabo del primer año del ejercicio de su diputación provincial fue elegido jefe de un bloque multipartidario de casi 40 miembros y como “el mejor diputado” en una compulsa periodística.

La conclusión fue que la confirmación de su aspiración sería el golpe final de las escabrosas irrupciones politiqueras de quien sea, pisoteando la historia y el presente del radicalismo marplatense. La decisión fue unánime y tan solo 24 horas después y, casi el cierre de esta página, la consulta correspondiente recogió una respuesta contundente: ratificó que pelea por la candidatura y que tiene equipos técnicos, profesionales, referentes y militantes dispuestos.

Al parecer ya habría habido consultas al más alto nivel partidario y de la conducción gubernativa y no hay oposición sino por el contrario. Inclusive, tal vez a estas horas ya se habría producido algún encuentro con Baragiola con quien existe entendimiento cordial y partidario para el acuerdo correspondiente que evite confrontaciones improducentes. No faltan quienes creen que ante la seguridad de un candidato radical como Abad para suceder al insomne Arroyo, la concejal estaría dispuesta al renunciamiento. Esta será, seguramente, la incógnita política de las próximas horas y no los inimaginables cambios que el intendente disponga, así sean Giri, Barbieri o hasta el “Pirincho” mayor.

Apunten a Fiorini

Es “pollo” del peronista Joaquín de la Torre devenido ministro de Gobierno y con prerrogativas de María Eugenia Vidal. Una de ellas fue rescatar de las filas del decaído massismo a gente amiga del mismo palo. Allá fue Lucas Fiorini con sus amigos del agrupamiento “Crecer”. Y fue ascendente su paso, porque tras su concejalía lo premiaron con la candidatura a senador provincial y resultó coronado merced al apabullante de triunfo de “Cambiemos” en la 5a. Sección Electoral.

Bien recibido en la cúspide gubernamental por su innegable capacidad, no lo fue tanto en otros ámbitos como en el local, donde el quisquilloso Arroyo no le perdona que ni lo mire. Peor después de este verano donde acompañó a Montenegro en cuanta actividad apareciera el derrotado en San Isidro. Se suma a ellos que el senador marplatense en recientes declaraciones periodísticas ratificó su manifiesta militancia católica el rechazo a leyes que abran el camino al aborto.

Los tiros con matagatos de utilería no le afectarán, seguramente, pero la decisión de salir abiertamente a la disputa del territorio por parte del radicalismo, tal vez, le traiga mayores inconvenientes.

Su manera de trabajar acercándose a diversas entidades sociales y deportivas le permite llegar a gente dejada de lado por la actual gestión. Pero a estas horas puede exhibir otra muestra de la consideración que ha ido ganando en las cercanías de Mariú. Tal es la presidencia de la Comisión de Puerto e Intereses Marítimos del Senado de la provincia que lo ubica en el tema de la pesca. Baste citar para la comparación que un hombre del primer momento macrista como el diputado nacional Juan Aicega sólo logró -y lo publicita- una ubicación como vicepresidente segundo de la comisión que se ocupa de puertos y pesca de la Cámara de Diputados de la Nación.

El PJ y sus avatares

La semana pasada se reunieron agrupaciones que participaron de la interna del justicialismo, para discutir y sentar posición con vistas al congreso provincial realizado en Hurlingham.

En representación de este espacio marplatense viajaron los congresales Ana López, Fernando Maraude, Stella Casasolla, Valeria Castaño y Daniel Puerto. Este sector del peronismo que nuclea movimientos sociales, sindicatos, sectores profesionales y diversas agrupaciones continúa trabajando día a día en la construcción de un proyecto de ciudad sin apuros por definir candidaturas y en busca de la unidad de todos los espacios del campo nacional y popular.

Pero husmeando periodísticamente parece advertirse una posición que ya no se integra al enfoque centralista de la nueva conducción partidaria y su afinidad con la UC y el camporismo. Coincidentemente se recogieron indicios referidos a la posibilidad que este sector estaría buscando un acto propio más otros sumados de repudio al 24 de marzo de 1976.

La CGT en renovación

La CGT que conduce el dirigente de Foecyt, Jorge Váttimo, que dice haber logrado la adhesión de 50 gremios, mañana, constituida la junta electoral podría plantear la renovación en unidad de la conducción de la central regional cegetista. Váttimo declaró que se estaba buscando el acuerdo correspondiente para que gremios como Smata, Bancarios y otros de similar enfoque críticos a la política económica y a sus consecuencias para los trabajadores marplatenses estén en la conducción.

En las últimas horas se conoció que la secretaria adjunta de la CGT y titular de Camioneros, Eva Moyano, habría manifestado su posición contraria a toda participación en la conducción de los sindicatos y dirigentes vinculados con los lineamientos del macrismo y por el contrario postularía que la salida de la situación sería la reedición del ya histórico MTA. atense en \plain\fs28\cf1 recie